La prensa costarricense sigue destapando episodios inéditos alrededor de Ricardo Morales, el cuestionado empresario colombiano que, según el saliente ministro de Comunicación de ese país, le prestó un avión a la presidencia del país centroamericano para que la mandataria Laura Chinchilla viajara a Perú. Los medios fueron más allá de los ya comentados vínculos de Morales con el narcotráfico y aseguraron que la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y la Fiscalía de Costa Rica adelantan una investigación en su contra desde el 2011, luego de que las autoridades colombianas alertaron que su nombre aparecía en el computador de un narcotraficante. Incluso, el fiscal Jorge Chavarría precisó que se investigan los bienes del empresario, incluido el famoso jet. “La presidenta lo que iba a hacer era asistir a una actividad privada y no podía hacer uso de fondos públicos porque cometía un delito”, aclaró el jefe del ente acusador en referencia al matrimonio del hijo del vicepresidente costarricense, Luis Liberman, que se celebró en Perú. Chavarría desmintió los supuestos nexos de Morales con altos funcionarios del Gobierno, nexos que un medio costarricense sí confirmó extraoficialmente a Semana.com. Otros de los detalles que revela la prensa tica es la unión matrimonial de Morales con una joven costarricense. “El empresario de THX se casó en Colombia con una tica que nunca salió del país”, tituló el diario La Nación. El rotativo aseguró que el casamiento, ocurrido supuestamente en Barranquilla en el 2006, tuvo lugar para que Morales lograra nacionalizarse costarricense. No obstante, la Dirección de Migración y Extranjería aseguró que la joven, de apellido Quirós, “no registra salidas del país ni tampoco se ha expedido pasaporte a su nombre”, a diferencia de Morales, quien registra más de 100 entradas y salidas de Costa Rica, según conoció Semana.com. “La Nación conversó con Quirós en su casa, en Cartago, pero la mujer dijo que desde Colombia le instruyeron para que no hablara y le ofrecieron un abogado”, dice la nota. En ese sentido, el oficial mayor del Departamento Civil, Rodrigo Fallas, indicó que Morales presentó la solicitud de nacionalización el 21 de abril del 2009, y el 15 de febrero del 2010 registraba 1.125 días de estadía. Tras demostrar la ausencia de antecedentes penales, la nacionalización fue aprobada el 11 de enero del 2011. Mientras Laura Chinchilla, a través de un comunicado, asegura estar concentrada en “adoptar medidas correctivas (…) ante una situación muy seria que exige prudencia”, la petrolera THX, la empresa vinculada con el escándalo, emite varios comunicados para apagar el incendio. THX Energy desmiente tener operaciones públicas y privadas en Costa Rica y explica que “el señor Ludwig Sibaja, funcionario del gobierno costarricense y quien está adscrito a Casa Presidencial, fue la persona que contactó a los pilotos funcionarios” de su compañía. “Como gesto de cortesía, nuestra compañía accedió a facilitarle la aeronave a la Presidencia de Costa Rica (…) THX Ebergy lamenta que la falta de un avión presidencial en la República de Costa Rica y la consecuente solicitud de una aeronave en calidad de préstamo, le haya generado una polémica de tipo político al gobierno de ese país”, dice la comunicación. En la misiva se aclara que el único accionista de THX Energy es la sociedad canadiense Birch Island Capital. “En su junta de accionistas, su junta directiva, su representación legal, su nómina de empleados, su representante comercial o su delegado, no figura el señor Gabriel Ricardo Morales Fallón”, concluye. En otro comunicado, la empresa revela que el saliente ministro de Comunicación y la asistente personal de la presidenta, Irene Pacheco, visitaron la compañía con el fin de agradecer el préstamo de la aeronave N93CW, la cual pertenece a la empresa Cessna Finance Corp. y es operada bajo la figura de leasing por THX Energy. A través de una comunicación de la empresa se conoció el correo electrónico que envío Ludwig Sibaja, director de Protocolo de la Casa Presidencial, a THX Energy. El mensaje comienza con la notificación del viaje de la mandataria. “La señora presidenta estará realizando un viaje de carácter privado a Lima, Perú”. Luego, se refiere a la intención del correo: “Con la finalidad de poder explorar la posibilidad de que su representada, a modo de cortesía, pueda trasladarla (a la jefe de Estado), siempre y cuando se den las circunstancias del avión requeridas y no sea un inconveniente para ustedes”. Según La Nación, este mensaje fue enviado un día antes de que el saliente titular de Comunicación se reuniera con Morales y el exfutbolista “Rolando Fonseca, quien se presentó como consultor de la firma”. El hombre que puso en jaque a Chinchilla En agosto del 2007, la desaparecida revista Cambio conoció una polémica carta que lo mencionaba. “A nivel (sic)Bogotá, ‘Chupeta’ tiene un alto ejecutivo con el alias de Rímax o Ricardo. El señor Rímax tiene contactos a nivel ejecutivo (sic) que infiltra en las oficinas del director de inteligencia de la Policía y lo mantienen muy bien informado de todas las órdenes de captura y extradición de todos los miembros de la organización”. El artículo de Cambio asegura que “los investigadores obtuvieron informes confiables en el sentido de que Rímax o Ricardo sería en realidad Gabriel Ricardo Morales Fallón, un reconocido hombre de negocios y gerente de la Comercializadora Autocheco Ltda., importadora para Colombia de automotores marca Skoda, sin registros ni antecedentes penales. Las mismas fuentes consultadas por los sabuesos se refirieron a Pexin S. A., una empresa petrolera en la que, al parecer, Morales tendría algunos intereses”. Los nexos del llamado fundador de la empresa THX con el narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, fueron de nuevo confirmados este jueves por otros medios como el diario digital Crhoy.com, el cual publicó que Morales “ingresó al radar de las autoridades colombianas en el 2003, tras una millonaria importación irregular de lujosos autos Skoda". Según el medio, Morales volvió a los expedientes judiciales colombianos en febrero del 2009 debido a un escándalo de uso ilegal de dineros de una petrolera y un año más tarde fue condenado por el delito de falsedad material en documento público. Además, en un antecedente reciente, el congresista Simón Gaviria mencionó su nombre en el debate que lideró sobre el descalabro de la firma comisionista Interbolsa. Mientras se investiga el caso en la Procuraduría de la Ética Pública de Costa Rica, el nombre de Gabriel Ricardo Morales y las investigaciones en su contra vuelven a sonar con fuerza en Colombia, donde el empresario dejó huella por sus vínculos con capos del narcotráfico.