La Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá expusieron las precarias condiciones de trabajo a las que están sometidos los profesionales de la salud. De acuerdo con los resultados de la segunda encuesta sobre "Exposición del Personal de la Salud en el contexto de la pandemia del coronavirus y condiciones de bioseguridad", el personal que atiende la emergencia está desprotegido al no contar con los elementos de protección personal (EPP) necesarios para trabajar.
Las organizaciones consultaron a 916 profesionales para retratar el panorama del sector salud y revelaron que el 85 % no reciben los EPP de parte de las ARL, quienes por orden del Gobierno deberían asumir estas necesidades. En contraste, el 12 % del total de encuestados que tienen acceso a estos elementos, dicen haberlos recibido directamente de sus empleadores o los han comprado con recursos propios, seguido de donaciones.
"Otro dato altamente preocupante es que más de la mitad de los empleados del sector salud en el país están contratados de manera irregular y sin prestaciones de ley. Mientras que uno de cada cinco trabajadores reporta demoras en sus pagos", afirmó la Federación Médica Colombiana en un comunicado. Carolina Corcho, vicepresidenta de la agremiación, dijo durante la explicación del informe que si bien un alto porcentaje de los encuestados era contratado bajo la modalidad de "planta" esto no significaba precisamente mejores condiciones, puesto que en este grupo se incluye también a quienes están en la modalidad de tercerización laboral. "La modalidad mayoritaria de contratación del sector salud en el país es por prestación de servicios, pero en el muestreo representa un porcentaje menor. La explicación que le damos a esto es que mayoriariamente los trabajadores de planta se sienten más seguros de contestar esta encuesta. Quienes tienen unos contratos que pueden acabarse en un o dos meses tienden a responder menos por el temor a los despidos o amenazas", afirmo Corcho. Según las gráficas del informe, 77 profesionales llevan un mes sin recibir su pago, seguido de 44 que no cuentan con su salario desde hace dos meses, mientras otros 25 no perciben sus ingresos en un periodo de seis a doce meses.
El difícil panorama ha ocasionado que al menos la tercera parte del personal de salud encuestada haya pensado en renunciar por la falta de garantías laborales, la insuficiencia de elementos de protección y el miedo al contagio de covid-19. Además, el informe incluye una pregunta que envuelve otro de los peligros a los que están expuestos los médicos por estos días: "¿Ha sido sujeto de discriminación por ser trabajador de la salud?". Aunque el 81 % dio una respuesta negativa, quienes sí han sufrido de algún acto en contra de su integridad por la función que ejercen afirmaron haber recibido las agresiones cerca a su casa (34 %), en un establecimiento de comercio (31 %), en el transporte público (22 %) y en las IPS (13 %).