Tras los hechos suscitados en las instalaciones del edificio de SEMANA, durante el pasado 29 de septiembre, cuando miembros de la minga indígena realizaron la toma de estas inmediaciones en horas de la tarde protestando contra el medio, se han continuado generando reacciones a nivel nacional, a través de las cuales se rechazan estos actos violentos.
En esta ocasión, distintas entidades, aprovecharon la coyuntura para demostrar su descontento y rechazo frente al hostigamiento realizado por parte del Gobierno nacional, hacia este y otros medios de comunicación.
“La incursión por parte de miembros de la minga indígena, así como los daños físicos a las instalaciones de la revista y amenazas a los trabajadores de la misma son hechos propiciados por el actual gobierno, a través de su discurso de odio contra Vicky Dávila y demás miembros de SEMANA”.
Esta postura se dio a conocer a partir de un comunicado firmado por distintas iniciativas y organizaciones nacionales, entre las que resaltan: Mujeres Por Colombia, Plural Todos Cabemos, Libertank, Empresarios x Colombia, + Unidos por la Democracia, Mejorasí, Organización Libertaria Colombiana, Pueblos Libres Unidos Por Colombia, Acuerdo Integral en Defensa de la Democracia, Colombia te llevo en el corazón, Por Nuestro País, Conversation, Centro de Estudio Democracia y Valores, Confederación de la Unidad Nacional de Productores Agropecuarios de Colombia, Oriente Democrático, Sinergía por Colombia, Medellín Primero, Forum, y Sanedrín.
También se unieron al respaldo los columnistas: Sofy Casas, Marc Eichman, Fernando Torres, Julián Buitrago, Nancy Patricia Gutiérrez, Camilo Guzmán, Ana María Serrano, Diego Santos, María Clara Gracia, Virginia Garcés, Carlos Gustavo Cano, Bernardo Henao, Camilo Cuervo Díaz, Luis Guillermo Vélez Álvarez y Alejandra Carvajal.
A partir de este comunicado a la opinión pública, estas instituciones y columnistas aprovecharon para comparar esta situación con el hostigamiento que ha sufrido la prensa nacional en épocas oscuras de la historia colombiana:
“El ataque del que fue víctima la Revista SEMANA nos recuerda épocas sórdidas para nuestra República, como cuando Pablo Escobar a través de terceros dinamitaba periódicos como El Espectador, que no le eran afines”.
De la misma forma, recalcan ante esta difícil situación para los medios de comunicación a nivel nacional, que buscan respaldar lo estipulado en la Constitución Política, con el fin de así poder acabar con estos hechos que deterioran el Estado social de derecho en Colombia, al ser un hecho que atenta contra la libertad de prensa.
De esta manera, ya son múltiples las señales de apoyo tanto en el contexto nacional como internacionales, dirigidas hacia SEMANA como medio de comunicación, y sus colaboradores, los cuales muestran su agradecimiento por el rechazo ante este tipo de actos violentos altamente repudiados.
Se presentaron daños
Durante la toma violenta del edificio, se presentaron daños a su estructura, como la ruptura de algunos vidrios de las instalaciones. Sin embargo, entre las consecuencias mayores por este ataque, un vigilante resultó afectado, sufriendo heridas en su cuello.
Estas protestas duraron aproximadamente una hora, durante la cual se dirigieron cánticos y hostigamientos hacia el medio y sus colaboradores. Dicha situación que no se disipó hasta la llegada del Esmad de la Policía a las inmediaciones, momento en el que los integrantes de la minga indígena se dirigieron hacia la salida del edificio, despejando el lugar.
Este hecho también fue rechazado por parte de la minga indígena directamente, a través de un comunicado publicado en el que aseguraron que estos actos no representan su palabra, ni su idea:
“Debemos hacer un llamado a los hermanos de la Asociación de Autoridades del Suroccidente Colombiano-Aiso a no abandonar las posibilidades de diálogo para alcanzar nuestra agenda política, evitando propiciar que todo el Movimiento Indígena colombiano, que con altura y dignidad se desplazó desde sus territorios para mostrar su apoyo a un proyecto de país, donde los derechos para todos sean una realidad, termine siendo estigmatizado”, expresaron las comunidades desde sus redes sociales, asegurando que se debían evitar vías de hecho que representen la manifestación irracional.