En las últimas horas, aterrizó en la base militar de Catam, un avión de la Fuerza Aérea con 116 colombianos a bordo, quienes fueron repatriados del Líbano con el fin de salvaguardar sus vidas tras la delicada situación que se vive en Medio Oriente.
En medio del vuelo, una de las colombianas que se encontraba abordo del avión de la Fuerza Aérea entregó un duro relato de la situación que se vive en Medio Oriente a raíz de la guerra que se desató por cuenta del grupo terrorista Hamás.
“Pido por favor que sí haya un nuevo vuelo humanitario, 1 o 2, porque queda muchísima gente que quiere salir y la situación en Líbano cada día está más tensa, cada día es más peligroso, para todos los que quedan allá y por favor que sí haya un nuevo vuelo y que podamos sacar a todas las personas que quieran salir de Líbano. La situación es muy lamentable, se viven momentos demasiado tensos”, señaló la colombiana que viajó en el avión de la fuerza pública colombiana.
Otras de las personas que entregó su relato, fue el coronel Andrés Correa, piloto del avión que trajo de regreso a los colombianos que se encontraban en Medio Oriente. Dijo que esta fue una misión que se programó contrarreloj, en un término de cuatro días y que por fortuna, pese a los riesgos que existía, se logró cumplir sin mayores novedades.
“Fue una preparación milimétrica, como primero de mando un vuelo internacional, son vuelos que ya en este equipo estamos acostumbrados, habituados a hacerlo, donde cada tripulante del escuadrón ya tiene unas funciones, unas responsabilidades delegadas, finalmente activamos nuestro protocolo de escuadrón, donde cada uno va haciendo su parte y pues esto permite que el ejercicio sea mucho más ágil, sea mucho más preciso, en donde no se pase por alto absolutamente ningún detalle de un planeamiento de un vuelo de estos, pues que es al otro lado del mundo, es complejo, donde cualquier detalle puede hacer que la misión fracase”, indicó el oficial de la Fuerza Aérea.
Agregó el piloto que: “el principal desafío fue la certeza de que el espacio aéreo de sobrevolar el Mediterráneo desde Chipre hacia el Líbano, pues hacia la ciudad de Beirut, estuviera asegurado. Ese reto, ese desafío, esa incertidumbre, porque que pronto por el afán de alguien de querer que el vuelo se hiciera, pues de pronto se pusiera en riesgo la seguridad de nosotros”.
Así mismo indicó que: “sin embargo, pues sabemos que se hizo un trabajo muy consciente, muy profesional y sobre todo garantizando siempre la vida de los tripulantes, de los pasajeros y la seguridad de la aeronave, pues se llevará a cabo. Entonces, finalmente, esa incertidumbre de que de pronto algún pequeño detalle faltara, de pronto nos informara alguna persona y verse alguna novedad de seguridad indeseada, pues siempre fue el mayor reto, el mayor desafío, la mayor preocupación. Sentimos esa satisfacción del deber cumplido, de que finalmente estamos formados como militares, es para esto, que en situación de guerra, de paz, estamos para apoyar a nuestro país, a nuestros connacionales”, añadió.