El intendente de la Policía, Alfonso Quinchanegua reveló, bajo la gravedad de juramento, la forma en cómo se interceptaron las líneas telefónicas de Marelbys Meza y Fabiola Perea, quienes para enero de 2023 laboraban en la vivienda de la entonces jefa del Gabinete de Presidencia, Laura Sarabia.
El agente adscrito a la Sijín, quien ya firmó un preacuerdo en el que reconoció su participación en estos actos ilegales, aseguró que por orden de sus superiores se tomó la decisión de falsificar un informe y anexar los abonados telefónicos tanto de Meza como de Perea a una investigación contra alias Siopas, uno de los comandantes del Clan del Golfo.
En la tarde del 2 de febrero de 2023, el intendente se reunió en el piso 13 del edificio de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), ubicada en el centro de Bogotá prácticamente a una cuadra de la Casa de Nariño, lugar en el que Marelbys Meza había sido ya sometida a una prueba de polígrafo.
En dicho encuentro habían estado presentes el teniente coronel de la Policía, Óscar Darío Dávila Torres, coordinador de protección anticipativa de la Presidencia de la República; y el mayor Duván Andrés Muñoz Hernández, quienes le dieron órdenes precisas.
El mayor Muñoz, quien ya fue imputado por la prueba de polígrafo a Marelbys, fue el más insistente en interceptar las líneas telefónicas de Marelbys Meza y Fabiola Perea, a quienes ya habían señalado por el robo de una maleta que estaba en el apartamento de Laura Sarabia y que, al parecer, contenía dinero en efectivo y documentos con información reservada.
“Era insistente en que se debía hacer o hacer esa interceptación a esos números para obtener esa información porque, lo que le manifiesto, doctora, la orden era de Presidencia, o el caso era de Presidencia”, señaló el intendente Quinchanegua en la audiencia celebrada el pasado 12 de septiembre, y cuyo contenido fue revelado por Noticias Caracol.
El intendente, quien también firmó un principio de oportunidad para ser testigo de cargo en la Fiscalía General dentro de estos procesos, entregó detalles sobre las órdenes que recibió.
“En el transcurso, cuando nos fuimos trasladando a la oficina en el carro, yo le manifesté al señor capitán (Óscar) Mujica lo mismo, ‘que no interceptábamos esos números’, y él insistía en que tocaba interceptarlos. En la oficina, también, cuando se estaba realizando el informe, cuando estaba realizando ese informe, otra vez le manifesté y me dijo que ‘dejara el miedo’, que necesitaba que tramitáramos eso porque si no íbamos a tener consecuencias”, dijo el intendente.
Bajo la gravedad de juramento, en respuesta a las preguntas de la fiscal del caso, el intendente Quinchanegua aseguró que pese que sabía que era una actuación ilegal decidió cumplir las órdenes por miedo, pues se sintió amenazado por sus superiores que si no cumplía lo retiraban de la institución.
“Entonces, que tocaba hacerlo o hacerlo y también porque podía correr ciertas circunstancias si no lo hacía, teniendo en cuenta que podía ser trasladado a otro departamento o como era de Presidencia me podían retirar de la Policía”, aseguró el intendente.
Finalmente, aseguró que tanto el capitán Mújica como el mayor Muñoz habían participado activamente en la prueba de polígrafo a Marelbys Meza.