En Estados Unidos ya está el as bajo la manga para la justicia de este país en el proceso que se adelanta contra el hermano de la senadora Piedad Córdoba, Álvaro Córdoba, quien fue extraditado por delitos relacionados con narcotráfico, pero que ha insistido una y otra vez que se trató de un entrampamiento. Hace pocos días aterrizó, también en calidad de extraditada, Libia Amanda Palacio, quien fue capturada al lado de Álvaro como su cómplice, y sería ella quien prendería el ventilador.

SEMANA revela la historia detrás de la operación de narcotráfico y los detalles desconocidos de este proceso por narcotráfico que hoy tiene tras las rejas, en una cárcel de Estados Unidos, a Álvaro Córdoba.

Hace pocos días, y bajo un estricto operativo, Palacio salió de su celda en la cárcel El Buen Pastor, rumbo a los Estados Unidos. ¿Pero quién es esta mujer que tiene contra las cuerdas a Álvaro Córdoba?

Extradición de Álvaro Córdoba, hermano de la senadora Piedad Córdoba. | Foto: Dijín

Desde antes de salir de Colombia Palacio tenía claro su objetivo, colaborar con la justicia de este país, contar todo lo que sabe y lograr así una exitosa negociación de su pena. Lo que se ha conocido es que el acuerdo en Estados Unidos ya empezó para que su proceso avance rápidamente. El compromiso: aceptar cargos, responsabilidad y abonar el camino para convertirse en testigo de este caso.

El testimonio de esta mujer es clave, con él buscarían desbaratar la tesis de que se trató de un entrampamiento, sino que, por el contrario, era una operación abierta y sistemática de tráfico de droga en la cual, supuestamente, Álvaro Córdoba y ella eran los intermediarios entre carteles de droga mexicanos y el ya fallecido jefe de las disidencias de las Farc, Gentil Duarte, quien sería el proveedor de la cocaína.

Lo que se sabe de esta mujer, que trabajaba en una agencia de viajes en Medellín, es que fue contactada para participar en este negocio de drogas y su objetivo principal era lograr “hacer negocios ilegales con Álvaro Córdoba” aprovechando los supuestos nexos de Córdoba con las disidencias de las Farc, para poder acceder a la droga que iba a ser enviada a los capos por parte de Gentil Duarte.

Libia Amanda Palacio no la tenía fácil para llegar a Álvaro Córdoba, para lograrlo contactó a una amiga suya, una mujer muy cercana a la familia Córdoba Ruiz, y así ganó la confianza.

Precisamente, la senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, se había referido a este tema en SEMANA cuando señaló que “obviamente, ese entrampamiento se dio. Hubo una persona muy cercana a nosotros, es una mujer del Partido Liberal, que hizo política conmigo y con mi hermano durante muchos años. A esa persona le envié a sus dos hijos a estudiar medicina a Cuba, becados. Ella es la que se presta para contactar a mi hermano y fue la que lo llevó a donde esa otra señora y a donde los tales mexicanos”.

Ese es el argumento de Piedad Córdoba para defender la inocencia de su hermano e insistir que su captura, seguimiento y extradición fueron parte de un entrampamiento que le hizo la justicia de los Estados Unidos.

Pero, sin embargo, también es el argumento de la justicia de Estados Unidos para confirmar que había un acuerdo delictivo, del cual Álvaro Córdoba era un eslabón clave para el tráfico con los carteles mexicanos. Por eso es determinante lo que cuente Libia Amanda Palacios, se trataría de una testigo que hizo parte de la organización que presuntamente servía de intermediaría en el negocio de drogas.

Además de su testimonio, cuentan con interceptaciones, seguimientos, fotografías que sirvieron de sustento para que una corte del Distrito Sur de Nueva York ordenara la captura de Córdoba y Palacio.

El agente encubierto Matthew S. Passmore, uno de los que declaró ante la justicia de ese país, confirmó que establecieron un acuerdo con Córdoba y sus socios para conseguir cocaína en Colombia y Venezuela y que el alcaloide cumpliera la ruta a Centroamérica, para pasar a Estados Unidos.

Fueron capturados hace ya más de un año en un prestigioso sector de El Poblado, en Medellín, dicen las investigaciones que se dio minutos después de salir de un apartamento en donde, según las pruebas, estaban hablando y cerrando un negocio de tráfico de cocaína.

La orden de captura contra Álvaro Córdoba, Álvaro Alonso Jaramillo y Libia Amanda Palacio fue ejecutada por la Policía acogiendo una solicitud de Interpol. Los requiere una Corte del Distrito Sur de Nueva York.

SEMANA habló con el abogado y defensor de derechos humanos, Alex Morales, quien representó a Palacio en Colombia y contó que “tuvo un concepto favorable para ser extraditada y se perfeccionó hace unos 15 días. Así, su defensa en los Estados Unidos ayudará a tomar la decisión que en técnica jurídica le favorezca, colaborar a la justicia siempre es la mejor decisión en estos casos. Lo han hecho hasta los más grandes capos”.

El abogado Morales ratificó que Palacios estuvo vinculada en el proceso de venta y compra de estupefacientes con funcionarios de la DEA y esas fueron las pruebas para enviarla a Estados Unidos, las mismas que operaron contra Álvaro Córdoba. Sin embargo, señala, frente a la extradición que “es necesario, como se ha planteado, valorar las garantías que tienen los colombianos y si en realidad es necesario trasladar a un país extraño a un connacional o si puede acercarse mediante la virtualidad y hacer justicia sin impunidad”.