A partir de este martes, cuando el Ministerio del Interior avale el decreto radicado por la Alcaldía de Bogotá, comenzará en la ciudad una nueva realidad.
Desde que empezó el aislamiento a finales de marzo, muchos ciudadanos se preguntaban: ¿cuándo será el día en que se podrá volver a salir a las calles sin restricciones? y ¿cuándo volverá todo a la normalidad? Ese día, con pocas excepciones, ha llegado. Desde este martes los ciudadanos podrán volver a realizar todas las actividades que deseen.
La alcaldesa Claudia López anunció en la mañana de este lunes que se dará apertura a todas las actividades, excepto discotecas, bares, cines y eventos masivos en sitios cerrados.
“A estas alturas es más fácil decir qué no se puede abrir", aseguró la mandataria luego de que le preguntaran por las actividades que quedarán habilitadas a partir de esta semana en la ciudad.
“Toda actividad que ya tenga expedido protocolo de bioseguridad puede operar aplicándolo. No tiene límites de días, pero sí tiene límites de horario de ingreso, tiene límites de aforo y de los cumplimientos de sus protocolos de bioseguridad”, explicó la mandataria.
Precisamente esa será “la nueva realidad” de Bogotá. En términos generales volverán a reactivarse todos los sectores, pero sus condiciones cambiarán: los restaurantes seguirán “a cielo abierto”, los cines se vivirán desde los vehículos y los trabajadores tendrán nuevos horarios a los que deberán adaptarse.
Uno de los grandes cambios para jalonar la reactivación económica consistió en eliminar la restricción de funcionamiento por días. Esto se había contemplado bajo un modelo de “cupos epidemiológicos”.
Una queja de los comerciantes era que con los días permitidos no se podía reactivar en serio la economía. Cientos de lugares tuvieron que cerrar y no aguantaron la presión económica de la pandemia.
Todas las actividades deberán mantener las reglas básicas para evitar contagios: uso obligatorio de tapabocas, mantener el distanciamiento físico, poco aforo y desinfección permanente.
Uno de los sectores que desde hace rato venía pidiendo su reapertura eran las instituciones educativas. Desde hace unas semanas se trabajaba en los protocolos de este sector y las clases presenciales volverán. Sin embargo, en este caso se dará libertad entendiendo que muchos padres preferirán que sus hijos sigan en modalidad virtual para prevenir contagios.
A pesar de que los cines y eventos masivos no están habilitados, muchos se han tenido que reinventar y esa será su nueva normalidad. Ya están programadas varias funciones con presentaciones en vivo de cine, teatro y música en espacios al aire libre y que deberán vivirse de manera distinta, por ejemplo, desde el carro.
En el caso de los bares y las discotecas, muchos de los que tienen la posibilidad por contar con zonas al aire libre han optado por vender comida y bebidas acatando los protocolos y el distanciamiento. Por ahora, las pistas de baile seguirán cerradas y la venta de alcohol seguirá restringida entre las 9:00 p. m. y las 10:00 a. m.
Una nueva realidad se vivirá también en las iglesias. Los feligreses deberán ceder ante algunas costumbres tradicionales llevadas a cabo durante siglos que por ahora no volverán. No estará permitido el saludo de la paz como tradicionalmente se daba y la comunión deberá recibirse en la mano y no en la boca.
Un punto que generó confusión fue con respecto al pico y placa. Inicialmente se había establecido que sería de lunes a sábado de 6:00 a 8:30 a. m. y de 3:00 a 7:30 p. m. Sin embargo, Claudia López descartó que la restricción opere los sábados y el pico y placa seguirá operando como funcionaba antes de la llegada de la pandemia. Tampoco habrá pico y cédula, una medida que buscaba limitar la salida masiva de personas a los establecimientos de comercio.
El principal reto de Bogotá será enfrentar esta nueva etapa con responsabilidad. La propia alcaldesa advirtió que el riesgo de un rebrote es inevitable y el espejo de lo que está ocurriendo en Madrid, España, debe activar todas las alarmas. Esta semana, en la capital española tuvieron que decretar nuevas medidas de confinamiento en algunos sectores de la ciudad por el aumento de los contagios, luego de semanas de reapertura casi total.
Según las cifras de la Alcaldía de Bogotá, una de las razones para la reapertura fue el índice de ocupación de UCI, que actualmente es del 54 por ciento y el cual había llegado a estar en el 93 por ciento. Así mismo, se deberá tener en cuenta el RT, es decir, el nivel de reproducción del contagio.
Ambos indicadores serán fundamentales para controlar la propagación del virus en esta nueva normalidad.
Uno de los problemas con el RT es que este valor se ve reflejado en 14 días, por lo que los resultados que se evidencian actualmente reflejan el panorama de hace unas semanas.
“Cuando el RT empieza a subir en una ciudad tan grande como Bogotá, se empieza a disparar el contagio y eso puede pasar en cuestión de días o semanas. De manera que tratar de mantener esa tasa de reproducción o contagio por debajo de 1 debería ser el principal propósito de nuestra ciudad por encima de cualquier otro si de verdad salvaguardamos la vida”, dijo la alcaldesa.
Por esto serán fundamentales el estricto cumplimiento de los protocolos por parte de cada negocio y la cultura ciudadana que mantengan las personas en las diferentes actividades.
Sumado a esto, hay una gran preocupación por el impacto que puedan tener las marchas en el aumento de los contagios. Eso se sabrá en cuestión de días. En algunos sectores parece más grande la inconformidad con el Gobierno que el miedo a la posibilidad del contagio.
Claudia López sabe que no es conveniente la movilización en la ciudad por la pandemia, pero se ha mostrado en favor de las manifestaciones pacíficas y ha alertado que así se deben mantener o recurrirá al uso de la fuerza si se presentan hechos de vandalismo.