Gustavo Petro no completa sus primeros tres meses como presidente y ya enfrenta una turbulencia por anuncios controvertidos, contradicciones entre sus propios ministros, la disparada del dólar, la alta inflación, la crisis económica y las reformas que se tramitan en el Congreso. Ese coctel explosivo ha empujado a los colombianos a las calles, nuevamente.
El pasado 26 de septiembre, los opositores le demostraron al presidente que, así haya conformado una coalición mayoritaria con casi todos los partidos en el Congreso, tienen un poder de convocatoria masiva. En diferentes ciudades del país, los manifestantes exigieron el retiro de las reformas, entre ellas la tributaria, pues consideran que golpeará el bolsillo de los colombianos.
Ese día marcó la pauta de lo que podría ser una seguidilla de movilizaciones pacíficas en contra del Gobierno. En la organización hay dos movimientos ciudadanos. Uno de ellos es la Mesa Nacional por la Libertad, integrada por 25 organizaciones con siete voceros regionales. La figura más reconocida es Andrés ‘Gury’ Gutiérrez, el antioqueño que logró recoger más de 130.000 firmas de ciudadanos que buscaban la revocatoria del alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Gutiérrez está encargado de concentrar a los ciudadanos este sábado 22 de octubre en todas las ciudades del país. En Medellín, donde se observaron ríos de gente el 26 de septiembre, se espera que la asistencia supere las 300.000 personas, le dijo Gutiérrez a SEMANA.
En la capital paisa el recorrido comenzará a las diez de la mañana desde la estación Estadio, del metro, y finalizará en La Alpujarra, mientras en Bogotá partirá del parque Nacional y llegará hasta el Simón Bolívar. Habrá marchas en ciudades como Nueva York, Miami y Santiago de Chile.
El otro grupo detrás de las movilizaciones lo lideran el arquitecto Pierre Onzaga Ramírez y el abogado William Vergara, quienes convocaron a una marcha para el próximo sábado 29 de octubre.
Los organizadores de ambas protestas dicen que no hay participación de partidos políticos como tal, aunque varios sectores de derecha manifestaron su intención de acompañar las movilizaciones. En ese sentido, líderes del Centro Democrático, Salvación Nacional, el representante Miguel Polo Polo y dirigentes de Colombia Justa Libres impulsan las jornadas, pero no tienen representatividad en la organización.
El Centro Democrático dejó a sus dirigentes en plena libertad de salir a marchar. De hecho, el expresidente Álvaro Uribe presidirá la convención de su partido este sábado en Villavicencio. “El partido no quiere tomar postura frente a las movilizaciones, creemos que esto ha sido bien manejado desde la ciudadanía. No se ve bien politizar las marchas”, dijo el congresista Juan Espinal.
Andrés Gutiérrez y Pierre Onzaga tienen claro que las marchas no acabarán este 29 de octubre. Incluso, el antioqueño no descarta que se convoque a un gran paro nacional. “Estamos comenzando algo que, ojalá, no signifique una desestabilización general del país”, dijo el estratega político Ángel Beccassino, quien no descarta que se esté presentando un fenómeno similar al ocurrido en Chile y Brasil. “Todo lo que preparó este Gobierno en campaña le está reventando en la cara. La gente tiene una profunda impaciencia y ansiedad”, concluyó.
Así el Gobierno insista en restarles importancia a las movilizaciones, servirán como termómetro para medir el grado de inconformidad de los colombianos frente a Petro más allá de las encuestas y marcarán un derrotero de lo que se vivirá en las calles en los próximos cuatro años.