Rocío Mazo les abrió las puertas de su casa a cerca de 50 personas que escapaban de las lluvias y deslizamientos que partieron en dos la carretera entre Quibdó y Medellín. Ellos fueron sorprendidos por un deslizamiento que se llevó todo por delante. En diálogo con SEMANA, su sobrina, Luz Estella Rueda, reveló detalles desconocidos de la tragedia.

La mujer estaba acostumbrada a compartir los pasillos de su hogar con los viajeros que se desplazaban por la trocha de la muerte, como comúnmente se le conoce a la vía que conecta al Chocó con el centro de Colombia. El viernes no fue la excepción. Con los brazos abiertos y platos de arroz con huevo, recibió a los ciudadanos atrapados en los derrumbes.

El reloj marcó las 3:13 p. m. cuando se comunicó vía WhatsApp con su sobrina, una comerciante del municipio de El Carmen de Atrato, detallándole que la montaña que tenía frente a la vivienda se estaba desgranando: “Hubo un pequeño derrumbe que ni siquiera pasó la carretera”, afirmó. Así lo probó en una fotografía que le envió.

Primer deslizamiento reportado en la vivienda de Rocío Mazo el pasado viernes, sobre las 3:13 p. m. | Foto: Suministrada a Semana.

Una hora después, ambas sostuvieron un diálogo. Rocío le indicó que tenía la casa llena de personas que estaban varadas por los deslizamientos: “La gente no tenía cómo moverse. Se quedaron allá y ella le hizo comida a toda la gente, también dijo que se le estaba acabando el mercado”. La conversación fue interrumpida por un grito.

Con los ojos aguados, Luz Estella Rueda recordó las palabras de su tía: “Un derrumbe, un derrumbe. Sí, se vino un derrumbe que llegó hasta el andén”. Ella le sugirió que abandonara el hogar de manera inmediata y recibió un “no” como respuesta: “¿Para dónde?, ¿me voy a ir para la calle? En mi casa estoy segura”, dijo Mazo.

Al parecer, la confianza que tenía obedecía a que la montaña era pequeña y estaba alejada de la casa. Sin embargo, de manera inexplicable, minutos después se cayó por completo y arrastró a todas las personas que estaban al interior del inmueble. Según la Gobernación del Chocó, hasta el momento 33 personas perdieron la vida, 20 tienen lesiones y 10 más están desaparecidas.

Son pocas las explicaciones y teorías sobre la emergencia que causa tristeza en toda Colombia. A Luz Estella Rueda le cuesta entender los argumentos de expertos y deja en puntos suspensivos sus precisiones: “Esa montaña no daba para que ocurriera esa tragedia tan grande, era muy pequeña. ¿Qué pasó? No entiendo, no entiendo”.

La tragedia ya deja más de 30 personas muertas. | Foto: Gobernación del Chocó

Rocío Mazo fue hallada sin vida a varios metros de su hogar este 13 de enero, el que decoró con esmero en los últimos 24 meses. El derrumbe también se llevó a su compañero de vida, Alberto Olaya, y a su hija de 44 años, Milena Olaya, que viajó desde la ciudad de Medellín a compartir los primeros días del año con sus padres (ella dejó a tres hijos).

Los cuerpos de estos últimos no han sido recuperados. Las críticas condiciones del terreno más las fuertes precipitaciones descargadas en las últimas horas, han dificultado el rastreo de las víctimas; en las maniobras participan más de 200 funcionarios públicos y organismos de socorro de los departamentos de Antioquia y Chocó.

Los organismos de emergencia adelantan labores de rescate a toda marcha. | Foto: Gobernación del Chocó

La gobernadora Nubia Carolina Córdoba indicó que no se moverán del terreno hasta hallar a todos los afectados: “No descansaremos hasta que todos tengamos información sobre nuestros familiares y seres queridos. Que Dios esté con nosotros”. De momento, el eje vial está cerrado mientras avanza la búsqueda y se mitigan probables emergencias.