SEMANA: ¿Cómo es la misión de TNC en todo el mundo?
Claudia Vásquez (C. V.): TNC es una organización global, una de las más grandes en su campo. Tiene alrededor de 70 años de existencia y su origen está en Estados Unidos. Con el tiempo, empezamos a desarrollar programas internacionales y en Colombia llevamos presentes 35 años. A pesar de situaciones de conflicto, hemos permanecido en el país. Esto es crucial porque Colombia es un país megadiverso, lo que merece mucha atención del sector de la conservación.
TNC cuenta con aproximadamente seis mil empleados alrededor del mundo y estamos presentes en 72 países. En América Latina operamos en nueve países. Nuestro enfoque principal es la conservación, y todas nuestras soluciones están basadas en ciencia. Contamos con equipos científicos que constantemente están formulando hipótesis, buscando evidencia y demostrando que nuestras propuestas tienen un impacto positivo para la naturaleza.
Todo lo que hacemos tiene un propósito adicional: que las personas puedan prosperar. Para nosotros, la naturaleza y las personas están íntimamente relacionadas, son inseparables. Nos interesa que la conservación genere efectos positivos y beneficios colaterales para las personas.
Protegemos todo aquello que permite la vida: el agua, la biodiversidad, el clima, la producción sostenible de alimentos y trabajamos con comunidades. Aunque no tenemos un programa específico de biodiversidad, trabajamos con soluciones basadas en la naturaleza. Esto significa que usamos lo que la naturaleza nos ofrece para resolver problemas como el cambio climático, la escasez de agua o la producción de alimentos. Al hacerlo, también conservamos la biodiversidad sin que sea nuestro objetivo directo.
SEMANA: ¿Y cómo se relaciona esto con la COP16?
C. V.: La COP es un espacio internacional en el que 196 partes se reúnen para discutir temas de biodiversidad. TNC siempre ha estado presente en estos espacios como organización no gubernamental, acreditada por el Convenio de Diversidad Biológica. Participamos activamente, proporcionando insumos a las delegaciones y a la secretaría.
Un ejemplo es que en la COP15, que se celebró hace dos años en Montreal, trabajamos con varios gobiernos para la adopción del Marco Global de Biodiversidad. Ahora estamos colaborando con el Gobierno colombiano en la actualización del Plan Nacional de Biodiversidad, que será presentado próximamente.
Esta vez, la COP en Colombia es una gran oportunidad para mostrar la biodiversidad del país y trascender el discurso de que somos el segundo país más megadiverso. El sector privado también ha aprovechado para organizar foros y eventos paralelos. Por ejemplo, el Congreso de la Andi coincidirá con la COP y habrá un día dedicado a seguros y otro a finanzas y biodiversidad.
Estaremos presentes tanto en la Zona Verde como en la Zona Azul. En la Zona Azul, tendremos eventos aprobados por la convención, entre ellos uno sobre financiación innovadora para cumplir con los objetivos climáticos y de biodiversidad. Es importante destacar que esta COP incluye un espacio clave para discutir cómo la biodiversidad contribuye a la adaptación al cambio climático.
Esto es algo novedoso, ya que generalmente la biodiversidad y el cambio climático se tratan en foros separados. Esta vez, se abordarán juntos y eso será crucial para la COP30, que se celebrará el próximo año en Belén, Brasil. Es interesante que dos países megadiversos, como Colombia y Brasil, alojen la COP de biodiversidad y la de cambio climático en el mismo año.
América Latina juega un rol clave en la mitigación del cambio climático debido a la extensión de sus bosques, especialmente en la región amazónica. Sin embargo, la variabilidad climática afecta enormemente nuestra biodiversidad, mucho más que en otros lugares del mundo.
En la Zona Azul también realizaremos un evento sobre cómo el financiamiento directo a las comunidades indígenas puede beneficiar la conservación de enormes extensiones de territorio. Los pueblos indígenas son los guardianes de vastos territorios donde se concentra gran parte de la biodiversidad global, pero muchas veces la financiación no llega directamente a ellos.
SEMANA: ¿Algo más que quiera resaltar sobre la agenda de la COP?
C. V.: En la Zona Verde, que estará en Cali, también habrá eventos importantes, pero creo que los dos que mencioné en la Zona Azul son los más relevantes. Entonces, en la Zona Verde vamos a estar en una alianza con el Instituto Humboldt. Vamos a estar en lo que hemos llamado la Casa Humboldt, un edificio completo en el que habrá una agenda desde el 19 de octubre hasta el 30 de noviembre.
SEMANA: Imaginamos que tienen un gran apoyo...
C. V.: Sí, y ahí vamos a tener una gran cantidad de eventos con diferentes socios. Decidimos hacerlo de esta manera porque esta es la COP de la gente. Estamos tomando muy en serio el mandato del Gobierno y queremos que todos puedan entender de qué se trata vivir en un país megadiverso.
Primero, tendremos encuentros con jóvenes y niños. También tendremos un evento sobre el rol especial de las mujeres en la conservación de la biodiversidad, particularmente en las sabanas naturales de nuestro país. Lo que queremos es mostrar que Colombia, por ser un país megadiverso, tiene ecosistemas muy importantes más allá de sus bosques: también tiene sabanas naturales, páramos y bosques secos, aunque desafortunadamente queda muy poco de estos últimos.
Toda esa variedad de ecosistemas nos obliga a pensar en soluciones muy diversas e integradas para poder conservar lo que tenemos. También presentaremos una exposición del fotógrafo Federico Ríos desde el 24 de octubre hasta el final de la COP. Él documentó el Parque Nacional de Manacacías, una zona muy especial en el Meta, que conserva unas sabanas onduladas únicas en el mundo. Queremos mostrar que hay otros ecosistemas en Colombia que merecen nuestra atención, ya que también contribuyen a la mitigación del cambio climático, la producción de alimentos y la conservación del agua.
Además, tendremos un evento con el sector privado sobre la restauración de la naturaleza. El Gobierno ha implementado una serie de incentivos para que las empresas privadas participen más en la meta de restauración del Plan Nacional de Desarrollo, que es bastante ambiciosa: un millón de hectáreas para 2030. Aunque no parezca mucho, en términos de restauración es un gran desafío, ya que es un proceso costoso y lento. Queremos promover que el sector privado participe porque la restauración es una actividad que crea empleo y permite mucha inclusión.
SEMANA: Y también hay un rol importante para las mujeres...
C. V.: Así es. Tendremos un evento sobre las mujeres en la conservación de las sabanas naturales, no solo con llaneras colombianas, sino también con mujeres del Gran Chaco argentino y de Mongolia, donde recientemente se cerró un mecanismo financiero para la protección de sus sabanas. Alguien del Cerrado brasilero también participará. El Cerrado es lo más parecido que tienen en Brasil a nuestros llanos.
SEMANA: ¿Qué producciones tienen en la COP?
C. V.: Lanzaremos una serie llamada Reto Aventura Orinoquía, que hicimos con Mauricio Salazar, nuestro embajador. En ella mostramos la vida en la Orinoquía colombiana: el trabajo con ganado, la fauna, y especies como el caimán llanero, que es única en el mundo. Queremos destacar el esfuerzo local por recuperar esta especie, que casi se extinguió debido a la explotación de su piel.
SEMANA: Todo está guiado hacia la biodiversidad en compañía del sector privado...
C. V.: Sí, y también participaremos en un evento organizado por Fasecolda, el gremio de las aseguradoras, para hablar sobre las soluciones basadas en la naturaleza. Las aseguradoras tienen un papel clave en la implementación de seguros paramétricos para ecosistemas como los páramos, que proveen agua para cultivos y viviendas. Si conservamos los páramos, por ejemplo, aseguramos el suministro de agua. Lo mismo ocurre con los corales, que son barreras naturales contra huracanes. Conservar estos ecosistemas reduce riesgos, y las aseguradoras están comenzando a asegurarlos, lo cual es una gran solución basada en la naturaleza.
SEMANA: ¿Qué cree que puede ofrecer esta COP diferente a las anteriores?
C. V.: Creo que lo que aporta esta COP es una visión integral de cómo todo está relacionado. Si actuamos en un área, necesitamos que nuestros vecinos también lo hagan para maximizar los resultados. Aportamos una mirada sistémica, entendiendo estas interrelaciones, y proponemos cambios transformacionales, es decir, cómo podemos realizar ajustes estructurales en nuestras economías que no afecten la biodiversidad y el clima. Un ejemplo son los incentivos perversos en la agricultura, que es un sistema que debemos revisar.