Lucas Villa, el estudiante de la Universidad Tecnológica de Pereira que fue asesinado con ocho disparos mientras se manifestaba pacíficamente, se convirtió en uno de los símbolos de la protesta pacífica, en medio del caos que ha inundado a Colombia por la coyuntura del paro nacional.

Aun así, algunas personas han aprovechado para criticarlo y hacer afirmaciones ofensivas en su contra, como ocurrió con Felipe Cadavid, gerente de un hospital antioqueño.

“Llevaba 17 años estudiando, era un gamín más”, escribió el funcionario que gerencia el Hospital de Nariño, Antioquia, en una publicación de Facebook, en la que también dijo que Lucas iba a la universidad “a dar lidia y crear células para acabar con todo. Bien muerto”.

La Secretaría de Salud de Antioquia rechazó el “desafortunado” comentario del gerente. “Nuestra invitación siempre es a respetar la vida y las diferencias: el ejemplo debe ser la premisa de los servidores”, dice el trino.

Además, tales aseveraciones le costaron a Cadavid una lluvia de críticas de parte de organizaciones de derechos humanos y de pacientes, así como de otros usuarios en las redes sociales, que consideran inadecuado un pronunciamiento de ese tipo.

“Manifestamos nuestra preocupación por los recurrentes, sistemáticos y peligrosos mensajes del gerente del Hospital de Nariño Felipe Cadavid que pueden ser malinterpretados como forma de incitación al delito. Pedimos a la Procuraduría General de la Nación sanciones ejemplarizantes contra los mensajes de violencia”, publicó la Mesa de Derechos Humanos del Oriente de Antioquia, sobre otra publicación del funcionario.

Horas después, el gerente emitió un comunicado en el que explica que el comentario que hizo en Facebook fue sacado de contexto y que, al parecer, solo se presentó la imagen del último mensaje que él escribió, más no la secuencia completa de la conversación.

Según él, le faltó poner un signo de interrogación, que desde su punto de vista dejaba claro que “se trataba de una pregunta para reflexionar de que cualquier vida es importante” y que no estaba afirmando nada sobre Lucas.

De hecho, dice que estaba controvirtiendo un mensaje que afirmaba que “los que debían morir eran los miembros de la policía y el gobierno”, razón por la que planteó el interrogante.

“Frente al comentario realizado ha sido también proliferado y utilizado por contrarios políticos como persecución política para atacarme de manera sistemática como persona y como funcionario público, esto debido a mi aspiración al consejo de Rionegro en la pasada contienda electoral, por el partido Centro Democrático”, agrega en el comunicado, luego de que el senador Gustavo Bolívar de la Lista Decentes, entre otros, lo cuestionaran por sus reprobables afirmaciones en contra del manifestante asesinado.

A pesar de las justificaciones, el gerente del hospital municipal pidió disculpas públicas a todas las personas que hubiera podido ofender, especialmente a las familias. Además, reconoció que frente a la coyuntura nacional un comentario de esa clase pudo herir a muchos y “entenderse completamente salido de lugar”.

Por otra parte, Cadavid señala que está preocupado por su vida y la de su familia, pues ha recibido amenazas por diferentes medios después de lo sucedido. Finalmente, se compromete a ser tolerante con los comentarios que no comparte y sostiene que respeta la vida de cualquier ser humano, más allá de sus creencias y filiación política.