Dos documentos revelados por Néstor Humberto Martínez abren serias dudas sobre el papel que ha cumplido Danilo Rueda. El exfiscal los incluyó en su más reciente columna en el diario El Tiempo. En estos, se muestra cómo “en el 2016, representantes del Clan del Golfo llevaron a cabo un encuentro clandestino con el ELN, a instancias de Iván Cepeda. Según correspondencia interna del Clan del Golfo, en poder de organismos de seguridad del Estado, la reunión se efectuó en Ecuador, gracias a “un activista del ELN que es defensor de derechos humanos e incluso es defensor de las negritudes en el Chocó, se llama Danielo (sic) Rueda”.

Danilo Rueda, alto comisionado para la paz | Foto: Esteban vega

No es la única mención que semejante grupo hace de Rueda, en esas épocas en que era un activista de derechos humanos y no tenía aún el encargo de buscar el diálogo entre los grupos al margen de la ley. “En otra carta interna se lee: ‘Recibí comunicación por parte del señor Danilo Rueda, quien me informa que los señores negociadores del ELN que se encuentran en Quito, Ecuador, tienen la disponibilidad y han aceptado la visita de los representantes de la AGC’”.

Para Martínez, la conclusión de esas cartas es sencilla: “Rueda debe explicarle al país, inequívocamente, si es él a quien se refieren estos documentos, si él coordinó la reunión del Clan del Golfo con el ELN y cuál es la relación a que allí se alude con esa guerrilla para tener certeza sobre su legitimidad como coordinador y negociador con esa organización”.

Para Martínez, la conclusión de esas cartas es sencilla: “Rueda debe explicarle al país, inequívocamente, si es él a quien se refieren estos documentos, si él coordinó la reunión del Clan del Golfo con el ELN y cuál es la relación a que allí se alude con esa guerrilla para tener certeza sobre su legitimidad como coordinador y negociador con esa organización”. | Foto: Archivo privado
La supuesta simpatía del comisionado por el ELN ha sido un tema que ha generado críticas recientemente. | Foto: Archivo privado

La supuesta simpatía del comisionado por el ELN ha sido un tema que ha generado críticas recientemente. Esa guerrilla ha cometido graves actos criminales, a pesar de estar sentada en una mesa de diálogo con el gobierno del presidente Gustavo Petro.

Rueda no ha salido a rechazar esos actos violentos, por el contrario, ha tenido declaraciones que han generado polémica. Hace unos días, el Frente de Guerra Nororiental del ELN se atribuyó el hecho en el cual asesinaron a dos policías y una civil, en Tibú (Norte de Santander).

El comisionado Rueda prácticamente les agradeció haber aceptado ese crimen. “Desde el comienzo hemos repudiado ese hecho. Que el ELN se lo atribuya, pues es un gesto de responsabilidad para aclarar la situación y ya habrá el momento y el escenario judicial para que estos hechos sean sancionados”, dijo Rueda.

Danilo Rueda, alto comisionado de Paz. | Foto: Imagen tomada de Twitter @ComisionadoPaz

“Lo que tenemos que decir [es] que por lo menos ese reconocimiento es un avance frente a muchos fenómenos que quedan en la impunidad desde el comienzo porque nadie se los atribuye”. Agregó que: “Lo que sigue es tratar de pactar lo más pronto este cese del fuego y evitar que este tipo de situaciones se repitan”.

El rechazo por sus palabras fue tal que la oficina de prensa tuvo que salir a afirmar que sus palabras se sacaron de contexto.

En su columna, Martínez critica duramente al alto funcionario. “La paz con el ELN debería ser una de las mayores apuestas del Gobierno. Pero se está haciendo agua porque el alto comisionado para la Paz ha liderado este proceso sin estrategia, con debilidad y, en ocasiones, con actitud sumisa, haciendo concesiones gratuitas a la contraparte, en el campo político y en el campo militar”, sostiene.

Foto: Carlos Julio Martínez / SEMANA | Foto: Revista Semana

El exfiscal califica como errores garrafales haber pactado un cese al fuego desde el comienzo y no haber trazado unas líneas rojas. Martínez recuerda un episodio que demuestra, a su juicio, que el Estado está en una posición débil frente a esa guerrilla: “La precariedad de la posición estatal quedó al descubierto, otra vez, luego de que Petro calificó a los comandantes elenos como unos facinerosos, dedicados al narcotráfico, ante todos los generales y almirantes de la República. La guerrilla amenazó con pararse de la mesa. El Gobierno reculó rápidamente y pidió perdón por las declaraciones oficiales, para reconocer de inmediato que, lejos de merecer semejante tratamiento, los jefes guerrilleros son ilustres rebeldes altruistas. Nada más errático y vergonzoso”, sostuvo.