La más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA, en la que Federico Gutiérrez se disparó 19 puntos porcentuales y pasó del 4 por ciento en febrero al 23 por ciento en marzo en intención de voto, agitó el tablero presidencial y confirmó que el candidato de la centroderecha puede disputarle la presidencia a Gustavo Petro en una segunda vuelta.

Hoy, ambas candidaturas afrontan una maratónica carrera para sumar apoyos que les permitan avanzar hacia la Casa de Nariño.

Por los lados de Petro, el escenario ha estado turbulento. Esta semana su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, volvió a atacar al jefe del Partido Liberal, César Gaviria, lo que motivó el rompimiento entre esa colectividad y el Pacto Histórico, una alianza que se venía gestando desde hace meses y que parecía la salvación para Petro, incluso para su plan de tratar de ganar en primera vuelta.

Márquez, quien obtuvo más de 783.000 votos el 13 de marzo pasado, dijo: “El problema es César Gaviria como persona. Él representa al neoliberalismo, representa más de lo mismo y este país requiere un cambio”.

En un debate de SEMANA y El Tiempo, la hoy compañera de fórmula de Petro había dicho que César Gaviria representa la “corrupción”. En un solo día, Márquez se llevó dos trofeos: su investidura como fórmula vicepresidencial y la salida de Gaviria. Los dos, además, contra la voluntad de Petro.

La reacción de Gaviria, quien difícilmente retrocederá en su postura, sorprendió a todo el mundo, pero en especial a las bancadas del Partido Liberal, que el martes pasado, en su primer encuentro de 2022, lo habían visto con simpatías hacia el candidato de la izquierda.

“Las palabras groseras, falsas y malintencionadas que hizo la señora Francia Márquez, candidata a la vicepresidencia del Pacto Histórico en presencia del candidato Gustavo Petro, constituyen una ofensa inaceptable”, afirmó el expresidente. Gaviria se dolió de que Petro no hubiera sido capaz de callar los ataques de Márquez.

Dijo, además, que el lenguaje “incendiario” del Pacto Histórico –que iba a ser su aliado– le hace mucho daño al país y que esa actitud puede conducir a “más violencia y una total confrontación entre sus fuerzas políticas, económicas y sociales”.

Además de la encuesta del Centro Nacional de Consultoría que disparaba a Fico Gutiérrez ocho días después de las consultas interpartidistas, el expresidente no encontró eco favorable a Petro en la nueva bancada de Senado y Cámara del Partido Liberal.

En su primer encuentro con ellos, Gaviria empezó su discurso dejando claras las líneas rojas que exigiría su partido y que, a juzgar por su clasificación, hacían referencia a Petro: no a la expropiación, no a la eliminación de las EPS, no a la modificación de la Constitución, entre otras.

Tres senadores liberales respaldaron abiertamente a Petro, entre ellos el cuestionado Mario Castaño (investigado por corrupción), Jaime Enrique Durán y Juan Diego Echavarría. Los demás no mostraron afinidad por el líder del Pacto Histórico, dejaron clara su preocupación por un gobierno de izquierda y la necesidad de escuchar a Federico Gutiérrez.

¿Ruptura anticipada?

La historia del rompimiento Gaviria-Petroestaba más que cantada, incluso horas antes de hacerse oficial. Como el liberalismo prolongaría la decisión de su respaldo presidencial hasta después de Semana Santa, Petro no esperó más y ungió a Francia Márquez.

Lo extraño es que a las 4:24 de la tarde del miércoles pasado, el Partido Liberal le notificó al país que rompía relaciones con el Pacto Histórico y, un minuto después, el senador Guillermo García Realpe, cercano a Petro, envió un mensaje al chat de WhatsApp de sus excompañeros de la bancada liberal con una invitación a un desayuno con Gustavo Petro el 30 de marzo a las 8:00 de la mañana.

¿Cómo organizaron en un minuto un desayuno de Petro con los congresistas liberales, justo en plena ruptura política y teniendo en cuenta que Petro tiene una agenda apretada? ¿El desayuno estaba organizado con anticipación?

Más allá de la respuesta, en el oficialismo liberal creen que hoy la estrategia de Petro es sonsacar las bancadas de la ‘casa roja’, por encima de César Gaviria. Aunque Petro ya tiene de su lado a algunos congresistas liberales y a una parte de la base roja, el grueso del oficialismo respalda a Gaviria y ya está mirando hacia la candidatura de Fico Gutiérrez, aunque con la condición de que no se convierta en el alfil del uribismo.

Así como Francia Márquez recibió la solidaridad de la izquierda radical y Petro no la desmintió, el ala más liberal del Pacto Histórico entendió la gravedad de la fractura porque, como ocurrió en 2018, el Partido Liberal está ad portas de acompañar a la centroderecha y patear a la izquierda. “Ofender a Gaviria es un error”, dijo Roy Barreras, quien le pidió cita al exmandatario, mientras Luis Fernando Velasco llamó al líder liberal al diálogo.

Si las palabras de Márquez fueron ofensivas contra Gaviria, la respuesta de Petro no fue la mejor. El líder del Pacto Histórico habló de “abrazarse al fascismo” y de un “juicio severo de la historia”.

Si el petrismo no logra volverse a sentar con Gaviria, el respaldo de los liberales terminaría en manos de Federico Gutiérrez, quien esta semana se sentará en privado con el expresidente.

Petro, por ahora, no tiene mayor campo de acción. Sin el oficialismo del Partido Liberal, le queda un sector de la Alianza Verde que no está dispuesto a apoyar a Sergio Fajardo. Por eso, la nueva estrategia será atraer a los indecisos.

Y claro que hay nerviosismo en el Pacto Histórico. El senador Gustavo Bolívar anunció que Petro no volverá a aceptar reuniones con amigos y se dedicará a buscar el voto de los abstencionistas. “Hay que ganar en primera vuelta, si no ganamos no hay mañana”, dijo.

Los avances de Fico

Con esta gazapera entre el Pacto Histórico y el Partido Liberal gana, sin duda, Federico Gutiérrez, quien se ha dedicado a llevar una campaña más tranquila y ha llamado a la unión.

Fico ya concretó el respaldo del Partido de la U. Esta semana se reunió con su bancada y su líder, la exgobernadora Dilian Francisca Toro. Y ya tiene al Centro Democrático alrededor de su campaña. El partido cerrará la consulta interna para definir el respaldo presidencial entre las bases, pero no es un secreto que Fico cada vez gana más adeptos en el uribismo.

Por los lados del Partido Conservador está claro su apoyo. David Barguil, ungido por el conservatismo como su candidato, lo apoya de manera incondicional. También Ómar Yepes Alzate, jefe de la colectividad.

Hasta este viernes, Fico Gutiérrez no había convocado a la dirección nacional del conservatismo para dialogar, pero sí se ha encontrado con algunos congresistas godos. Se espera que esta semana se tome la decisión oficial y se haga pública.

En Cambio Radical siguen esperando las conclusiones de Germán Vargas Lleras tras sus encuentros hace dos semanas con Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. Fico goza del respaldo de la mayoría de la bancada que controla la casa Char.

El jueves, el exalcalde de Medellín viajó hasta Barranquilla, se encontró con Alejandro Char y presenciaron el partido de fútbol de la selección Colombia contra Bolivia.

Fico tiene que conquistar al electorado de la costa caribe por medio de los Char. Enrique Gómez Martínez, candidato por el Partido Salvación Nacional, sigue a la espera de tomarse un café con Federico Gutiérrez; mientras que John Milton Rodríguez, de Colombia Justas Libres, insiste en ir solo a primera vuelta.

Si Fico Gutiérrez logra el respaldo del Partido Conservador, La U, Cambio Radical, el Centro Democrático, los sectores cristianos y el grueso del Partido Liberal, podría obtener más de 7 millones de votos que sumaron estos partidos en las elecciones legislativas.

Sin embargo, los apoyos del 13 de marzo no necesariamente se endosan y su campaña dependerá de otras variables, entre ellas la ganancia en opinión propia al aumentar su reconocimiento, los debates, las próximas encuestas, las movidas políticas, los errores que se puedan cometer y lo que puede ocurrir con Sergio Fajardo, Íngrid Betancourt y Rodolfo Hernández.