"Innovador" es la palabra que se está empleando en estos, días en algunos círculos para calificar las primeras medidas que el general Fernando Landazábal Reyes, nuevo ministro de Defensa, está tomando al frente de su cartera. En efecto en una misma semana, justamente la pasada, el funcionario dio a conocer a la opinión pública dos textos ciertamente importantes, que para algunos observadores reflejan lo que serán las directrices a largo plazo del gobierno en materia de orden público y defensa nacional. El más comentado, fue el dado a conocer a través de dos diarios bogotanos el miércoles pasado, cuatro días después del asesinato del profesor universitario y defensor de presos políticos Arturo Alava Montenegro, y un día después de que el propio presidente se pronunciara enérgicamente al respecto. En una circular dirigida a los comandantes del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía, el general Landazábal, en un gesto que carece de antecedentes recientes en el país, admitió la existencia en Colombia de "organismos clandestinos llamados a sí mismos paramilitares" (Ver Informe especial).El carácter innovador del ministro Landazábal también fue reflejado por el largo documento que resume las políticas generales del ministerio a su cargo, dado a conocer a través de "El Tiempo" del 22 de agosto. Según ese escrito el Ministerio de Defensa presentará al gobierno nacional una reforma de la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas, reforma que incluye una redefinición de los papeles del Ejército y de la Policía, adscribiendo al primero el planeamiento y conducción de la defensa nacional y dejando a la segunda el cumplimiento de funciones propias, que antes estaban a cargo del Ejército.Otros aspectos de la reforma que propone el general se relacionan con la creación de Divisiones en el Ejército, en lugar de las Brigadas actuales, así como la construcción de una base naval en el Pacífico y la activación de una base aérea en el Vichada. Según el ministro, tanto el Ejército como la Armada serán dotados de helicópteros y de aviones de comando con el fin de concentrar exclusivamente en la Fuerza Aérea las tareas estratégicas de su ramo, dejando a la Armada el control naval y aéreo de los mares territoriales y patrimoniales del país.Polémico antes de ser nombrado ministro, polémico también ahora, las últimas actitudes del general son objeto de análisis entre los observadores políticos del país. Para unos sus concepciones sobre el origen de la subversión en Colombia, como resultante de los vicios del establecimiento, constituyen una explicación menos simplista de las que atribuyen el fenómeno exclusivamente a "agitadores profesionales" o a "potencias extranjeras". Otros ven con un dejo de sospecha su inclinación a articular en un discurso de corte sociológico las prioridades y perspectivas de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, los menos proclives a elogiarlo juzgarían su plan de reforma de las Fuerzas Armadas como un intento de centralizar y autonomizar aún más las instituciones militares del país, visión que sustentan en la propuesta del general de modificar los planes de estudio de la Escuela Superior de Guerra y en su declarada convicción, en relación con la Justicia Penal Militar, de reformar el Código Militar "en base a una filosofía militar y no con filosofía civilista " como reza su texto de políticas generales del ministerio a su cargo.Se le atribuye a él además, el diseño de un plan para estructurar unos "Comandos de Desarrollo" con personal de las Fuerzas Armadas con el fin de realizar un "acercamiento a la población civil de todos los estratos sociales" Pero también a Landazábal se le han escuchado formulaciones en el sentido de que los civiles deben "envalentonarse frente a la delincuencia" lo que es visto como una reformulación de un postulado muy discutido del exministro Camacho Leyva sobre la urgencia de que los ciudadanos se armen ante la carencia de medios del Estado para garantizar la seguridad.A pesar de lo polémico que Landazábal aparece en general, sin embargo es uno de los miembros del gabinete más identificado con las tesis del presidente Betancur, sobre las cuales es capaz de hacer exposiciones y análisis en las reuniones ministeriales que, según fuentes de SEMANA, "descrestan" a sus colegas civiles. Gracias a su talante, el general Landazábal exhibe ahora un nuevo estilo, en relación con sus antecesores en el Ministerio de Defensa. Pero que esto se traduzca en buenos resultados es otra cosa porque finalmente quien hablará por él serán los hechos mismos. -