Nancy González de Barberi es una de las diseñadoras más reconocidas de Colombia, sin embargo, el pasado sábado 9 de julio fue capturada en su lujosa vivienda en Cali al ser pedida en extradición por tráfico de accesorios de marroquinería fabricados con pieles de animales en vía de extinción.
González de Barberi vendía sus piezas en más de 10.000 dólares en mercados de lujo de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, autoridades pudieron determinar que hacía uso del llamado correo humano para llevar bolsos y chaquetas, entre otros artículos, evadiendo los controles de seguridad.
Dentro de los clientes más famosos que tenía la diseñadora colombiana están Britney Spears, Kris Jenner, Salma Hayek, Eva Longoria y hasta Victoria Beckham, según han publicado medios de comunicación internacionales.
Sus excéntricos bolsos se vendían en más de 300 marcas de lujo, como Bergdorf Goodman, Neiman Marcus, Saks Fifth Avenue, Harrod’s, Tsum, Lane Crawford y Net-a-Porter.
Incluso, la famosa Oprah Winfrey no se ha resistido a adquirir los bolsos. Al parecer la periodista, presentadora de televisión, productora, actriz, empresaria, filántropa y crítica de libros estadounidense, quien en varias oportunidades ha sido ganadora del Premio Emmy por su programa The Oprah Winfrey Show, fue cliente de la colombiana.
Dentro de los animales en vía de extinción que eran elegidas por la diseñadora están el lagarto varanus, el venado conocido como gamo o gamuza, que solo se reproduce una vez al año, la babilla y la serpiente pitón.
La mujer, detenida en su lujoso apartamento ubicado en el oeste de su natal Cali, es la propietaria de la empresa CI Diseño y Moda Internacional S.A.S., compañía que fue fundada por ella misma en el año 1998.
También es economista graduada de la Universidad del Valle y se ha destacado en el mundo de la moda. Todo inició a sus 30 años de edad cuando se separó de su esposo y decidió independizarse a nivel laboral.
Aunque tenía un gran gusto por la gastronomía, decidió dedicarse a la marroquinería. Inicialmente, fabricaba correas de cuero de becerro en el patio de la casa de su madre. Después tuvo un salto monumental, abrió una tienda en Cali a la que llamó Encueros y luego nueve sedes en ciudades como Bogotá, Barranquilla y Cartagena.
La demanda crecía, aumentaba el número de compradores nacionales y extranjeros, y fue justamente una clienta que le hacía pedidos por teléfono desde Nueva York quien le abrió la puerta de las grandes ligas en Manhattan.
La diseñadora colombiana llegó a Nueva York, a donde alcanzó a llevar dos carteras que le encantaron a la empresaria. La presidenta de Bergdorf Goodman le pidió que no le mostrara los bolsos a nadie más y le preguntó cuándo tendría lista la colección. Nancy González, que no se había soñado eso, se lanzó al agua y se comprometió a llevarle en dos semanas ocho carteras en cinco colores.
Quince días más tarde se produjo el segundo encuentro en Bergdorf Goodman, que fue determinante en su vida. Era mayo de 1998 y un grupo de directivos y especialistas de la tienda le solicitaron exclusividad en Manhattan, aprobaron el primer pedido para octubre y le dijeron que el nombre de ella debía ser la marca del producto.
Consciente de lo que le había pasado, Nancy salió volando a donde Robert Ballantine, director creativo del Museo Metropolitano de Nueva York, para que le diseñara las etiquetas con su nombre y regresó a Colombia a cerrar sus almacenes para concentrarse en el mercado internacional.
Desde entonces, sus diseños han sido reconocidos a nivel internacional, siendo adquiridos, por ejemplo, por la actriz de Hollywood Meryl Streep, quien usó una de sus creaciones en la cinta El diablo viste a la moda.