“La Policía dejó que lo acribillaran, hubo negligencia, no tuvieron experticia para manejar el caso, él (el conductor) se sintió seguro porque vio a la Policía y por eso se bajó del carro y ahí lo acribillaron los indígenas”. Estas palabras de Ricardo Rodríguez, uno de los familiares de Hildebrando Rivera, el conductor del camión recolector de basuras asesinado por indígenas a las afueras de Bogotá, muestran la indignación por la serie de sucesos que ocurrieron el día del crimen.

Agregó que “es algo muy traumático; al ver la Policía se sintió más tranquilo para poderse bajar del carro, pero veo muy poca ayuda por parte de la Fuerza Pública donde prácticamente dejaron que lo acribillaran, porque eso fue lo que pasó. Lo acribillaron, lo hicieron con odio, rencor y sevicia, quedó él solito ahí donde recibió esos golpes tan fuertes que le causaron la muerte”, señaló el familiar de Hildebrando.

Expresó, además, que ahora luego de que termine el funeral se sentarán en familia a analizar si emprenden acciones legales contra la Policía al no haberle garantizado la vida a Hildebrando.

“Sabemos que ya está el caso en manos de la Fiscalía General de la Nación y la investigación la está llevando la Sijín. Yo le pido a la Fiscalía celeridad para poder dar con los responsables del crimen de nuestro ser querido, que sea la justicia ordinaria la que se encargue de investigar y castigar a estas personas que le hicieron este daño a nuestro familiar, que no quede en la impunidad”, añadió.

Sobre este punto, fuentes de la Policía confirmaron que se inició la respectiva investigación para determinar si los policías deben responder por omisión en este caso. Sin embargo, la institución indicó que en medio del procedimiento dos uniformados resultaron heridos.

Es de recordar que la mujer indígena arrollada y su hija eran parte del grupo de personas que duraron varios meses en el Parque Nacional y que reclaman acciones del Gobierno frente a su situación.

Este grupo de indígenas se estableció en el parque como forma de protesta para que les reestablezcan sus derechos. Según cifras de la administración distrital, en un principio habían llegado 350 familias, pero fueron creciendo hasta llegar a unas 1.000.

Varias fueron las reuniones entre gestores de la Alcaldía y los líderes de las comunidades, e incluso se les ha ofrecido establecer sus campamentos en otros lugares de la capital.

Al final, los indígenas accedieron a trasladarse al parque de La Florida, en el occidente de Bogotá, lugar donde se presentó el accidente de tránsito que le causó la muerte a dos personas y el asesinato del conductor del camión de basuras.

Dijo uno de los testigos del accidente que la mujer y su hija venían de realizar compras de mercado, cuando fueron arrolladas por el camión recolector de basuras, desencadenando la furia de otros indígenas que se encontraban en el sitio, hasta el punto que decidieron golpear con lo que se les ponía en su camino a Hildebrando, el humilde conductor de 60 años de edad, que se convirtió en una nueva víctima de justicia por propia mano en Colombia.