El 12 de diciembre 1979 un sismo de magnitud 8.1 y posteriormente un tsunami azotó las costas de los departamentos de Cauca y Nariño, en el pacífico colombiano.
Tumaco fue una de las poblaciones más afectadas por las olas que, según observadores, eran de aproximadamente tres metros. Este evento dejó más de 454 víctimas fatales, 1.000 heridos, 3.000 viviendas destruidas, unas 2.000 afectadas, además de la desaparición de la isla El Guano, en el municipio nariñense.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) compartió este martes, cuando se cumplieron 44 años del hecho, varias imágenes inéditas de los daños causados por el movimiento telúrico.
En un hilo de mensajes en la red X (Twitter), el SGC señaló que el sismo ocurrió en la madrugada de ese día, sobre las 2:59 a. m. y fue sentido en gran parte de Colombia y Ecuador.
“Este sismo produjo un tsunami con olas de hasta tres metros de altura, que arrasaron a su paso personas, viviendas, animales y enseres en la costa, desde Guapi (Cauca) hasta Tumaco (Nariño)”, agregó la entidad.
“La intensidad máxima del sismo fue 10 (lo que quiere decir que fue muy destructivo). Los efectos combinados del terremoto y el tsunami causaron la destrucción de muchas viviendas”, señaló el Servicio Geológico.
Las fotografías fueron tomadas por el fotógrafo Guillermo Cajiao desde una avioneta Cessna.
“Al enterarse de lo sucedido, el ingeniero, aviador, realizador audiovisual y fotógrafo payanés Guillermo Cajiao Lenis, acompañado de su hija Juanita, se montó en una avioneta Cessna y se dirigió a documentar las consecuencias del sismo y el tsunami”, explicó el SGC.
“Sus fotografías ayudan a comprender mejor las características de este sismo y tsunami histórico, y permiten que la población del Pacífico reconozca las consecuencias que podría tener otro evento similar en esta región, para así gestionar el riesgo”, sostuvo.
En Colombia se produjo otro tsunami siete décadas atrás del que afectó Tumaco.
El 31 de enero de 1906 ocurrió un sismo de magnitud 8.8 que generó grandes olas en el Pacífico, afectando la costa desde Bahía Solano en Colombia hasta Esmeraldas en Ecuador. Según testigos las olas oscilaban entre los 2 y 5 metros de altura, se estima que hubo más de 600 víctimas. Este es el sismo de mayor magnitud registrado en la historia de Colombia, según datos Servicio Geológico Colombiano.
En el 2012 la Dirección General Marítima implementó el Centro de Alerta por Tsunami en la ciudad de Bogotá, para monitorear estos eventos, posteriormente a partir del 2018, con el Decreto 1338, se recibió por parte del Gobierno Nacional la designación de Dimar como Punto Focal de Alerta contra los Tsunamis, con el fin de monitorear y evaluar la posibilidad de generación de estos por eventos sísmicos que puedan afectar las costas colombianas.
EL CNAT recibe la información sísmica de entidades como el Servicio Geológico Colombiano, su homólogo en Estados Unidos; el Centro Nacional de Alerta Contra los Tsunami del Pacífico, entre otros organismos internacionales, esta información es evaluada para la emisión de boletines, que pueden ser de estado informativo, vigilancia, advertencia o alerta, los cuales son enviados a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, que es la entidad encargada de informar a la comunidad y tomar las medidas correspondientes, así como a las Capitanías de Puerto para que realicen difusión al gremio marítimo. Todo esto busca establecer las medidas para atender y responder ante la ocurrencia de un tsunami que pueda afectar las costas colombianas.
Sin embargo, dado que este tipo de eventos puede darse en cualquier momento, es importante que las personas tengan en cuenta el concepto de alerta personal, que consiste en que ante la percepción de las señales de la naturaleza de un tsunami (un fuerte sismo que le dificulte permanecer de pie; observar un retroceso o aumento repentino del nivel del mar o escuchar un fuerte ruido que proviene de este) se deben identificar las rutas de evacuación y dirigirse hacia sitios altos y alejados de la costa.