La disparada del número de contagios y fallecimientos por covid-19 en Barranquilla y otros municipios de su área metropolitana, registrada en las últimas semanas, tiene en alerta a las autoridades locales y nacionales. Las altas cifras provocaron una avalancha de medidas de parte de la administración local, que llegan a reforzar el pico y cédula y la ley seca vigentes, como la ampliación de los cercos sanitarios, la militarización de algunos sectores y la decisión de que los estudiantes de los colegios públicos no regresen a clases presenciales en lo que queda del año. Solo en el reporte más reciente de Instituto Nacional de Salud, en la ciudad fueron confirmados 440 nuevos casos positivos para el virus y el fallecimiento de 19 personas. En el balance general de datos, la capital del Atlántico ya suma 6.691 contagiados y 297 muertos, por lo que hasta ahora las medidas y la pedagogía implementadas por la Alcaldía parecen no ser totalmente efectivas.
Entre los anuncios más relevantes por parte de la administración distrital está la entrada en operación de 400 hombres del Ejército y 30 de la Armada Nacional para reforzar los cercos sanitarios y así buscar garantizar que se cumplan las medidas de aislamiento decretadas. Estos dispositivos de control incluyen zonas del área metropolitana, especialmente el municipio de Soledad, el otro foco principal de contagios del departamento con 3.103 casos positivos y 105 personas fallecidas. El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, anunció que se realizarán caravanas dentro de los cercos sanitarios, especialmente en las localidades Suroriente y Metropolitana, las dos que registran más casos positivos del virus, buscando cambiar el comportamiento de aquellos que están incumpliendo las medidas. Aquellas personas a las que se les compruebe que están violando las normas de manera reiterada, según el mandatario, “serán judicializadas por poner en riesgo la salud de todos”. En respaldo a la administración local, el Gobierno nacional se comprometió a enviar 120.000 auxilios alimentarios para distribuir en Barranquilla y los municipios del Atlántico, específicamente dentro de los cercos sanitarios. Los municipios del departamento, sin incluir a la capital, tienen 5.537 infectados y 184 personas han muerto por causas relacionadas con la covid-19.
Otro de los anuncios lo hizo la secretaría de Educación Distrital, que confirmó que los estudiantes de los colegios públicos de la ciudad no regresarán a clases presenciales en lo que queda del año, debido al estado actual de propagación del virus en la capital del Atlántico.
Aspecto de la mesa técnica realizada en las últimas horas en Barranquilla, entre representantes del Gobierno nacional y autoridades de la ciudad y el departamento. La decisión fue tomada después de una revisión que determinó que los centros educativos no tienen las condiciones para garantizar los protocolos de bioseguridad. El anuncio señala que los niños y jóvenes de la ciudad seguirán recibiendo las clases desde sus casas en los meses siguientes. Y que a partir del próximo 29 de junio iniciará la semana de desarrollo institucional y de descanso. En las últimas horas también fue ordenado el cierre del mercado de Barranquillita, en el centro de la ciudad. En la zona, identifcada como un foco de contagios, fue instalado un cerco sanitario que empezó a regir desde este jueves y se extenderá, inicialmente, hasta el 30 de junio, con el objetivo de disminuir la propagación de la covid-19.
A Barranquillita solo se permitirá el ingreso de mayoristas, para garantizar la cadena de abastecimiento de la ciudad. En el informe fueron anunciados operativos de control y verificación del ingreso de personas por los puntos autorizados, con el acompañamiento de la Policía Nacional y las patrullas Covid. Pumarejo dijo que se estaba realizando un censo con los trabajadores informales del sector “para poderles dar un bono redimible en efectivo, para que ellos puedan suplir sus necesidades durante las próximas dos semanas hasta el 30 de junio”. El objetivo es cubrir inicialmente 4.000 auxilios.