Un informe de la Subdirección para la Familia de la Secretaría Distrital de Integración Social reveló que desde el inicio de la pandemia en el año 2020 los casos de violencia intrafamiliar se han disparado hasta en 59 % en las localidades de Bosa, Kennedy, Ciudad Bolívar, Suba y Engativá, donde se han presentado una mayor atención de estos casos por parte de las comisarías de familia.

Solo en 2020 la atención de estos casos se elevó 58 %, mientras que para 2021 el incremento fue de 59 %.

De acuerdo con el informe, estas cifras permiten identificar territorios en los que es necesario incrementar acciones de prevención de violencias y, especialmente, aquellas que afectan a las familias, a las niñas y los niños, y a las mujeres como víctimas mayoritarias.

Omaira Orduz, directora (e) para la Inclusión y las Familias y subdirectora para la Familia de la Secretaría Distrital de Integración Social aseguró: “Desde la Secretaría Distrital de Integración Social tenemos a cargo la responsabilidad de las 37 Comisarías de Familia que de manera permanente e ininterrumpida, atienden a las víctimas de violencia intrafamiliar, el llamado particular que hacemos es especialmente a los hombres, para que realicemos esa transformación cultural, ese cambio de esos comportamientos violentos que al interior de la familia se naturalizan y se normalizan”.

La funcionaria recordó que la mujer no tiene por qué aceptar ningún tipo de violencia física, psicológica, patrimonial o económica.

“La mujer no tiene por qué vivir con miedo, ni las niñas, niños y adolescentes. La invitación es a que denuncien, las Comisarías de Familia están a su servicio. El acceso a la justicia, la protección de sus derechos es nuestra responsabilidad. Más de 600 personas en las Comisarías de Familia están prestas para atenderle y garantizar, a través de una medida de protección, la vida, la integridad y la protección de sus derechos”, señaló Omaira Orduz.

El Distrito indica que desde el Plan Distrital Creer y crear para prevenir las violencias se busca reducir las violencias y aportar a la transformación de prácticas violentas y patrones culturales que las naturalizan. De acuerdo con datos del informe, en 2020 las Comisarías de Familia atendieron 163.139 personas, de las cuales 29.839 fueron víctimas de violencia intrafamiliar.

En 2021 la cifra de personas atendidas por estos despachos fue de 155.619, de las cuales el número de atenciones por violencia en el contexto familiar corresponde a 31.609, lo que refleja un alto porcentaje de demanda en los asuntos asociados a dicho contexto, entre otros que han estado a cargo de estas entidades y que denota factores de orden social que afectan a las familias, su bienestar y desarrollo, así como aspectos asociados a la seguridad y convivencia en la ciudad”.

Así mismo, el año pasado 53.487 personas, entre víctimas y agresores de violencia en el contexto familiar, recibieron atención integral e interdisciplinaria en las Comisarías de Familia. Esta cifra, en comparación al año 2020, en que se dio atención a 50.425 personas, aumentó 6,07 %, lo que denota un incremento que pudo estar asociado a la tensión derivada de las cuarentenas y a la pérdida de empleo y otras crisis en algunas familias, como consecuencia de la pandemia por covid-19.

El equipo psicosocial de la Subdirección para la Familia señala que una de las razones en la disminución de las cifras para el año 2021 tiene que ver con la entrada en vigor de la Ley 2126 del 4 de agosto de 2021, que derogó para estas entidades la competencia para adelantar conciliaciones en asuntos de familia, como son la custodia, cuota de alimentos y regulación de visitas, entre los más comunes en este ámbito.

De esta manera, las Comisarías de Familia avanzan en el fortalecimiento de la atención de la violencia en el contexto familiar, en la medida en que, por virtud de la norma, se han especializado en estos asuntos, frente a los cuales actúan como autoridad administrativa con funciones jurisdiccionales.

Desde el Distrito se aseguró que de manera ininterrumpida, en todas las localidades de Bogotá se ha garantizado la atención presencial a las víctimas y sus familias, además de brindar medios de atención virtual.