Una finca es uno de los elementos más misteriosos alrededor de Juan Guillermo Monsalve. En casi todas las declaraciones que ha revelado SEMANA, del expediente que tiene la Corte Suprema de Álvaro Uribe, se habla de este lugar, con diferentes versiones. 

La esposa de Monsalve, Deyanira Gómez, asegura que hay una finca de propiedad de su familia en la cual han vivido los papás de Monsalve. Gómez explica que solo tiene contacto con la mamá y en ocasiones muy estrictas con el papá, pero que no se habla con ninguno de los hermanos. “Mi suegra y el señor Óscar (papá de Monsalve) se encuentran en una finca en un municipio cerca a Pereira que es mía y allí el señor hace labores de campo. Ellos se desplazaron porque buscábamos brindarle garantías de vivienda y que tuvieran trabajo, no pagaran arriendo ni tuvieran que desplazarse“, señala. 

Sobre la finca, Enrique Pardo Hasche tiene otra explicación. Así lo dijo en una entrevista que le hizo Salud Hernández. “A Monsalve le dieron plata para la familia, le regalaron una finca. Yo conozco gente pudiente, pero jamás me han regalado finca. A él le dieron una finca para el papá y nadie ha ido a averiguar de dónde salió esa finca. Él me mostraba las fotos y decía de dónde se sacaba el café. Me mostraba las fotos de la casa de la finca. Y yo le pregunté de dónde la sacó y me dijo que se la habían regalado. Eso fue por el año 2012, 2013, donde empezó a dar falsos testimonios contra Uribe“, señaló quien ha sido compañero de celda de Monsalve desde hace más de una década, tanto en la cárcel de Cómbita como en la cárcel La Picota.

En una serie de conversaciones que tuvo Monsalve con su familia y que se encuentran en el expediente de Álvaro Uribe por cuenta de interceptaciones legales también se habla de la finca. En uno de esos audios, habla el papá de Monsalve con su hija, la hermana de Monsalve, sobre el hecho de que lo están buscando para dar declaraciones. "Siempre he dicho la misma pendejada. Nosotros no tenemos absolutamente nada que ver con ellos", asegura. "He ido tres veces y lo que tenía para decir ya lo había dicho", agrega. Habla de una vereda y de una finca, sobre la cual le preguntaron cuando lo interrogaron. "Yo no los llamo a ellos, sino ellos a mí porque mantengo sin minutos... uno tan viejo y tan pendejo", dice. Al final dice que él  "ya no está para esos trotes" y que no quiere que "lo enreden más con eso".