Para la activación de la revocatoria de mandato del alcalde del municipio Cúcuta, Jairo Yáñez, la Registraduría Nacional avaló 69.333 firmas, de las 120.000 que envió un comité de ciudadanos en desacuerdo con su gestión en la capital de Norte de Santander.
Para que el organismo autorizara la revocatoria se necesitaban 33.018 rúbricas. Sin embargo, el comité ‘De que se va se va, póngale la firma’, duplicó la cantidad, y envió a la Registraduría Nacional en agosto pasado 13 cajas que contenían 120.000 firmas de ciudadanos cucuteños que expresan su descontento con el mandatario local.
Jaime Vásquez, miembro del comité promotor, informó en un comunicado enviado a los medios que el pasado lunes recibieron la notificación del informe técnico del procedimiento de verificación de firmas de la Registraduría. “Nos avalan 69.333 firmas, es decir, el 52,59 % de las firmas presentadas”, precisó el vocero del comité.
Esta situación de oposición ciudadana al mandatario local es inédita en Norte de Santander. Según aseguró Vásquez, nunca había sucedido en una ciudad capital del país, ya que es la primera vez que procede ante un organismo el proceso de revocatoria con la recolección de firmas.
De acuerdo con el procedimiento de la Registraduría, el siguiente paso es la expedición del certificado de cumplimiento de los topes de campaña y estados contables del comité promotor, para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) pueda convocar a los cucuteños a las urnas, y que se decida si quieren o no la continuidad del mandatario local.
Según precisaron fuentes de la Registraduría, la revocatoria del mandato deberá darse dentro de un término no mayor a dos meses, contados a partir de la aprobación de las firmas recolectadas, lo que quiere decir que la convocatoria en la que se tomará una decisión sobre el mandato del alcalde Jairo Yáñez podría darse a finales del mes de noviembre.
En definitiva, para que la revocatoria sea aprobada tendrán que asistir a las urnas al menos 130.565 cucuteños, lo que equivale al 40 % de la votación válida y registrada en la elección municipal del año 2019. Enfatiza la norma electoral que de estos votantes, la mitad más uno deberá votar por el sí de la revocatoria de mandato para que se concrete la petición.
Añade la Registraduría que dentro de los ocho días siguientes a la notificación de la resolución que certifica el cumplimiento de los requisitos para la revocatoria del mandato, el gobernador de Norte de Santander fijará fecha en la que se llevará a cabo la jornada de votación del mecanismo de participación ciudadana.
“Esto no tiene vuelta de hoja; la revocatoria es un hecho”, declaró al diario La Opinión de Cúcuta Miguel Galindo, presidente del comité ‘De que se va se va, póngale la firma’, quien anunció que lo siguiente es organizar la logística para promocionar no solo la jornada de votación sino la campaña por el ‘sí’, para la revocatoria.
Galindo estima que se logrará la meta de que asistan a las urnas más de 130 mil cucuteños, ya que ha recibido muchos comentarios de gente que quiere participar para revocar el mandato del alcalde. Sin embargo, admite que se presentarán muchos momentos de tensión en la capital de Norte de Santander.
En el año 2017, en Ocaña, otro municipio de Norte de Santander, los ciudadanos llegaron a las urnas para apartar del cargo de manera anticipada a la entonces alcaldesa Miriam Prado Carrascal. Sin embargo, en esa oportunidad no se alcanzó el umbral requerido para validar la revocatoria.
El alcalde Jairo Tomás Yáñez Rodríguez tiene 70 años. Es ingeniero civil, empresario y miembro del partido Alianza Verde. Fue elegido para el periodo 2020-2023 en la contienda electoral del 27 de octubre de 2019. En ese momento resultó ganador con 110 mil votos.
El pasado mes de enero, Yáñez cumplió la primera audiencia de revocatoria en contra del mandatario, organizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE). En la misma, el mandatario local tuvo explicar que está cumpliendo con su plan de Gobierno ante los reclamos de los habitantes de Cúcuta.
En esa oportunidad, Yánez prometió neutralizar los indicadores de pobreza, informalidad, falta de infraestructura y un atraso de varios años de la ciudad. Asimismo aseguró que se veían recuperando los recursos públicos de la administración, y que a pesar de la pandemia se recuperó la economía del municipio gradualmente.