Uno de los peores escándalos de corrupción estatal en los Llanos Orientales está por estallar luego de la captura del secretario de Gobierno del Meta, Hernán Gómez Niño. Al parecer, el funcionario lideraba una red dedicada al pago de sobornos para la adjudicación de millonarios contratos públicos.
Todo comenzó en 2015 cuando la Unidad de Análisis Financiero (Uiaf) recibió una alerta de irregularidades en el Llano. Los investigadores de la unidad anticorrupción de la Dijín se pusieron en la tarea de analizar lo que ocurría y determinaron que en esa región un grupo de ingenieros se habrían concertado para quedarse con los contratos.
El mecanismo era crear entre ellos uniones temporales a fin de ganarse los contratos, e interventorías para vigilarlos. Todo quedaba en casa. La red habría funcionado por lo menos durante los últimos siete años. Sin embargo, para lograr que les adjudicaran los contratos debían contar con un poder que manejara los hilos en la administración. Este era, al parecer, Gómez Niño, un político reconocido, quien incluso fue candidato a la gobernación.
Fuentes del proceso revelaron que debido a su poder tenía acceso a información privilegiada de los contratos en el Meta. Así, presuntamente direccionaba las licitaciones o indicaba a contratistas amigos cómo conformar las uniones temporales y las interventorías para ganarse los contratos.
Este sistema de corrupción estatal habría quedado al descubierto en 2015, con un contrato por el cual hoy está contra las cuerdas el secretario Gómez Niño.
Señala la investigación que para la fecha una de las uniones temporales que venía ganando las licitaciones en el Meta, y de la cual era representante legal Carlos Daza, obtuvo un contrato cercano a los 5.000 millones de pesos para obras de infraestructura en Fuente de Oro. El contrato y la interventoría se lo quedó el círculo de Daza, al parecer por la mediación de Gómez Niño, a quien las autoridades lo llaman el lobista.
SEMANA tuvo acceso al proceso que, según la Fiscalía, lo incrimina. Se obtuvieron interceptaciones telefónicas de Daza, en las que comprometerían a Gómez Niño, a quien califica de “jefe”. Asimismo, en allanamientos a empresas se encontraron soportes de dinero destinado, al parecer, a Gómez Niño por un monto cercano a 600 millones pesos.
En el trabajo investigativo, los analistas también develaron que las empresas que presuntamente pertenecían a la red habrían falsificado actas de facturación y de seguridad social, firmas para la presentación de propuestas, habrían incluido hojas de vida de personas con las que nunca trabajaron, entre otras irregularidades.
Los investigadores están triangulando 16 contratos de la red cercana a Gómez Niño, que suman cerca de 100.000 millones de pesos, para determinar si allí funcionó el mismo sistema, pues, aseguran los investigadores, tienen conversaciones en las que la red indica que por cada contrato la ganancia era del 30 por ciento.
Los ojos de las autoridades están puestos sobre el contratista Carlos Daza, dos exalcaldes de Fuente de Oro, también capturados, quienes serían los eslabones para llegar a Gómez. Dicen los investigadores que sus pruebas son duras como el diamante y develarían el más grande caso de corrupción en los Llanos Orientales.
En una reciente operación, a esta red le fueron decomisados más de 1.000 bienes por un valor cercano a los 30.000 millones de pesos. Entre ellos está la casa de Gómez Niño, una finca de 7 hectáreas por un valor de 700 millones de pesos, cientos de cabezas de ganado y su joya: una mansión de más de 4.000 millones de pesos. La coronel Olga Salazar, directora de la Dijín, reveló que ocho personas fueron capturadas y tendrán que responder por varios delitos, entre ellos concierto para delinquir.