En una movida que recuerda a los regímenes más autoritarios del mundo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, propuso este miércoles la creación de un cuestionado comando dedicado a perseguir a los inmigrantes venezolanos bajo el falso argumento de que tienen disparada la inseguridad en la ciudad.

A la mandataria se le vino el mundo encima con su idea. No solo el Gobierno nacional salió a desautorizarla, sino que sus propios aliados, como Sergio Fajardo, la criticaron duramente y calificaron su propuesta de “xenófoba”.

Las cifras de la propia Policía contradicen a la alcaldesa, ya que solo el 2 % de la criminalidad en la ciudad es atribuida a la población venezolana. Lo que la mandataria está haciendo es tender una cortina de humo ante su incapacidad para contener la creciente inseguridad en Bogotá que tiene desesperados a los ciudadanos.

Esto coincide también con su desplome en las encuestas, donde viene cayendo la aprobación a su gestión y su favorabilidad.

Pero Claudia López, por lo visto, está dispuesta a jugar con fuego con tal de continuar haciendo campaña política, poniendo en riesgo la vida de miles de hermanos venezolanos que llegaron a la ciudad huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro. La mayoría de ellos son honestos y trabajadores. A propósito, ¿dónde quedó la Claudia López que promueve la empatía?

La actitud de la alcaldesa contrasta, igualmente, con la del presidente Iván Duque, que expidió un estatuto para regularizar a dichos migrantes, reconocido por el papa Francisco y la comunidad internacional. De hecho, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió una segunda alerta rechazando las actitudes xenófobas de la mandataria.

Las prácticas que propone la alcaldesa, en últimas, son comunes en los gobiernos más represivos del mundo, como Cuba, Corea del Norte y Afganistán, hoy de nuevo bajo el poder de los talibanes, pero no tienen cabida en las democracias. Solo basta imaginar que el presidente Joe Biden cree en Estados Unidos un comando para perseguir a los colombianos con el argumento de que algunos de ellos delinquen.

Claudia López se quedó sola.