En las últimas semanas, el Gobierno de Colombia cumple encuentros internacionales en medio de una gira por varios países de Europa, Asia y África. Las reuniones, que ya tienen al presidente por fuera del país por más de dos semanas, pretenden afianzar las relaciones estratégicas con los países anfitriones y demás organizaciones supranacionales.
Sin embargo, sí es llamativo que, mientras Iván Duque se encuentra rodeado de funcionarios de dependencias y miembros del gabinete, la canciller y vicepresidenta brille por su ausencia. Mientras Duque llegaba a Glasgow para su intervención en la COP26, Marta Lucúa Ramírez se encontraba en Marruecos, visitando puertos y reuniéndose con personal de interés.
Ahora, mientras el presidente completa su visita oficial en Israel, la vicepresidenta se reunió con empresarios y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida. Esto tiene una explicación legal, provocada por el atentado que sufrió el mandatario mientras sobrevolaba la ciudad de Cúcuta.
De acuerdo con el Decreto 835 del 27 de julio de 2021, expedido a raíz del atentado al helicóptero presidencial, los desplazamientos nacionales e internacionales de la vicepresidenta Ramírez y el presidente Duque se deben hacer por separado. Por lo tanto, sin importar el medio de transporte, los altos funcionarios tendrán esquemas de seguridad independientes.
En caso de asistir al mismo evento, se adoptarán medidas de seguridad pertinentes y, de retirarse, lo harían por separado. Es ahí donde también se resalta que en caso de que el presidente deba salir del país, el o la vicepresidenta no podrá hacerlo y solo se hará una excepción “por razones excepcionales de necesidad” cuando el mandatario lo autorice.
“Con el fin de garantizar los principios constitucionales considerados y de mantener las condiciones de seguridad, el vicepresidente de la República no podrá salir del país cuando el Presidente de la República se encuentre fuera del territorio nacional, salvo que éste, por razones excepcionales de necesidad, lo autorice expresamente”, reza el parágrafo 2 del documento.
A pesar de que se cruzaron las agendas, aún no se tiene claridad sobre las posibles razones que llevaron a la excepcional necesidad para que Ramírez dejara el país.
Según la Constitución, las labores correspondientes al máximo puesto de Colombia deberán ser delegadas, según las competencias, a los ministros del gabinete. Sin embargo, acatando la precedencia de ministros, las funciones de presidente encargado en esta oportunidad las asume Daniel Palacios, ministro del Interior.
Las controversias
A pesar de que los funcionarios del Gobierno se encuentran fuera del país, sus declaraciones siguen causando polémica por las posibles repercusiones que pueden traer a las relaciones internacionales de Colombia. El primer traspiés fue de Marta Lucía Ramírez, quien llamó la atención de la prensa española por sus palabras en Marruecos.
Mientras extendía la jurisdicción consular de la embajada, expresó que esto se realizaba “en todo el territorio marroquí, incluyendo, obviamente, el Sahara Occidental”. Esto recordó la posición de Donald Trump y se opone a los pedidos del presidente español, Pedro Sánchez.
Frente a esto, la Cancillería emitió un comunicado para aclarar la posición de Colombia, que no pretendía entrometerse en la disputa y que tenía fines de garantizar una atención más amplia para los connacionales.
Ahora, Diego Molano, ministro de Defensa, calificó de “enemigo” a Irán en medio de su reunión oficial con su homólogo israelí, Benny Gantz.
Frente a esto, después de la polémica por la posible instigación de hostilidad, el presidente Iván Duque recalcó que Colombia no llama por esa palabra a ninguna nación. Incluso, recordó que a pesar de las discrepancias, se mantienen las longevas relaciones internacionales con el país de Medio Oriente.