El pasado 29 de junio se puede considerar un día histórico para la política colombiana, luego de que el expresidente Álvaro Uribe se reuniera con el actual presidente electo de los colombianos, Gustavo Petro, que la semana pasada lo invitó a un encuentro para poder hablar de los temas importantes del país.

“Ojalá el país pueda ver el escenario del diálogo de las diferencias. La conversación con el expresidente Uribe fue provechosa y respetuosa”, dijo Petro luego de la reunión en la que Uribe le explicó cuál sería el papel de su partido, el Centro Democrático, en los próximos cuatro años.

“Encontramos las diferencias y los puntos comunes. Siempre habrá diálogo gobierno/oposición”, añadió el líder del Pacto Histórico.

Sin embargo, en medio de este ambiente de reconciliación política, algunos de los bastiones del petrismo, como el senador Gustavo Bolívar, demostraron no estar muy felices con este tipo de reuniones, no porque no sean necesarias, sino porque se envía un mensaje equivocado a la ciudadanía.

Para Bolívar, la reconciliación siempre será “bienvenida”, pero en el caso de Uribe, aseguró, solo se puede llegar a la misma prometiéndole un ‘perdón social’, nada más.

Según el congresista, Uribe también debería buscar el perdón judicial y el perdón divino, siendo el primero el único que podría obtener. “Perdón judicial si va a la JEP. Perdón divino…difícil”.

“No podemos traicionar a las víctimas”, concluyó Bolívar en su cuenta de Twitter.