Yéferson Cossio, el polémico influenciador paisa que gana entre 3.000 y 4.000 millones de pesos al mes por su actividad en las redes sociales, cumplió su promesa de renunciar a la nacionalidad colombiana, alegando que la suma que le exigió la Dian por impuesto de renta en 2021 era exorbitante: 572 millones de pesos.

La cifra pagada por todo el año es el equivalente a 14,3 por ciento del millonario ingreso mensual que recibe Cossio, quien, desde noviembre, viene sacudiendo las redes, luego de que –en ese mismo escenario– varios internautas lo acusaran de ser un presunto evasor de impuestos.

Conocido por sus extravagantes desafíos y por sus millonarios sorteos y bromas pesadas, estrategias que lo han llevado a tener alrededor de 7,8 millones de seguidores en Instagram, más de 16 millones en Facebook y más de un millón en YouTube, Yéferson Cossio respondió. No solo dejó ver algunos de los pagos mensuales que hace a la Dian, a título de anticipo de lo que posteriormente se abonará al saldo a pagar en su declaración de renta, sino que se mostró indignado con el país y dijo que se iba a pagar impuestos a otro lado, lo que finalmente oficializó esta semana.

En su momento, habló de corrupción, argumentando que “tratar de solucionar las cosas con sobornos es de personas corruptas”. Y manifestó estar “sumamente enojado porque aquí todo se lo roban. Supongo que los 700 millones de pesos que acabo de pagar son para otro Lamborghini de una de las hijas de otro funcionario corrupto de la Dian”.

Pero no todas las piezas de la historia de los impuestos de Cossio estaban destapadas. Además, su renuncia a la ciudadanía para dejar de pagar impuestos en Colombia no será tan simple como él advierte, pese a que en el momento en el que hizo el anuncio señaló estar buscando asesoría para el trámite legal y financiero.

SEMANA pudo establecer que la declaración de renta presentada en 2021, por el año gravable 2020, no incluyó todos los ingresos obtenidos en esa anualidad, por lo que lo tributado no correspondía a la realidad de su actividad económica.

Las normas tributarias colombianas señalan que los ciudadanos deben mostrar sus ingresos ante la Dian y realizar un aporte que se establece a través de leyes tributarias que pasan por el Congreso. Dicho aporte es utilizado por el Estado para financiar lo que hay que pagar entre todos: construcción de vías, colegios, hospitales, parques y todo lo de uso común. Esa contribución es obligatoria y se hace al presentar la declaración de renta. Cuando no se incluye todo el patrimonio ni el total de los ingresos obtenidos, se considera una omisión, que debe ser corregida y es motivo de sanciones económicas. Entre tanto, si el ciudadano está obligado a declarar renta y no lo hace, se convierte en evasor.

En el caso de Cossio, quien en su momento revolucionó las redes sociales al hacerse un implante de senos para cumplir un reto, fue llamado por la Dian, como él mismo lo relató, porque la declaración de renta presentada para el año gravable 2020 no incluyó todos los ingresos obtenidos. Y ante la falta de argumentos o pruebas que justificaran la omisión en sus cuentas, Cossio presentó voluntariamente la corrección de la declaración de renta. Fue así como adicionó ingresos que había omitido por un valor total de 829,6 millones de pesos. De hecho, en principio pagó 156,3 millones de pesos de impuesto, pero con la corrección de los faltantes por anticipos mensuales, más la multa, la cifra subió a 572 millones, es decir, le faltó mostrar ingresos cercanos a los 1.000 millones de pesos, que le restaban una suma considerable, de 415,6 millones, en el impuesto por pagar.

Con ingresos mensuales promedio de 3.000 millones de pesos, que él mismo ha dado a conocer, este influenciador logró rentabilizar a sus millones de seguidores.

El desfase en el pago del anticipo de renta que se hace mensualmente fue una de las razones del incremento en el impuesto de renta definitivo. Los pagos hechos eran de 42,7 millones y en realidad debía aportar 152 millones.

De esa manera, la cifra de obligación tributaria que le hizo abrir los ojos a Yéferson Cossio incluía el pago real que debió haber hecho por el total de los ingresos recibidos, más la sanción correspondiente por omisión, que en este caso fue de 14,5 millones de pesos.

Vale la pena mencionar que el contribuyente con el ingreso laboral más alto en el impuesto de renta por el año gravable 2020 tiene un impuesto a cargo de 12.586 millones de pesos.

Hasta el momento, la convicción que tiene Cossio de que su cambio de nacionalidad lo liberará del pago de impuestos en Colombia no podrá materializarse. “Sí, ya no soy ciudadano colombiano y no les voy a decir qué nacionalidad tengo ahora. Tampoco soy residente tributario en Colombia”, dijo el influenciador.

Pero las normas tributarias dicen otra cosa. Los artículos 9 y 10 del Estatuto Tributario señalan que las personas naturales, nacionales o extranjeras residentes en el país están sujetas al impuesto sobre la renta y complementarios en lo concerniente a sus rentas y ganancias ocasionales, tanto de fuente nacional como extranjera.

Esto significa, según lo explicaron analistas tributarios a SEMANA, que la voluntariedad en la renuncia de la nacionalidad no es, por sí misma, un elemento que sustraiga a la persona de su condición de contribuyente, toda vez que elementos como la residencia y la fuente de las rentas son determinantes para que cumplan con su obligación tributaria en territorio nacional.

En otras palabras, tendría que seguir tributando en el país si sus ingresos o parte de ellos los obtiene acá.

Las plataformas digitales y, en general, el desarrollo de la economía digital se han constituido en un desafío para las administraciones tributarias. Más rápido de lo esperado, entidades como la Dian y sus homólogas en otros países se vieron obligadas a diversificar los controles fiscales para evitar la evasión de impuestos.

Precisamente, la dinámica que han adquirido los influenciadores y el incremento en sus ingresos llevó a que la Dian adelantara acciones de formalización y control dirigidas a “personas naturales que crean y desarrollan contenidos digitales en plataformas existentes para el efecto, o prestan servicios de publicidad por los cuales obtienen ingresos, a fin de darles a conocer las obligaciones tributarias que se derivan de estas actividades”, señaló la entidad en un comunicado.

La Dian destacó que se han hecho invitaciones para que estas personas cumplan voluntariamente con sus obligaciones, como presentar su declaración de renta y declaraciones del impuesto sobre las ventas (IVA) si tienen que cumplir con ese requisito.

“Se ha encontrado una buena respuesta y proactividad en estas personas bajo el entendimiento de su responsabilidad social en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias”, según lo ha expresado la entidad en los comunicados.

Sin embargo, en estas acciones de control, la autoridad tributaria evidenció que algunos han presentado su declaración de renta, pero no han incluido la totalidad de su patrimonio ni el total de los ingresos obtenidos en desarrollo de su actividad.

“Es importante tener en cuenta que cualquier incremento del patrimonio líquido debe estar justificado, por lo anterior, se invita a que revisen sus declaraciones y verifiquen que lo informado corresponda a su realidad económica. De otro lado, a quienes han persistido en el incumplimiento de la obligación de presentar sus declaraciones o que no han dado respuesta a los requerimientos de información, la Dian seguirá con las actuaciones administrativas correspondientes”, puntualizó la entidad.

Yéferson Cossio, en charlas y diálogos con seguidores en sus redes, ha contado cuánto dinero se gana. En reiteradas ocasiones, hasta hace alarde de lo que gasta en viajes, fiestas y diversión, en medio de una vida de lujos, para muchos, excesivos.

“Tengo tres modalidades de hacer dinero en redes. Facebook es la más chévere porque no necesito de un tercero y me paga cerca de 500 dólares (2 millones de pesos) por cada millón de reproducciones. Todo es subjetivo y hay gente a la que le gusta lo que hago”, dijo en una charla con Alejandro Riaño.

Comentó que tiene un call center “al que todos tienen acceso”, y añadió que ahí se pueden ver las estadísticas y el valor de lo que cobra por historia.

“Mi promedio mensual son 750.000 dólares”, aproximadamente unos 3.000 millones de pesos. También aclaró que hay meses en los que tiene más movimiento en sus redes sociales, y sus ingresos pueden llegar e, incluso, superar el millón de dólares por mes (4.000 millones de pesos). Sin embargo, en las mismas redes comentan que no ha hablado de otros de sus negocios que –seguramente– sí tendrán en el visor las autoridades tributarias, ya sea de Colombia o de cualquier otro país al que llegue con su nueva nacionalidad. La tecnología de la que vive Cossio, aplicada a la fiscalización tributaria, así lo permite.

*SEMANA buscó a Yéferson Cossio, pero los tiempos no permitieron obtener las respuestas.