La última edición de la Revista SEMANA reveló las denuncias de malos manejos y supuestas irregularidades que recaen sobre generales del Ejército. La misma publicación generó la reacción de los organismos de control y del mismo Gobierno. A continuación, se presentan a los protagonistas, las pruebas y las respuestas para entender el caso. Le puede interesar: Operación silencio: Corrupción en el Ejército El general Fajardo, segundo comandante del Ejército SEMANA conoció las declaraciones que están en Fiscalía y en la Procuraduría, de varios uniformados, entre ellos un oficial que trabajó durante un año con el general Adelmo Fajardo Hernández cuando él era el comandante del Comando de Educación y Doctrina del Ejército (Cedoc), cargo que ocupó entre 2016 y diciembre de 2017. En estas, el testigo describe un esquema en el que él mismo participó, dentro de esa unidad, para conseguir dinero destinado a gastos personales del alto mando militar y de su familia. El general Fajardo salió de ese puesto en diciembre pasado, para convertirse en el actual segundo comandante del Ejército. En contexto: Las ovejas negras en el Ejército En su declaración, el oficial dice que, en total, calcula que le habría entregado entre 45 y 50 millones de pesos al general Fajardo. Pero no solo cuentan los supuestos destinos de ese dinero, sino también sus orígenes. Dice que conseguía la plata “de los proveedores y del que subiera; del que me ayudara. ¿Porque qué hacía yo? Porque él me pedía cuentas, me subía a la oficina: muestre un cuadro con todas las partidas, número de proveedores, saldo, por cuánto fue, cuánto queda. Me controlaba, tenía el cuadro y me llamaba a la oficina, a veces me daba la una de la mañana allá encerrado. Que tal cosa, que de aquí podemos sacar para no sé qué. Eso, hijueputa. ‘Yo, ¿este man qué, mano? Lo que ordene, mi general’. Sí, qué más le iba a decir yo. Mandarlo a comer mierda no se podía”.
El general Romero y los permisos de armas El general Jorge Romero Pinzón cuando comandó la Cuarta Brigada del Ejército, con sede en Medellín, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017. SEMANA conoció las declaraciones en poder de la Fiscalía y la Procuraduría de un importante empresario antioqueño, de un militar y de una civil sobre supuestos actos de corrupción. Sus denuncias no son los únicos señalamientos sobre el militar. La Fiscalía investiga posibles malos manejos que sumarían alrededor de 1.000 millones de pesos. Dineros destinados al mantenimiento de vehículos, a la compra de combustible, entre otros, habrían sido desviados mediante maniobras ilegales en las que estuvieron involucrados otros altos oficiales a su cargo. El empresario cuenta que tras una reunión de industriales en la brigada, el general Romero le dijo: ‘lo de los permisos especiales yo te los voy a manejar, le voy a poner orden a esto. Quiero que tú me manejes esa parte y me lo manejes a sobre cerrado”. El empresario agrega: “Cuando a mí me dijo eso, [pensé]: Dios mío, qué persona acaba de llegar aquí. Esto va a ser el deleite de los bandidos”. Declaraciones de una civil que llegó a tramitar uno de esos permisos con 11 millones de pesos, y de un oficial que trabajó con Romero, apuntan también a la existencia de un supuesto cartel de los salvoconductos. El oficial, además, habría advertido los presuntos desvíos del dinero que la brigada recibía para costear el combustible de sus vehículos. Eso, dice, le causó problemas con Romero: “Mi general cuando le expusimos el trabajo él se enojó, que por qué nos metíamos en esa parte. Después nos dimos cuenta de que sacaron 30 millones de pesos que cambiaron en efectivo y se los dieron a él para un viaje que hizo a Brasil con la esposa”. En esa ocasión, Romero habría recibido viáticos regulares del Ejército porque se trataba de un viaje conocido como de georreferenciación, al que asisten varios altos oficiales. El dinero extraído irregularmente del presupuesto de combustible era para costear el acompañamiento de su esposa.
El general Quirós, jefe de contrainteligencia El general Eduardo Quirós es el jefe del comando de Apoyo de Contrainteligencia que estaría adelantando las averiguaciones sobre las fuentes que le han entregado información a los medios de comunicación. El pasado 7 de junio en el auditorio del batallón de ingenieros militares, según varias fuentes, dijo: “El que me traiga quiénes son los que están filtrando la información de lo que está saliendo en la prensa le damos 100 millones de pesos o seis meses de permiso”. Estaba reunido con sus hombres de contrainteligencia, muchos de los cuales quedaron impactados por lo que acababa de decir su comandante. “Al comienzo pensamos que era un chiste porque nosotros como funcionarios públicos no podemos recibir ese tipo de recompensa”, contó a SEMANA uno de los uniformados que estuvo presente y que tiene más de 15 años de servicio. “Sabíamos que estaban desesperados por saber de dónde está saliendo la información que está apareciendo en los medios, pero quedamos sorprendidos cuando dijo eso en la reunión. ¿De dónde iba a sacar esa plata?, ¿cómo la iba a legalizar?”, dijo otro de los uniformados con mas de 50 felicitaciones y varias condecoraciones en su hoja de vida. Otros tres militares ratificaron a SEMANA la polémica frase. Quince días antes, el pasado 22 de mayo, Quirós fue el mismo oficial que estuvo en la sede de la Segunda División en Bucaramanga, donde citaron a 15 militares con el fin de realizar algunas entrevistas y pruebas de polígrafo como parte de una cacería para saber quiénes dentro de la institución están contando lo que ocurre. Ese episodio, revelado por SEMANA, fue negado por el comandante del Ejército, general Nicacio Martínez, y otros altos oficiales. No obstante, esta revista tiene en su poder audios, videos y fotografías que demuestran que eso ocurrió. Los formatos que revivieron el temor de los falsos positivos SEMANA también dio a conocer varios formatos dirigidos al general Martínez y diligenciados por comandantes de unidades militares en los que se comprometían a duplicar las afectaciones, entre las que se incluyen las bajas en combate. Fuentes de esta revista aseguraron que para lograr muchos de los objetivos trazados allí sería necesario inflar las cifras o cometer falsos positivos. Puede leer: Los formatos de la discordia para duplicar las afectaciones del Ejército La respuesta del general Nicacio Martínez "Durante el tiempo que estuve como inspector general, no conocí denuncia alguna o directa contra los señores generales mencionados en el artículo". Esto aseguró el general Nicacio Martínez, en un comunicado publicado tras las investigaciones de SEMANA. El comandante del Ejército estuvo al mando de la inspección de esa institución hasta diciembre pasado, cuando ascendió hasta la comandancia. También dijo que los formatos diligenciados por sus subalternos, y publicados por esta revista, ya no estaban vigentes. En el comunicado, el general Martínez reitera el compromiso del Ejército con sus labores misionales. Finalmente asegura que las denuncias de SEMANA en la primera parte de esta investigación fueron puestas en conocimiento de la Fiscalía "de forma inmediata, y que la fuerza permanece atenta y disponible a los requerimientos que soliciten las autoridades judiciales". Esta afirmación del comandante del Ejército es sobre la publicación, dos semanas atrás, de Operación Silencio, una investigación de SEMANA que reveló la persecución a militares que han denunciado estas presuntas prácticas corruptas, los formatos que revivieron el temor de los falsos positivos, y también los que están declarando ante la JEP. En video: los documentos que revivieron el temor de los falsos positivos
Puede leer: La respuesta del comandante del Ejército a las investigaciones de SEMANA La reacción de las autoridades Todas estas revelaciones periodísticas generaron la reacción de las autoridades. La Procuraduría abrió investigaciones contra lo generales Adelmo Fajardo, Jorge Romero y Eduardo Quirós. También empezó a estudiar las actuaciones de la inspección del Ejército ante estas denuncias. "Hemos tomado la determinación de crear un equipo de procuradores judiciales y disciplinarios. Yo he decidido abrir tres investigaciones disciplinarias en el caso de los generales y altos oficiales de Colombia por los hechos que ya son de conocimiento público", dijo el procurador general Fernando Carillo. Pódcast: Las reacciones en la justicia tras revelaciones de SEMANA sobre generales
Por su parte, el fiscal general encargado, Fabio Espitia, aseguró que el ente investigador adelanta pesquisas sobre estos casos desde hace un año. Eso contrasta con la declaración del general Martínez, que ocupó hasta diciembre pasado el despacho de la inspección del Ejército y aseguró no haberse enterado de estas denuncias. El ministro de Defensa habló desde la Casa de Nariño para anunciar medidas disciplinarias y administrativas sobre estos hechos, aunque no dejó claro cuáles van a ser las determinaciones del gobierno ante el escándalo. Le puede interesar: Investigación sobre la cacería en el Ejército involucra al general Nicacio Martínez