La mesa de negociación de La Habana entre las FARC y el gobierno nacional conformaron este domingo una subcomisión de género, esto con el objetivo incluir las voces de las mujeres en los acuerdos parciales ya adoptados, así como en un eventual acuerdo que salga de esos diálogos de paz. La subcomisión estará conformada por cinco integrantes elegidos por la delegación gubernamental y cinco por las FARC, aunque todavía no se han acordado sus nombres ni su agenda de trabajo, aspectos que se concretarán en "una primera reunión que se producirá pronto, en este ciclo o en el próximo", explicaron fuentes cercanas a la negociación. En una declaración leída ante la prensa, la integrante de la delegación gubernamental Nigeria Rentería precisó que el objetivo de la subcomisión no es "considerar a las mujeres desde una mirada revictimizante, sino como sujetas de derechos y protagonistas en la construcción de la paz". "La Colombia de ayer, de hoy y la que anhelamos se construye con el aporte de las mujeres, por ello hoy se requiere que reconozcamos el efecto diferenciado que ha tenido el conflicto en sus vidas, así como sus problemáticas, intereses y necesidades particulares", indicó Rentería, que es además la alta consejera para la Equidad de la Mujer del gobierno. Rentería destacó que las mujeres "han sentido el impacto en sus cuerpos y en sus vidas" y que, como "principales constructoras del tejido social" y sus aportes al desarrollo y progreso de Colombia, "jugarán un papel fundamental en el proceso de construcción de paz". Desde la delegación de las FARC, la guerrillera 'Victoria Sandino' (alias de Judith Simanca) resaltó que la discriminación de las mujeres es una realidad en Colombia "en el ámbito doméstico y en la sociedad en general en el contexto de conflicto social y armado". "El Estado, por acción o por omisión, es el principal responsable de esta situación", señaló 'Sandino', quien leyó un comunicado ante la prensa flanqueada por el resto de mujeres que componen la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La guerrilla destacó que en sus estatutos se reconoce la igualdad entre hombres y mujeres, se castiga "severamente" el maltrato y el delito sexual está tipificado como delito grave. En este sentido, denunciaron las "campañas difamatorias" y "manipulaciones" que pretenden vincular las acciones de la guerrilla con prácticas de violencia sexual, abuso, trata o esclavitud, cuando "es un hecho reconocido que las Fuerzas del Estado, oficiales y paraestatales, las aplican como política de presión y estrategia de guerra". "La violencia sexual como arma de guerra es una práctica sistemática de las Fuerzas del Estado y el paramilitarismo", reiteró. 'Sandino' también apuntó que las mujeres viven y sufren de forma particular los impactos del conflicto, de manera que en ocasiones se convierte en una "discriminación múltiple" por razones de edad, clase social, orientación sexual, prisionera política o condición de desplazada. Según datos oficiales, el 48 % de los más de 6,5 millones de víctimas totales que ha dejado el conflicto colombiano son mujeres y, entre 1985 y el 2014, se contabilizaron 2.474 casos de violaciones, la mitad de ellas cometidas por el Ejército y la Policía. Sin embargo, otro informe más exhaustivo de la Casa de la Mujer y Oxfam determina que, sólo entre el 2001 y el 2009, 489.687 mujeres de 407 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla y paramilitares fueron víctimas de violencia sexual, aunque un 82 % de ellas nunca denunció por miedo o falta de información.