En la fotografía como capturado, Juan Pablo González Gómez, el hombre señalado de abusar de Hilary, aparece con dos mujeres, dos patrulleras que junto a una teniente y una fiscal, lideraron la investigación. Las cuatro mujeres tenían bajo su responsabilidad identificar, capturar y judicializar al señalado abusador. Lo lograron.
Las mujeres de la Policía y la Fiscalía entregaron un parte exitoso: en menos de una semana lograron la captura de González Gómez. Desde el momento en que Hilary hizo su denuncia a través de las redes sociales, las investigadoras recibieron la misión de avanzar en el proceso y conseguir, en tiempo récord, la captura del señalado abusador.
Hilary tuvo que acudir a las redes sociales tras no recibir respuesta de las autoridades, ni en las estaciones de Policía, ni en las líneas telefónicas dispuestas por el Distrito para la atención en casos de violencia sexual en contra de mujeres, niñas y adolescentes. Nadie le ayudó, solo fue hasta que su caso se hizo público, que las autoridades se volcaron a ayudarla.
La teniente y las dos patrulleras fueron las responsables de recuperar las pruebas que incluyó el testimonio de la víctima, pero también los videos de seguridad y otros testigos de los hechos. Sin embargo, fue fundamental la colaboración que brindaron otras personas, víctimas de hechos obscenos a cargo del señalado abusador. Allí arrancó la carrera por identificarlo.
“Entrevistas a personas que han sido víctimas de este tipo de conductas punibles, a la persona que infortunadamente fue víctima de esta agresión, en compañía de sus padres se le recibe igualmente una entrevista, un retrato hablado, reconocimiento de fotografías a partir de los álbumes que tiene la policía judicial de la Policía Nacional, después de eso la Policía logró ubicar la dirección de esta persona”, dijo el general Henry Sanabria, director de la Policía.
Las patrulleras, al mando de la teniente y bajo la coordinación de la fiscal, adscrita al Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual de la seccional de fiscalías en Bogotá, lograron que una persona identificara a González Gómez como el responsable de unos actos obscenos en TransMilenio y de manera insólita se trató del mismo hombre que, tras ser judicializado el pasado 21 de octubre por el delito de injuria por vías de hecho, fue dejado en libertad: Juan Pablo González Gómez.
Las investigadoras continuaron y encontraron las denuncias en el sistema, también todos los datos de la judicialización que en ese momento hizo la Fiscalía. En esa documentación estaban los datos de identificación y hasta de domicilio del señalado abusador. A través de un reconocimiento fotográfico, Hilary lo identificó. Todo estaba listo y la Fiscalía solicitó la orden de captura.
“En este lugar, la víctima fue abordada presuntamente por el indiciado, quien según el relato de la mujer le mostró un cuchillo, la despojó de sus pertenencias y luego la habría obligado a salir del sistema articulado de transporte para abusar sexualmente de ella”, dijo la Fiscalía al concluir las audiencias de Control de Garantías.
Con el material de pruebas, los testigos, las víctimas y los detalles de la investigación, las mujeres se lanzaron por la captura de Juan Pablo González que estaba en su propia casa, no estaba escondido o huyendo, parecía estar esperando el momento en que la Policía llamaría a su puerta. No opuso resistencia y estiró los brazos para completar la captura.
La contundencia de las pruebas fueron suficientes para que un juez de Control de Garantías ordenara que este hombre señalado del abuso de Hilary y de otros actos obscenos en TransMilenio fuera enviado a la cárcel por considerar que es un peligro para la sociedad y por supuesto para la víctima.