La polémica frase es “un buen tipo” pero "no ha hecho nada", y que hace poco el presidente de Estados Unidos, Donald Turmp, soltó en una rueda de prensa al referirse a su homólogo colombiano, Iván Duque y su lucha por reducir la cantidad de cocaína que sale del país, más allá de tratarse de un sablazo directo al gobierno, deja entrever una cruda realidad: hoy los narcotraficantes están traficando coca como arroz. Así lo confirman no solo las continuas operaciones de las autoridades que semanalmente reportan la incautación de escandalosos alijos, sino las cifras estadísticas oficiales que tiene el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC), al precisar que en lo corrido del año todas las fuerzas (Armada, Policía y Ejército) han incautado 45 toneladas de clorhidrato de cocaína. Aunque durante todo 2018 la cifra fue de 304 toneladas aprehendidas. Y es que este año se ha visto de todo; desde la reactivación de viejas tácticas de tráfico, hasta la aparición de sofisticados métodos para encaletar la droga y llevarla hasta los sitios de embarque o distribución. Sin duda la operación que disparó todas las alarmas se remonta a finales de febrero cuando las autoridades de Estados Unidos incautaron 1.400 kilogramos de cocaína que pretendían ser ingresados por el mítico puerto de Nueva York; era la incautación más grande en los últimos 25 años y para los gringos no había duda que la droga salió del puerto colombiano de Buenaventura, Valle, aunque en los registros del barco figura que zarpó desde Chile. La razón de tanto movimiento de droga tiene dos explicaciones: por un lado, se están padeciendo las consecuencias del incremento de los cultivos de coca que como ya es sabido alcanzó las 209.000 hectáreas en 2017, una cifra récord. Segundo, expertos en el tema coinciden en que la productividad de los cultivos se cuadriplicó en los últimos diez años. “Basados en encuestas directas a los productores, se desprende que en Colombia el cultivo de coca produce, en promedio, 4,5 cosechas al año más que hace una década. El desempeño de la productividad cocalera nacional, forjada por los agrónomos de los carteles mexicanos, implica que las 209.000 hectáreas de coca de finales del 2017 equivalen a 940.500 hectáreas del alcaloide del 2007”, escribió en una columna del periódico Portafolio, el consultor, experto en temas agrícolas y comercio exterior, Andrés Espinosa. Puede leer: Ahora los narcos ‘pescan‘ la cocaína con boyas satelitales Espinosa se apoya en un informe del Departamento de Estado de EE.UU, en el que se hace un análisis de las razones que causaron el incremento de los cultivos de coca en Colombia, entre el 2013 y 2017, “(…) sobresalen el fin de la aspersión aérea con glifosato exigida por la Corte Constitucional; el negativo impacto del programa de sustitución de cultivos de la pasada administración, que creó incentivos perversos para que los cultivadores plantaran más coca; el incumplimiento por parte de las Farc de las disposiciones sobre drogas ilícitas del acuerdo de paz; la violenta manipulación de las protestas sociales y los explosivos improvisados usados para aniquilar a los erradicadores en los campos de coca”, argumentó Espinosa. No obstante, para Daniel Rico, economista y politólogo experto en políticas antinarcóticos, el mensaje es claro, “la clave está en la producción y no en los cultivos; con muy poco están sacando más coca y eso reduce la inversión y aumenta las ganancias”, argumentó. No obstante, para Daniel Rico, economista y politólogo experto en políticas antinarcóticos, el mensaje es claro, “la clave está en la producción y no en los cultivos; con muy poco están sacando más coca y eso reduce la inversión y aumenta las ganancias”, argumentó. Eso explica por qué para la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Undoc, mientras en 2017 reportaban un incremento del 17 por ciento en los cultivos de coca en Colombia, la producción de cocaína aumentó un 19 por ciento; es decir, con lo que hay sembrado en todo el país los narcotraficantes tienen la capacidad de generar 1.379 toneladas. Si contrastamos esas cifras con lo que se incauta, que en promedio no supera el 30 por ciento; se entiende un poco la preocupación del gobierno de Estados Unidos. Boyas satelitales y ambulancias Para decirlo en términos más simples, en la actualidad los narcotraficantes colombianos están recogiendo los frutos de la cosecha cocalera y eso explica por qué se volvió tan frecuenta oir sobre grandes incautaciones de droga en los puertos, carreteras y alta mar. Por un lado, esos golpes demuestran la efectividad de los controles y la manera contundente como las autoridades cada vez son más efectivas a la hora de cercar a las organizaciones mafiosas; pero por el otro, ese volumen de incautaciones siempre conlleva a pensar inevitablemente en el siguiente argumento: si eso es lo que incautan, ¿cómo será la cantidad de cocaína que logran traficar? Solo para tener una idea del problema, basta recordar que Nariño es el departamento donde más coca se ha incautado, con 15 toneladas este año; un fenómeno que coincide con otra realidad: allí se concentra casi el 30 por ciento de los cultivos de coca del país. Pero lo más sorprendente es que es tanta la droga que sale, que los capos tuvieron que recurrir a prácticas insólitas para traficarla: el uso de boyas satelitales. Le puede interesar: Así cargan con cocaína los barcos que viajan desde Buenaventura a Europa Durante una actividad de protección marítima, uniformados de la Armada detectaron que a 120 millas náuticas del Parque Nacional Natural Sanquianga, en Nariño, había una boya satelital y, amarrada a la misma, 17 paquetes que resultaron contener 681 kilogramos de clorhidrato de cocaína. El contralmirante Hernando Mattos, comandante de la Fuerza de Tarea Poseidón, dijo que “en lo corrido del año esta es la segunda vez que incautamos cargamentos de droga amarrados a boyas satelitales”.

El Valle del Cauca es el segundo departamento con más incautaciones este año, al sumar 3 toneladas de clorhidrato de cocaína. El fenómeno lo resume el coronel Javier Navarro, comandante de la policía en esa región del país, al explicar lo siguiente, “ya aprehendimos una tonelada de cocaína, mientras que para esta misma fecha el año pasado, tan solo sumábamos 32 kilogramos”. En esa región del país se presentó otro hecho insólito de tráfico de estupefacientes, cuando en marzo la policía de carretera descubrió 36 kilos de cocaína camuflados en una ambulancia que viajaba en una misión médica entre Buenaventura y Buga. Y al día siguiente oficiales de la Armada en esa ciudad portuaria descubrieron 103 kilogramos de cocaína camuflados en la estructura sumergida de un buque de carga que cubría la ruta Colombia – Panamá – España. Le sugerimos: Lo que faltaba: ¡ahora trafican cocaína en ambulancias!

La ruta europea es el nuevo atractivo de los mafiosos, ya que con ese destino se arriesgan a contaminar contenedores con toneladas de droga y los hacen especialmente desde los puertos de la costa Caribe. El clan del Golfo sería la organización criminal encargada de esos alijos y en la costa Pacífica el tráfico estaría a cargo de disidentes de las Farc. Justamente a finales de marzo la Armada se incautó una tonelada de cocaína camuflada en un contenedor con material aglutinante para moldes y que saldría desde el puerto de Cartagena, con rumbo a Centroamérica. La mejor radiografía del problema del narcotráfico la hizo un experto que trabaja con ONG internacionales en las zonas cocaleras del pacífico colombiano, “el kilo de base de coca producido por un campesino, ha bajado de 2.5 a 1.8 millones de pesos en medio de la bonanza; mientras que a los narcos por ese mismo kilo puesto en EE.UU o Europa, les pagan hasta 32.000 dólares”. Quizás por eso, el mandatario estadounidense Donald Trump volvió a echarle sal a la herida este miércoles 10 de abril, al soltar otra de sus polémicas frases contra el presidente Duque: "El negocio de las drogas ha crecido un 50% en Colombia desde que el mandatario colombiano llegó al poder en 2018”.