Desde el día que desempacó en su oficina en la Casa de Nariño, Catalina Crane, la alta consejera para la Gestión Pública y Privada, ha tenido una misión muy clara: adelantar el proceso de ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Hoy puede respirar tranquila, pues le cumplió al presidente. Esta ha sido una obsesión de Juan Manuel Santos desde hace años y para liderarla, eligió precisamente a Crane, con quien tiene una estrecha relación desde hace años. En 1994, después de haber sido investigadora en Fedesarrollo, Santos se la llevó a la Fundación Buen Gobierno para coordinar los temas programáticos y económicos. De ahí pasó al Banco de la República, pero no duró mucho pues Santos la volvió a llamar para que lo acompañara en el Ministerio de Hacienda durante el gobierno de Pastrana como viceministra. Luego pasó a la Federación Nacional de Cafeteros donde se desempeñó como gerente financiera y luego, como presidenta de Procafecol, firma que maneja las tiendas Juan Valdez. Crane mantiene excelentes contactos con el sector privado, con los gremios y con instituciones extranjeras. No en vano, en una reciente edición la Revista Dinero se destacó a Crane como una de las 50 mujeres más poderosas del país. “Es una de las mujeres que más de cerca le habla al oído al presidente Santos. Es ficha clave de la administración” dijo entonces la publicación, que también la describe como seria, cordial, con gran trayectoria profesional y encargada de varios de los peores 'chicharrones' del país, entre otros, la poca competitividad de Colombia. En Palacio ha hecho llave con otra “poderosa”: Maria Lorena Gutierrez, la alta consejera para el Buen Gobierno. Juntas, por ejemplo, lideraron la reestructuración del Estado y la eliminación de los trámites más inútiles del país. También hace parte de la élite política colombiana, pues es pareja del actual ministro de Minas y Energía, Federico Renjifo. En los últimos dos años, Crane ha liderado varias iniciativas para preparar a Colombia para el ingreso a este selecto grupo. Por ejemplo, medidas como la reforma a las regalías, el estatuto anticorrupción, y la reforma tributaria tienen hoy más sentido, pues allanaron el camino para que el país fuera invitado a iniciar un proceso formal de ingreso, algo que puede tomar varios años. Desde hace dos años, la alta consejera para la Gestión Pública y Privada viene trabajando con varios comités de la organización, recibiendo su asesoría y recomendaciones en distintas áreas. Por ejemplo, en un momento dado se llegó a trabajar con 17 comités en temas tan variados como la anticorrupción, licitaciones públicas y competitividad. Su labor ha sido, además de los constantes viajes a Paris en labores de cabildeo, la de coordinar labores entre ministerios, el Congreso y los comités de la OCDE. ¿Qué es la OCDE? Es una agrupación de países desarrollados que siguen altos estándares de calidad. Los países miembros comparten información tributaria y siguen lineamientos en materia de transparencia, anticorrupción, administración pública y libre mercado. Hacer parte de este grupo le otorga al país un sello de calidad, que a su vez, seguramente promoverá la inversión extranjera.