Cada 8 de marzo las mujeres en el mundo salen a marchar para exigir la reivindicación de sus derechos en el Día Internacional de la Mujer, más conocido como el 8M. Colombia no fue la excepción y cientos de mujeres salieron a las calles para levantar su voz contra la violencia, los femicidios y la igualdad, unas marchas que estuvieron también marcadas por algunos focos de disturbios en Bogotá.
Las protestas que se desarrollaron de forma pacífica terminaron sobre las 5:00 p. m. en la capital con varios bloqueos y daños a la infraestructura de TransMilenio, según informó la empresa prestadora de servicio público en su cuenta de X.
Algunos puntos como la carrera décima con calle 26, avenida El Dorado con carrera 27, carrera séptima con calle 32 y carrera séptima con calle 53 fueron los puntos de encuentro y donde se realizaron los bloqueos impidiendo la circulación normal del tráfico.
Ante lo ocurrido en las marchas, que debido a los disturbios fueron dispersadas con gases por el Esmad, el presidente Gustavo Petro mostró su rechazo, como también el Ministerio de Trabajo, y señaló en su cuenta de X: “Las manifestaciones no se dispersan antes de proceder al diálogo. El gas solo se usa como última instancia y si hay violencia. No es posible un tratamiento para la derecha extrema y otro para el movimiento social”.
Con pancartas reivindicando el derecho al aborto, la defensa de las mujeres en los trabajos, visibilizar la brecha de género en materia económica, la falta de participación política y el rechazo a todas las formas de violencia (física, sexual, psicológica) hacia las mujeres en el país, fueron algunas de las causas por las que salieron a alzar su voz.
Pero la jornada se vio empañada por el reporte de las autoridades de Bogotá de hechos de violencia contra cinco estaciones de TransMilenio en el marco de las manifestaciones.
Los ataques contra las estaciones alteraron el correcto funcionamiento de sus buses en paradas como Universidades, Centro de Memoria Histórica y Concejo.
Juvinao: “Empezaron a sonar las aturdidoras y gases”
En medio de la situación, la Policía y el Esmad dispersaron la marcha con gases lacrimógenos, lo que alteró más la situación y algunas mujeres sintieron miedo, como comentó en su cuenta de X la representante Catherine Juvinao, quien estaba presente en la marcha y se dirigían hacia la Plaza de Bolívar.
“Me comuniqué con la Secretaría de Gobierno de @Bogota, consulté directamente al secretario Gustavo Quintero. Le dije que por favor necesitábamos que se encendieran a plenitud las luces en la plaza y que en esas condiciones no era un lugar seguro para nosotras”.
Juvinao comentó que el secretario le respondió y aseguró que “le preocupaba tal situación y que se pondría al frente. No había terminado de hablar con él cuando empezaron a sonar las aturdidoras y gases”.
“Sonó una, luego otra y luego otra. Las manifestantes empezaron a correr por todos lados buscando salidas, entramos en pánico y, en mi caso, tuve que evacuar. Si el objetivo era acabar la manifestación que empezaba a llenar la plaza, pues lo lograron”, denunció la representante.
Ante la reacción del Esmad contra las marchantes, varios colectivos y personajes públicos le reclamaron al alcalde, Carlos Fernando Galán, el porqué envió a los uniformados para atacar las protestas.
MinTrabajo: rechazamos el excesivo pie de fuerza
El Ministerio de Trabajo se unió a las voces que mostraron su rechazo e indignación por la manera en que actuó el Esmad en las marchas que fueron convocadas por varios colectivos feministas.
“Como instituciones nos corresponde contribuir a disminuir los contextos de violencia y no aumentarlos o provocarlos”, señaló el Ministerio en un comunicado.
La institución también denunció “el excesivo pie de fuerza” en la marcha en Bogotá y “rechazamos los ataques que sufrieron mujeres marchantes por parte de agentes de la Policía, hecho que impidió que desarrollara la agenda cultural de conmemoración y reivindicación en la Plaza de Bolívar. La manifestación del día de hoy fue en su gran mayoría pacífica y fraterna”.
El Ministerio hizo un llamado e indicó: “A las instituciones nos corresponde cuidar y salvar la vida de las mujeres, no ser causantes de más violencias. Nuestros esfuerzos se deben centrar en prevenir, atender y sancionar las violencias machistas que afectan a las mujeres trabajadoras”.