Antonio Navarro ha sido el exguerrillero colombiano que más veces ha peleado el poder. Candidato presidencial en 1990, 1994 y el 2006. Copresidente (junto con Álvaro Gómez y Horacio Serpa) de la Asamblea Constituyente de 1991. Alcalde de Pasto (1995-1997). Representante a la Cámara (1998-2002). Gobernador de Nariño (2008-2011). Y aunque pareciera una figura del pasado, ahora parece recobrar fuerza para el debate electoral del 2014. Las recientes encuestas, como la publicada este miércoles por Invamer Gallup, lo sitúan como uno de los dirigentes políticos con imagen favorable, la cual se sitúa en el 50 %. Un indicativo que le daría un nuevo impulso si decide aspirar a la Presidencia, escenario que aún no ha definido, más aún cuando la imagen del presidente de la República, Juan Manuel Santos, sufrió un drástico desplome (su imagen favorable descendió al 21 %). La lectura de Navarro a las recientes encuestas es que “una alternativa de poder tiene cada vez más una oportunidad real, la gente está reclamando un cambio”. Sin embargo, es prudente al referirse a su 50 % de imagen favorable. “Los resultados son interesantes, pero esa alternativa de poder no es un tema de aspiraciones personales ni proyectos individuales. Es un proyecto que les pueda ofrecer a los colombianos una alternativa seria y colectiva”, le dijo a Semana.com. Y aunque los resultados lo favorezcan a la hora de liderar esa “alternativa”, Navarro reitera que no ha tomado ninguna decisión si lanzarse como precandidato presidencial. El senador progresista Luis Carlos Avellaneda considera que es el momento para que Navarro deje de lado sus vacilaciones y aspire a la Presidencia. “Lo hemos lanzado al agua y este jueves volvimos a decirle. Pero él está estudiando la posibilidad de encabezar la lista de Senado”, confesó. Pero, en la eventualidad de Navarro se decida, ¿tendrá posibilidades reales de convertirse en alternativa de poder? Jorge Londoño, presidente de Gallup, admite que Navarro parte en una buena posición en términos de conocimiento y favorabilidad pública. Pero aclara que la última vez que midió a Navarro fue cuando participó de la consulta presidencial del Polo en el 2006, lo que hace difícil un comparativo sobre su real crecimiento y sobre sus chances reales de éxito en una eventual contienda presidencial. El nombre de Navarro sale fortalecido, según el analista y exconstituyente Armando Novoa, por el desplome del Gobierno y el nulo crecimiento de los candidatos uribistas. Y considera que las posibilidades reales de Navarro pasan en buena parte por la forma como se consolide la llamada tercería política: “En la medida en que logre aglutinar no sólo a Progresistas, Verdes y Compromiso ciudadano, sino también a la izquierda democrática y a otros sectores independientes, tendría mayor fortaleza de conquistar un electorado libre, que no tiene disciplina partidista”. Pero de momento el Polo Democrático tiene de candidata a Clara López y aún no hay acuerdos con los progresistas. Según el politólogo Fernando Giraldo, es trascendental un acuerdo entre Progresistas y el Polo, pues coinciden en sus electores. Si llegan separados se harán daño mutuamente en materia electoral. La imagen favorable de Navarro, según el politólogo Fernando Giraldo, de momento sólo le permite hacer mayores exigencias a verdes y Compromiso Ciudadano, para catapultarse como el líder de esta tercería. De aceptar una precandidatura, Navarro tendría que competir en una consulta con Enrique Peñalosa, y en ese escenario, el analista Pedro Medellín cree que el líder de Progresistas no tendría la fuerza electoral para hacerlo. “Navarro goza de opinión favorable, pero eso no se traduce en votos”, y agrega que la cercanía con el alcalde Gustavo Petro podría jugar en su contra. El analista y exconstituyente Armando Novoa dice que una de las fortalezas de Navarro es que es el dirigente de izquierda mejor preparado, pero, a juicio de Medellín, es porque este espectro político hace rato que no tiene líderes de perfil: “Navarro es fuerte porque es el tuerto en tierra de ciegos”. Luis Carlos Avellaneda considera que Navarro tiene experiencia exitosa como constituyente, congresista, ministro, y tiene altos referentes éticos. “Nunca ha tenido una queja sustentada en actos de corrupción” y eso puede ser una garantía para conquistar a los electores. Giraldo también asegura que Navarro es un político que más le apuesta al voto de opinión y no tiene maquinaria política, lo cual le reduce posibilidades reales de aspirar a superar la primera vuelta. Además porque asegura que el Partido Verde, el cual podría ser la plataforma porque es el que tiene personería jurídica, “ya no sorprende ni cautiva”, como lo alcanzó hacer en las presidenciales del 2010. Para Novoa, la clave del éxito de Navarro también pasa por la forma como Progresistas, Verdes y Compromiso Ciudadano afronten las campañas para el Congreso. Pues de no tener un resultado decoroso y conseguir un número importante de curules en el Senado, sepultaría cualquier aspiración de llegar a la segunda vuelta. “Eso les sucedió a Mockus y a Fajardo”. Otro de los principales retos de Navarro, según los analistas, es la forma como logre canalizar el descontento ciudadano reflejado en las movilizaciones sociales y los paros. Novoa cree que este movimiento de indignación ha desbordado a toda la clase política, incluido a Navarro. Pero el senador Avellaneda considera que la clave del éxito está en la construcción de un programa de gobierno que le ofrezca al país un modelo económico distinto, y en ese sentido cree que estará la clave para conquistar a quienes están desencantados con la política tradicional y con las elites que han gobernado. Sin embargo, Medellín considera que Navarro ha sido un dirigente político “gris”. “Como nadie en Colombia, ha tenido las oportunidades para cambiar la política, consolidar partidos y hacer viable un proyecto de izquierda, y como nadie, lo ha hundido. No tiene una realización que sea trascendente, no cambió la historia de Pasto o Nariño, como sí lo han hecho Mockus en Bogotá, y Fajardo en Antioquia. Navarro tiene de bueno que no tiene competidores en su espectro y de malo, que no tiene realizaciones en su gestión”. El panorama para Navarro parece favorecerlo, a la luz de las encuestas. Pero el principal dilema que hoy tiene es si antepone intereses personales por la construcción de un proyecto político con vocación de permanencia. Y según sus cercanos, está más interesado en lo segundo y prefería liderar una lista al Congreso y apoyar las aspiraciones de José Antonio Ocampo y Eduardo Verano de la Rosa. Sin embargo, las siguientes encuestas podrían modificar esa decisión.