En la localidad de Kennedy, en la calle 7 con Avenida Boyacá, donde operaba la antigua fábrica de Bavaria aún se conserva un bosque con aproximadamente 10.400 pinos y eucaliptos. En esta localidad, que ha estado dos veces en alerta naranja por la mala calidad del aire, donde hay factorías contaminan sin clemencia y donde los árboles escasean, los vecinos del lugar ven el bosque de Bavaria como un refugio y un pulmón que hay que cuidar. En este lote de 19 hectáreas la administración de Enrique Peñalosa, en cabeza de la Empresa de Renovación Urbana, tiene planeado desarrollar parte del Plan Parcial Bavaria, que en total tiene 78,5 hectáreas. Este tendría 9.553 viviendas estrato 4, 1.259 viviendas de interés social y 1.526 viviendas de interés prioritario. También se construirían locales comerciales, oficina y se harían mejoras en el espacio público con parques y alamedas. Así mismo se desarrollarían varias obras de infraestructura como el puente vehicular Av. Alsacia (sobre la Av Boyacá), la calzada Av. Alsacia (de tres carriles entre la Av. Constitución y la Carrera 71D), pontón Av. Alsacia (sobre el río Fucha), construcción de la Transversal 71B (al interior del plan parcial y 4 puentes peatonales. El problema es que para desarrollar este proyecto sería necesario talar los 10.000 árboles del bosque de Bavaria, una actividad con la que los vecinos del lugar no están de acuerdo. Aunque el Distrito dijo que se sembrarían dos árboles por cada tronco talado, es decir, que se plantarían más de 30.000 ejemplares, esta solución no terminó por satisfacer a la ciudadanía y algunos se fueron a los estrados judiciales. Una de las acciones populares que fue aceptada, apelando al derecho al goce de un ambiente sano, fue la de Vladimir Lenin Rodríguez, en representación de varios ciudadanos. La motivación para impedir esta tala tienen que ver con el temor a perder este bosque. Según se lee en la demanda, mientras la fábrica operó, los privados cuidaron de este lugar, pero ahora que no tienen ningún interés en este espacio, lo han dejado a la deriva. Los denunciantes también señalan que el Distrito no ha cuantificado del valor del bosque Bavaria teniendo en cuenta elementos esenciales como filtración de aire, regulación de microclima, reducción del ruido, drenaje de aguas pluviales, tratamiento de aguas residuales, valor recreativo y cultural. También reclaman falta de participación ciudadana y agravio ambiental.
Recomendamos: Así es la mini ciudad que tendrá Bogotá en su interior Como respuesta a esa queja ciudadana, este miércoles el juez 22 administrativo de Bogotá dictó medidas cautelares y prohibió, por ahora, la tala de árboles en el predio del proyecto. Estos planes tendrán que ser suspendidas pues el juez resolvió “ordenar que (…) no se realice ningún tipo de intervención en el predio urbano que contempla el plan parcial ‘Bavaria fábrica‘, que conlleve a la tala de árboles o deforestación", se lee en el fallo. El Distrito dijo en un comunicado que “a la fecha los desarrolladores del Plan Parcial no han adelantado la tala de ningún árbol en el predio de la antigua fábrica Bavaria, salvo los tres casos ordenados por la Secretaría Distrital de Ambiente, un eucalipto que se cayó sobre la avenida Boyacá y dos más que amenazaban volcamiento inminente por el estado en el que se encontraban. El equipo jurídico estudiará el fallo en profundidad y presentará los recursos ante las instancias correspondientes". Puede leer: El plan de Peñalosa para recuperar el centro de Bogotá El candidato a la Alcaldía de Bogotá y exsecretario de Gobierno de Peñalosa, Miguel Uribe, dijo que con esta decisión se podría afectar la construcción de la avenida Tintal-Alsacia, que ya está adjudicada por 1 billón de pesos y que ayudaría a descongestionar el sur occidente (Kennedy y Bosa). Sin embargo, el IDU aclaró que solo se tendría que revisar de una esquina por donde pasa la avenida, pero el impacto para esta vía es prácticamente nulo. No sucede lo mismo con el proyecto de vivienda.
Varias personas celebraron la decisión. Entre ellos la candidata a la Alcaldía Claudia López, el concejal Manuel Sarmiento, y la concejala María Fernanda Rojas, una de las coadyuvantes de la demanda. “Una demanda con argumentos puede defender el Estado de Derecho que puede ser afectado por decisiones administrativas que están por fuera de la ley”. Agregó que la suspensión plan parcial Bavaria atenta contra el bosque y que la respuesta del juez demuestra que hay que seguir trabajando para proteger la calidad del aire y la naturaleza de Bogotá. Sin embargo, Brigitte Baptiste, la directora del Instituto Humboldt e importante líder ambiental, trinó que mantener este bosque no es una buena opción. “Insisto: ese bosque actual es la peor alternativa ecológica para el sector. Loable cruzada por el verde urbano, desafortunada decisión operativa: cortar, rediseñar y reemplazar es la opción”. La razón es que este bosque de pino y eucalipto es extranjero y por lo tanto no genera muchas relaciones con otras especies, como sí lo hacen las especies nativas que se podrían sembrar.
Sabina Rodríguez Van der Hammen, defensora del legado de su abuelo, dijo a SEMANA que no hay que despreciar el movimiento ciudadano ni el valor ecológico que cumple este bosque. Si bien es cierto que no genera tantas relaciones ecológicas con otras especies, también hay que tener en cuenta que esta localidad ha estado dos veces en alerta naranja por mala calidad del aire y es una de las que menos arboles por persona tiene. “Una alternativa podría ser ir talando pero de forma paulatina porque ya hay algunas aves que se relacionan con los pinos y los eucaliptos, porque talar abruptamente podría significar que el valor ecológico que hoy existe sería nulo mientras crecen las nuevas especies que el Distrito dice que va a plantar”, dice Sabina. En cuanto al suelo, plantar especies nativas como el roble, el nogal o el cedro, permitiría también que crezcan otras especies de menor estatura como los arbustos. Según explicó Sabina, los eucaliptos son árboles que absorben mucha agua y esto impide el crecimiento de otras especies de flora. Por último, considera que en momentos en que el ambiente está en riesgo y que una comunidad está defendiendo un bosque, lo que debería hacer la administración es tenerlos en cuenta y aprovechar esa apropiación, en vez de imponer proyectos. El Distrito aseguró que es respetuoso de la decisión de los jueces, pero apelará la decisión.