Tras 40 días de búsqueda, las Fuerzas Militares finalmente lograron hallar con vida a los cuatro menores que se encontraban desaparecidos en la selva entre los departamentos de Caquetá y Guaviare.
Los niños de 13, 9, 4 y un año se desplazaron durante varios días en la espesura de la selva después de que la avioneta en la que viajaban, tipo Cessna 206 HK 2803, se accidentara el 1.° de mayo y acabara con la vida de los tres mayores de edad que se movilizaban allí.
Las víctimas fatales son Hernando Murcia Morales, quien es el piloto de la compañía Avianline Charter’s, que alcanzó a reportar fallas en el motor y se declaró en emergencia ante la torre de control; Magdalena Mucutuy Valencia, de 33 años, quien es la madre de los cuatro niños que lograron sobrevivir, y Herman Mendoza Hernández, quien era el director de la fundación de profesionales indígenas Yetara.
Después de perder el rastro de la aeronave, las Fuerzas Militares comenzaron a realizar operativos por vía aérea para poder ubicar la avioneta y a sus ocupantes. Posteriormente, fueron insertados varios hombres a la selva para efectuar patrullajes, lo que finalmente derivó en el hallazgo del Cessna 206 HK 2803, pero sin los tres menores de edad.
Tras no hallar rastro alguno de los niños, las autoridades dieron inicio a la Operación Esperanza, cuyo objetivo era encontrarlos con vida, por lo que se coordinaron diferentes operativos y patrullajes durante día y noche.
El general Pedro Sánchez, comandante de las Fuerzas Especiales, fue el encargado de estar al frente de la operación con la que finalmente se logró encontrar con vida a los menores indígenas.
En entrevista exclusiva con SEMANA pocos minutos después del hallazgo, el general calificó el hecho como un “milagro” y reveló que durante los días de la operación los uniformados de las Fuerzas Especiales recorrieron 2.656 kilómetros.
“Nosotros cuando analizamos pudimos encontrar que había una telaraña, que los comandos de nuestras Fuerzas recorrieron durante 35 días y cuyos pasos marcaron 2.656 kilómetros abrazando la adversidad”, aseguró.
“Nuestros soldados e indígenas de la Operación Esperanza hicieron posible lo imposible con la fe intacta”, agregó.
Para encontrar a los menores se dispuso de más de 120 militares y unos 70 indígenas –estos últimos liderados por el padre de los menores, Manuel Ranoque–, que recorrieron durante horas y horas la selva encontrando los rastros que dejaban los niños, los cuales se convirtieron en pieza clave para finalmente ubicarlos sanos y salvos.
La telaraña a la que se refiere el general Sánchez fue el camino que recorrieron los agentes durante la ardua labor para encontrar a los niños. En un cuadro suministrado a SEMANA, se encuentran marcadas cada una de las ‘zonas clave’ en la que se desarrolló el operativo y las áreas registradas por los hombres, la cual está delimitada por varias líneas amarillas.
En un punto está marcado el lugar en el que se registró el siniestro aéreo y desde donde se empiezan a desprender las demás zonas importantes donde fueron hallados los objetos que dejaron los menores durante su paso por el sitio y como una señal que sirvió a los agentes para orientarse en la dirección que debían seguir.
Por ello, muy cerca al lugar del accidente se encuentran marcados dos pañales, los primeros hallazgos que realizaron durante la búsqueda. Posteriormente, y muy cerca el uno del otro, en el cuadro se visualiza un refugio, un tetero y un maracuyá, objetos que dieron buena información a las autoridades.
Un punto importante a destacar es que el mapa se observa en dos ocasiones los avistamientos de ‘Wilson’, el perro que se perdió en medio de las labores de búsqueda y que ha sido apodado en redes como uno de los “héroes” de la Operación Esperanza.
Tras varios días de búsqueda, en el punto central del mapa destaca la palabra ‘Milagro’, el lugar donde finalmente fueron encontrados los cuatro menores de edad y que, según las coordenadas, se encuentra a cinco kilómetros de donde ocurrió el terrible accidente.
La noticia de la aparición de los menores ha sido celebrada por todo Colombia, sin duda alguna una fecha que quedará marcada para la historia.
Por el momento, los menores de edad serán trasladados a un comando jungla en el Guaviare para que sean atendidos por un equipo médico que verifique su estado de salud.