Con un mico de peluche en la mano, el niño Cristo José Contreras fue recibido por cientos de habitantes del municipio de El Carmen, en Norte de Santander. Tras una semana sin noticias de su paradero, el menor regresó al lado de su familia. Se conocen pocos detalles de la liberación, lo cierto es que el padre del menor, el alcalde de El Carmen, Edwin Contreras, fue el encargado de recibirlo tras su regreso a la libertad. Con su hijo en brazos la familia agradece a los colombianos por su ayuda. "Gracias, Colombia", fueron las palabras de Cristo José, tras la liberación.Diana Arévalo, la madre de Cristo José, lleva una semana pidiendo el regreso de su hijo de 5 años a casa. "Gracias a Colombia, las oraciones las escuchó Dios. Hay que tener fe porque él es siempre es misericordioso", fueron las primeras palabras de Diana Arévalo al conocer la noticia del regreso de su hijo. A través de una llamada telefónica, Diana se pudo comunicar durante los primeros minutos con su hijo, quien le manifestó: "Mami, me robaron. Mami, te extraño mucho". Minutos después, los habitantes de El Carmen celebraron el momento en que Cristo José volvió a pisar las calles de la población. En entrevistas hechas a Cristo José, el menor manifestó que durante la última semana estuvo con dos personas, y que fue alimentado con aguapanela, huevo y yuca. Ahora será sometido a exámenes médicos para verificar su estado de salud. El comandante de las Fuerzas Militares, general Alberto Mejía, no se comprometió a confirmar quiénes son los secuestradores de Cristo José, sin embargo, afirmó en la zona hace presencia el ELN. Y mencionó que una de las hipótesis que se maneja es que un grupo delincuencial lo hubiera retenido para venderlo a la guerrilla del ELN. En los detalles entregados por Mejía a los medios de comunicación, él afirma que el lugar del secuestro está ubicado a unos 15 kilómetros del corregimiento de Guamalito, distancia que se atraviesa con dificultad por la zona montañosa. "Este es un trabajo de persistencia, de un gran esfuerzo en unos cuadrantes de búsqueda. Llevábamos 6 días en que nuestros hombres no dejaron de buscar casa por casa, hueco por hueco, cañada por cañada. Esta es la típica liberación por presión. Los bandidos que lo tenían, al ver soldados por todos lados, aviones helicópteros, deciden soltarlo. El papá del niño se había movido hasta el cuadrante, entonces se da esta coincidencia de los soldados encontrando al niño y los soldados entregándole el niño a su papá", explicó Mejía.