El acuerdo incluye la limpieza y descontaminación de territorios en los que hay presencia de "minas antipersona, artefactos explosivos improvisados, municiones sin explotar y restos explosivos de guerra". El anuncio fue dado a conocer en una rueda de prensa en la que comparecieron representantes de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, junto a los equipos del Gobierno colombiano y las FARC, encabezados por sus jefes negociadores Humberto de la Calle e "Iván Márquez", respectivamente. De acuerdo con la información suministrada se armarán equipos con garantes internacionales en los que participarán representantes del Gobierno y las FARC. Este acuerdo es histórico. Representa uno de los avances más concretos en la labor del desescalamiento del conflicto. Según se conoció organizaciones de Noruega trabajarán de cerca en este proceso. Esta semana el proceso tuvo además un hecho inédito considerado como un paso firme hacia el fin del conflicto: la visita de un grupo de altos mandos militares que sostuvieron un histórico cara a cara con la guerrilla para perfilar propuestas de un alto el fuego definitivo. La delegación, conformada por cuatro generales y un contraalmirante, se incorporó a los diálogos de paz en La Habana, en la denominada Subcomisión de Fin del Conflicto, que funciona en paralelo a la mesa de negociación. Se trata del Brigadier General de la Policía Nacional Álvaro Pico Malaver; el Brigadier General del Aire Oswaldo Rivera Márquez; el Brigadier General del Ejército Carlos Alfonso Rojas Tirado; el Brigadier General del Ejército Martin Nieto Nieto, y el Contralmirante de la Armada Nacional Orlando Romero Reyes. Este grupo es liderado por el General del Ejército Javier Alberto Flórez Aristizábal, quien había viajado previamente a la isla. Esa subcomisión técnica fue instalada en agosto pasado con representantes de ambas partes con el propósito de perfilar los detalles sobre asuntos tan delicados como el fin de las hostilidades, la entrega de las armas, la desmovilización de la guerrilla y su tránsito a la vida civil. Con la adhesión de altos mandos de la Fuerza Pública con amplia experiencia sobre el terreno, la subcomisión queda reforzada para buscar avances concretos en un tema que es cada vez más inminente para la mesa, que trabaja ahora para cerrar el punto referido a la reparación de las víctimas. El general Flórez encabeza la subcomisión por la parte gubernamental, mientras que, por el lado de las FARC la lidera el jefe del Bloque Sur, Milton de Jesús Toncel Redondo, alias Joaquín Gómez. Las FARC llegaron a este punto con el celebrado antecedente de haber declarado una tregua unilateral e indefinida en diciembre pasado, que se ha cumplido según diversos observadores, y con su reiterado llamamiento a un cese el fuego bilateral. La reunión entre altos mandos militares y las FARC se produjo en un ambiente de altas expectativas, precisamente por la posibilidad de que contribuya a decidir un alto el fuego bilateral, algo por lo que incluso ha apostado el propio Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, que hace unos meses rechazaba esa opción. “Se está mirando, analizando la posibilidad de un cese al fuego bilateral, por eso estos generales están yendo a esa subcomisión”, afirmó la canciller colombiana, María Ángela Holguín, en una entrevista con Efe en Ginebra. Tanto Santos, como su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, han insistido en que la presencia de los militares en La Habana es una fuente de “confianza” para el país porque garantiza que expertos en activo hablen directamente con las FARC. La presencia de estos altos mandos en Cuba se produce en un momento de creciente apoyo de los colombianos a los diálogos de paz, que aumentó diez puntos en los últimos dos meses hasta alcanzar el 72 %, según una encuesta publicada esta semana por la firma Gallup. También ha cobrado fuerza el respaldo internacional al proceso, que recientemente sumó el aval de Estados Unidos, que ha nombrado a un enviado especial, Bernard Aronson, quien visitó en secreto La Habana el pasado fin de semana y se reunió con las dos delegaciones de paz. Las partes, que negocian en La Habana desde noviembre de 2012, ya han cerrado acuerdos preliminares en temas como reparto de tierras, participación política y drogas ilícitas. (Con información de EFE)