“El senador Castaño nos dio a Pablo y a mí, en su apartamento, ubicado en el norte de Bogotá, en la Circunvalar con 57, la suma de 50 millones de pesos, el dinero nos lo entregó Juan Carlos Martínez, esa entrega se dio porque Pablo Gómez llamó a Mario y le dijo que nos diera un anticipo porque no teníamos plata para empezar a trabajar en el tema del Ministerio de Cultura, es decir, porque no teníamos plata para arrancar las gestiones. Ahí conocí a Martínez, nos entregó el dinero en un sobre de manila, en efectivo, en billetes de 50 mil pesos, ahí estaba el senador y nos dijeron que era un plante para comenzar a trabajar”.
Este es tan solo uno de los apartes de las explosivas declaraciones que Nova Lorena Cañón, una lobista de alto perfil, le acaba de entregar a la Fiscalía.
SEMANA revela en exclusiva los detalles hasta ahora inéditos de los ocho extensos interrogatorios que entregó esta periodista y relacionista pública en el búnker de la Fiscalía, en medio de su proceso de colaboración con la justicia a cambio de beneficios en su caso. Desde marzo hasta mayo, fue citada en varias ocasiones para poner finalmente al desnudo cómo operaba la sofisticada red de corrupción liderada por el senador Mario Castaño, del Partido Liberal, que habría saqueado las arcas del Estado por un valor superior a los 60.000 millones de pesos.
Las declaraciones de Cañón ponen contra las cuerdas al senador Castaño; a su mano derecha, Juan Carlos Martínez (hoy prófugo); a los alcaldes de diferentes municipios de Tolima y Caldas; a Sandro Condía; a un candidato a la Cámara por Boyacá, del Partido Liberal, y que se quemó; y a funcionarios, contratistas y particulares. Sus testimonios han resultado tan contundentes que la propia Corte Suprema de Justicia, que tiene tras las rejas al senador Castaño, ya citó a Cañón para que sea testigo de cargo contra el otrora cacique político del Eje Cafetero.
Cañón, hoy detenida en la cárcel para mujeres El Buen Pastor, cuenta con una gran trayectoria en relacionamiento público. Se movía como pez en el agua entre los medios de comunicación, periodistas, empresarios y funcionarios de distintas entidades gubernamentales.
Esas características, en especial su cercanía con miembros del Gobierno, hicieron que entrara al círculo de confianza de Castaño. En sus declaraciones, con celular en mano, contó en detalle cómo, bajo la batuta del senador, sus tentáculos alcanzaron a llegar a varios ministerios.
Los contactos de la relacionista pública eran diversos. Tenía acceso a varios ministerios, entre ellos Interior y Cultura, y entidades como la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), en donde abrió las puertas para que la maquinaria de corrupción del senador lanzara la red y capturara miles de millones de pesos en contratos. A cambio, ella recibía lo que le contó a la Fiscalía que denominaba como “puntos”, es decir, porcentajes en dinero por su gestión.
Esta mujer formó parte de una red corrupta de más de 70 personas, diez de ellas ya capturadas, a las que uno de los investigadores califica como “una impresionante y calculada feria de sobornos”. En los interrogatorios, la Fiscalía le pidió que relatara cómo conoció a Mario Castaño y cómo se movían los sobornos y coimas.Cuando la Fiscalía le preguntó cómo conoció a Castaño, esto fue lo que respondió: “Fue en el año 2019, tal vez entre agosto y octubre. Fue en la casa de la señora Nubia, en la 116, en Santa Bárbara. Se trataron temas personales, me contó que era un senador de Caldas, ese día yo le comenté que era cercana a Juliana Márquez, mamá del presidente”.
La propia Cañón reconoce que utilizó el nombre de la madre del primer mandatario y que ella nunca estuvo enterada de sus andanzas y las de la banda a la que pertenecía.“Pregunta: ¿precise a la Fiscalía el papel que jugó la señora Juliana Márquez en los hechos narrados por usted en este interrogatorio”, le planteó el ente investigador. Cañón respondió: “Ninguno.
La señora Juliana Márquez nunca se enteró de los pagos que me hizo el senador, incluso, ella desconocía que yo trabajaba con el señor Mario Castaño, es una persona ajena a la situación. Ella desconocía el tema de MinCultura, el pago que recibí de las ambulancias, desconoció el pago que me iban a dar de los Sacúdete. Le puedo decir que ella sabía que yo iba a las gestiones, pero ignoraba el interés económico que recibía de Castaño y de los alcaldes, que, por ejemplo, me pagaron de las dos ambulancias”.
Cuando la conoció, Castaño se dio cuenta de que tenía que poner a jugar rápidamente a Cañón y lanzarle una millonaria oferta. “Fue en septiembre de 2019, en esa reunión Mario me habla de la Escuela Taller de Salamina, Caldas, me dice que hay un proyecto, en MinCultura, sin recursos, y me dice que si es posible que me acerque al viceministro Londoño y consiga los 2 mil millones, para que sean trasladados de Hacienda a Cultura. Es ahí donde él me envía el celular del viceministro”, contó.
“En esa misma oportunidad, fue que Mario Castaño me ofreció el 15 % de los 2.000 millones, es decir, 300 millones”, señaló la mujer, quien aclaró que el dinero debía ser compartido con otro lobista llamado Pablo Gómez y otra persona que finalmente no participó en las gestiones.
Con cada nombre, cada detalle y cada cifra, la Fiscalía no quería dejar ningún cabo suelto e interrumpía su relato para preguntar por cada caso y su protagonista.
Fueron muchos los negocios de los que Cañón conoció. En su declaración narró que en una oportunidad utilizaron su nombre para la búsqueda de recursos millonarios. “James nos comenta que se reuniría con el viceministro de Cultura Argote, con el fin de presentarle los proyectos de la Escuela Taller de Salamina, dice que Mario Castaño consiguió unos recursos que iban a ser trasladados a Cultura, que él debía ir a preguntar si estos recursos ya estaban en Cultura y que de paso iba a preguntar por el proyecto del Tolima. Él se fue para donde el viceministro, al día siguiente me llama a mí muy temprano preocupado porque él en esa reunión había utilizado mi nombre diciendo que yo iba a conseguir 8.500 millones de pesos.
Me dijo que lo disculpara, yo le pregunté que si el proyecto no se iba a presentar por 3.000 millones, se puso a llorar, me pidió excusas, le pregunté que si el senador Castaño sabía de la reunión y dijo que sí, que después de salir del Ministerio se había encontrado con el senador y lo había comentado”, dijo en el interrogatorio.La lobista habló ante la Fiscalía de otros negocios millonarios que estaban en la mira de Castaño.
Por ejemplo, de uno que supuestamente estaban tratando de sellar con un hombre llamado Germán y cuyo apellido no recordó. “Cuando estamos hablando del señor Germán, nos referimos al amigo del senador Castaño”, haciendo referencia a las menciones que hacen de unas ONG que ella dijo desconocer. Afirmó que desayunó con Germán el 9 de junio de 2021, en el norte de Bogotá.
Se refirió a una millonaria contratación: “Allí se habló de unos proyectos productivos que tenían, bilingüismo, cualquier proyecto social que necesite, ellos lo montaban, y lo más importante, decía que las ONG tenían el monto financiero porque tienen cómo responder mientras el Estado les desembolsa, el Estado se demora pero paga, cuando hablan de un anticipo desconozco quién les quitó esos 1.300 millones de pesos”.
En la declaración también hizo referencia al mismo Germán, esta vez con un supuesto negocio con la Dian. “Lo que se busca en el tema con la Dian es que Germán dice que conoce empresarios para trabajar obras por impuestos”.
El rosario de millones está siempre presente en las declaraciones, aunque en varias aseguró que ella no recibió plata de eso: “Desconozco la conversación que Pablo tuvo con la persona que mencionan como Jaime, sobre una suma de 350 (millones). No conozco de ese contrato, nunca participé”.
Uno de los protagonistas en estos testimonios era el director de la Escuela Taller de Salamina, quien estaría presuntamente buscando dinero por diferentes entidades. Sobre él, afirmó: “Pablo menciona que James (director de la Escuela Taller de Salamina) no le volvió a contestar el teléfono, que armó un avispero en el Ministerio y nunca presentó los proyectos, que James quedó con 1.700 millones de pesos y está tranquilo”.“No sé qué era lo que Pablo hablaba con James de plata. Se habla también de que James va a colocar unos talleres escuela que valen entre 70 y 80 millones de pesos por municipio”, agregó Cañón.
Dijo que si el Ministerio aprobaba 500 millones de pesos, James se quedaba con una parte. “Se menciona que si Mario Castaño está de por medio, las cosas se hacen”, aseguró la lobista. Sus contactos Al inicio de cada uno de los interrogatorios, Cañón pedía que le entregaran su celular, que está en poder de la Fiscalía bajo cadena de custodia. Ahí se guiaba para no cometer imprecisiones y verificar fechas de reuniones, sitios, montos, tipos de contratos y qué alcaldes y entidades visitó para las misiones en nombre del señalado corrupto senador Castaño.
Llama la atención, justamente, la lista de contactos, entre los que menciona a funcionarios del Ministerio del Interior, alcaldes de Tolima y Caldas, directores de hospitales y, por supuesto, la permanente comunicación con el congresista, hoy tras las rejas. La lista, que empieza con 13 contactos, iba creciendo con las preguntas de la Fiscalía. Cada uno de estos datos significaba, o un mandatario municipal que buscaba sus oficios para la aprobación de proyectos a cambio de un porcentaje, o su contacto en las entidades del Gobierno.
Según le dijo a la Fiscalía, eran varias y diferentes las gestiones que realizaba. Por ejemplo, con Juan Alberto Londoño, exviceministro de Hacienda, aseguró que habló para viabilizar una escuela taller que se estaba gestionando en el Ministerio de Cultura, pero el dinero dependía del aval de Hacienda. En esas gestiones y reuniones hay dos nombres en común: Pablo Gómez, otra persona encargada por Castaño para gestionar recursos a cambio de millonarios pagos; y James Peña Garzón, director de la Escuela Taller de Salamina, entidad a través de la cual buscaban direccionar recursos.
“Solo quedaba esperar a que los recursos llegaran a MinCultura, pues ya se había dado la orden de descongelarlos, James me escribe y me dice que hay bandera roja, que quedan instrucciones de Castaño cómo nos van a entregar la plata. Antes de que James nos pagara la plata, el senador nos citó a una reunión a James, a Pablo y a mí, al lado de Atlantis, en un restaurante (...) Ese día me agradeció por haberle colaborado en gestionar los recursos en Hacienda, que muy bien el lobby, dijo que James ya nos entregaba la plata. Ahí también me dijo que íbamos a pasar otro proyecto ante el mismo ministerio por la misma escuela taller por 3 mil millones de pesos”, se lee en el interrogatorio.
Con las gestiones llegaba el dinero, y con el dinero, los lujos. Es así como en una reunión que tuvieron en agosto de 2021, en un hotel de Bogotá, James les muestra el carro que había comprado y, entre burlas y chistes, repiten una frase que casi es una muletilla del senador Castaño: “Siga robando, pero poquito”.
A quien también trataron de meter en sus oscuros negocios de “gancho ciego” fue a la esposa del ministro de Defensa, Diego Molano, quien para la época buscaba regalos de Navidad para los soldados en un proyecto llamado ‘Los héroes no corren solos’. En este caso no pudieron sacar tajada, pero tal era la avaricia de la red de Castaño que llegaban de todas las formas a los funcionarios para tratar de hacer negocios y penetrar la contratación.
Otra entidad en la que tocaron las puertas fue la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Cañón tomó su celular para recordar lo ocurrido y leyó lo siguiente: “Pablo le pregunta a Lorena sobre la reunión de la SAE, en la que Mario Castaño quiere que Wilmar Herrera, exalcalde de Norcasia, se presente como un empresario para que le renten predios como persona natural, el senador designa a Juan Carlos Martínez para que vaya y se reúna en la SAE y reciba información de cómo acceder, como un privado, a predios de la SAE”.
En repetidas comunicaciones encontradas en el celular de Cañón, se revela que estaban buscando la entrega de un predio en arriendo y lo gestionaban ante esa entidad. Aunque ella señaló que no tuvo que ver con negocios de iluminación navideña, sí entregó información de un contrato que por esos días resultó escandaloso. Era justo en medio de la pandemia y cuando las islas de San Andrés y Providencia fueron sacudidas por el huracán Iota. Se gastaron 1.700 millones de pesos en las luces de fin de año. Lo mismo ocurrió en el municipio de Villamaría, Caldas. La mano delincuencial de Castaño habría estado presente, según Cañón, en esos contratos.
Las coimas que recibía el senador y su banda no eran solo con dinero. Tenían que garantizar su reelección para que la plata y los negocios turbios siguieran fluyendo. Así lo hicieron con Sandro Condía, un candidato a la Cámara de Representantes en Boyacá, a quien Cañón ayudó para que le dieran el aval del Partido Liberal.
“El señor Sandro Condía se reúne con el senador y le dice que le va a ayudar con entre 7 mil a 10 mil votos para que le dé el aval. Se habla también de que Mario le ayude a Sandro con Simón Gaviria para que le dé el aval. Sandro dice que me da el contrato de comunicaciones y listo”, contó la lobista a los fiscales del caso.
Con Sandro Condía también trataron de sacar una tajada millonaria y así lo explicó: “Pablo habla con Jorge Serna, la persona que trabaja conmigo, y lo que pretendía Pablo era que yo pasara un presupuesto alto de comunicaciones de mi empresa a Sandro, por más o menos el monto de 500 millones y que incrementara 80 millones más y que se los diera a él. Es claro que Pablo quería que yo le diera una parte de mi contrato de comunicaciones”.
La confesión de Cañón es tan impactante que muestra cómo la telaraña de Castaño rastreaba los contratos y buscaba dinero en diferentes entidades. También tocaron las puertas del Fondo Nacional de Turismo (Fontur). Por esa vuelta recibieron 20 millones, 10 para la lobista y los otros 10 para Pablo Gómez. “Se sostuvieron dos reuniones virtuales con James Peña y Jaime García, de Fontur, donde le explicaban cómo debía presentar el proyecto, el dinero nos lo entregó como anticipo para que le buscáramos el dinero del proyecto en Fontur”, contó la relacionista.
Varias de las gestiones que realizaba Cañón eran para viabilizar recursos ante entidades del Estado con la finalidad de que les aprobaran ambulancias, escuelas lúdicas, centros de salud y los conocidos programas Sacúdete, que son infraestructuras para actividades de recreación al aire libre.
No fueron pocos los contactos. En la lista están los alcaldes de Armero Guayabal, Coello, Mariquita, Alcalá, Salamina, Villamaría y Chinchiná. El modelo implicaba que los mandatarios municipales pagaban un porcentaje de dinero a cambio de las gestiones para la aprobación de los proyectos. No obstante, advirtió la lobista, algunos no se concretaron.
Como parte de su colaboración, Cañón le hizo a la Fiscalía un resumen de los dineros que había recibido. Según ella, por lobby y no por mordidas a contratos. La Fiscalía tendrá que investigar esta versión.“Recibí de la señora Ruth 20 millones, 10 para Pablo y 10 para mí, en el tema Sacúdete de Armero Guayabal, el dinero me lo entregaron en efectivo en el Centro Comercial Gran Estación, el 30 de agosto de 2021. En lo referente a la ambulancia, recibí 8 millones a través de transferencias bancarias. También recibí 7.800.000 por la ambulancia de Alcalá. Recibí 10 millones en efectivo por concepto del lobby ante Fontur para la escuela taller de Salamina, Caldas. También el senador Mario Castaño nos entregó 50 millones a Pablo y a mí en la cita en su casa”, confesó.
En el interrogatorio, Cañón hizo cuentas y fue desenredando la madeja de corrupción. “Después de la entrega de los 40 millones, paso a la casa del senador, me entregan 10 millones. Cuando salió lo de las escuelas taller de Salamina, el senador define que nos da el 15 %, del Ministerio de Cultura salen 2.000 millones, de ese dinero dice que nos deben entregar 300 millones. La entrega fue así: en el restaurante donde yo voy a almorzar, entre Ibagué y Armero Guayabal, Pablo me entrega una bolsa con 230 millones en efectivo y él se queda con 70 millones. A los días me llama Martínez y me dice que de esos 230 tengo que devolverle 100 millones que el senador nos había dado de anticipo. Yo hablo con el senador y dijo que nos dejaba 50 para trabajar y 50 que le debía consignar”, relató.
Lo dicho por Cañón ante la Fiscalía ha sido una bomba y le está sirviendo para abonar su intención de llegar a un acuerdo de principio de oportunidad y aceptación de cargos para reducir su pena. La lobista, quien fue la primera en levantar la mano para colaborar, no es la única. Dos de los implicados también están haciendo fila para delatar a cambio de beneficios, pues conocen las intimidades de otros temas, no menos graves, de los que ha contado Lorena y que siempre apuntan al senador Castaño. ¿Con cuánto se quedaba el congresista? ¿Cuánto le pagaban a los funcionarios que le ayudaban a ‘patinar’ los contratos? ¿Qué pasó con los alcaldes?
SEMANA omite publicar algunos nombres que aparecen en las diligencias para no entorpecer las investigaciones, pues la Fiscalía estaría lista para tomar decisiones en contra de algunos alcaldes, gobernadores y otros funcionarios comprometidos en esta trama corrupta.
Mientras tanto, el senador Castaño sostiene que es inocente. Pero la avalancha de pruebas y testimonios lo tienen contra las cuerdas. Lo que queda claro es que lo que sabe Cañón será definitivo para encontrar la verdad. La testigo está dispuesta a contarlo todo. Lo que se ha conocido hasta ahora apenas es la punta del iceberg.