Laura Patricia Zuleta Quintero tiene 25 años y llevaba cuatro trabajando en la Policía. Desde hace siete meses laboraba en el esquema de seguridad de Marta Lucía Ramírez. Según ha dicho, proviene de una familia humilde, su hoja de vida es intachable y se vinculó a la institución en una convocatoria en Pereira para luego hacer un curso en Medellín. Su destitución se dio luego de que el 4 de junio recibió un mensaje de Whatsapp en su celular, que presuntamente fue enviado por otro patrullero. En conversación con Blu Radio, la patrullera reconoció que cometió el error de reenviar a sus contactos un mensaje en el que se hablaba mal del presidente Santos y del proceso de paz, pero aclaró que ella no fue la creadora de dicho texto. El mensaje era el siguiente: “Plan B de Santos en segunda vuelta: anunciarán la firma de un acuerdo parcial de paz que incluye el cese bilateral de hostilidades. Será cualquier papel, pero lo anunciarán como la firma definitiva del conflicto. Será con el respaldo de las Farc. La idea es buscar la favorabilidad como cuando se anunció el inicio del proceso en el que JMS llegó al 70 %. Esto lo ven como la panacea de la reelección en segunda vuelta, de ahí en adelante el país será zona de distensión para secuestrar y extorsionar. Por favor difundir”. El hecho ha generado todo tipo de reacciones entre los que están a la defensa de la patrullera por considerar que ese es un chat privado y quienes aseguran que un servidor público no debe actuar como multiplicador de mensajes políticos y que el hecho de que sea privado no exonera de responsabilidades. “El que inocentemente peca, inocentemente se condena”, dijo el general Palomino, director de la Policía. Laura Patricia aseguró que la recepción de mensajes políticos y su reenvío interno entre miembros de la Policía es algo común, lo cual suscita debates en torno al control dentro de las instituciones y revive el cuestionamiento de si se les permite o no votar. La destitución de la patrullera es un hecho, pero ella cuestiona la forma como se actuó en su caso y considera que obtuvo una sanción desmedida, si se tiene en cuenta su hoja de vida. Según ella, no hubo el debido proceso porque no le permitieron explicar lo sucedido. “Yo acepto que reenvié el mensaje, pero qué tal que alguien hubiera tomado mi celular y le hubiera dado reenviar por mí, habrían arruinado mi carrera sin yo tener la mínima responsabilidad”. Sin embargo, Laura Patricia dijo que no le interesa entrevistarse con ningún alto mando de la Policía para reversar la decisión.