Los hermanos Juan Manuel y Brayan Eduardo Borré Barreto, oriundos de San Juan Nepomuceno, Bolívar; son señalados como responsables de más de 700 crímenes en la costa Caribe. Se trata de dos de los más peligrosos criminales de la región, y aunque la Fiscalía lleva años investigándolos, ahora, la acusación contra estos criminales sería solo por cerca de 130 homicidios.
Esta es la denuncia que hace el veedor ciudadano, Pablo Bustos, quien señala que, “es sospechosa negligencia de la Fiscalía Tercera Especializada que aún no adelanta las investigaciones necesarias de los más de 700 homicidios que confesaron haber cometido los hermanos Borré Barreto”.
El asunto es que estos peligrosos hermanos, que han confesado crímenes por centenares, no han sido judicializados, incluso, en esta semana, Brayan Eduardo, recuperó la libertad por vencimiento de términos. Y la acusación, que debería ser por 700 asesinatos, se hizo, según denuncia Bustos, por cerca de 130.
“Es imposible no cuestionar a la Fiscalía Tercera Especializada que busca que el proceso sea reservado y solo haya acusado por cerca de 130 homicidios confesos, dejando de lado sin incomodarse los elementos materiales probatorios sobre más de 500 homicidios dejados así en la más rampante impunidad”, aseguró Pablos Bustos, presidente de la Red de Veedurías de Colombia.
Pero hay un agravante, no solo quedarían delitos en la impunidad, además, la Fiscalía no estaría persiguiendo a los testaferros y bienes que han obtenido los hermanos Borré Barreto en su prematura carrera criminal.
Afirma Bustos que la Fiscalía tampoco ha adelantado investigaciones contra los testaferros de los hermanos Borré Barreto, que según fuentes de información corresponden a parientes muy cercanos y vienen realizando la labor de recolectar el dinero presuntamente fruto de las extorsiones en los departamentos de Atlántico, Bolívar y Sucre.
“Señalan nuestras fuentes que, fruto de esas extorsiones, los testaferros de los hermanos implicados se habrían acumulado una gran fortuna, representada en dinero en efectivo e inmuebles urbanos y rurales desde donde continúan delinquiendo”, afirma el veedor Bustos.
Juan Manuel Borré Barreto, alias Javier o Pistón, es exintegrante de los paramilitares y luego de la desmovilización se sumó, como fundador, a los Rastrojos Costeños. Por su parte, Brayan Eduardo inició su actividad criminal cuando apenas tenía 13 años. Su hermano, Juan Manuel, lo acercó al crimen y a finales de los 90 ya estaba bajo órdenes de Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena.
Estos sujetos son acusados de más de 700 crímenes, pero la justicia avanza lento y todo apunta a la impunidad, por eso Bustos asegura que “en representación de las víctimas de los hermanos Juan Manuel y Brayan Borré Barreto, desde la Red de Veedurías, se ha pedido una cita ante la CIDH y en la Corte Penal Internacional, con el objetivo de velar para que estos hechos no queden en la impunidad y se haga justicia”.