En la noche de este domingo, las cuentas oficiales de la Registraduría llevarán al exvicepresidente Germán Vargas Lleras a decidir si se lanza a la Presidencia de Colombia o si sigue jugando como un gran entrenador que dirige el partido desde la barrera.
Vargas Lleras lo está pensando. Le gusta el poder y tiene el perfil de estadista y la experiencia de un gran ejecutor para darle la pelea en las urnas a Gustavo Petro, un candidato que, según la más reciente encuesta de Invamer, está a tiro de piedra de conquistar la Casa de Nariño en la primera vuelta con más del 44 % de aprobación. Y en segunda vuelta, de acuerdo al sondeo de opinión contratado por Blu Radio y El Espectador barrería a sus demás contrincantes.
La transmisión especial de SEMANA sobre las elecciones de este 13 de marzo:
El exvicepresidente ha venido analizando en los últimos días su futuro político. “Vamos a ver qué pasa con las consultas, que ojalá salgan bien legitimadas. Ya miraremos qué ocurre esta noche y tomaremos una decisión esta semana”, indicó después de ejercer su derecho al voto en el sur de Bogotá.
De entrada, Vargas Lleras analizará los resultados de la coalición Equipo por Colombia. Si la consulta la ganaba Alejandro Char, el escenario para él se tornaría complejo y no estaría descartado que declinara su aspiración. El barranquillero forma parte de Cambio Radical, su casa política, y lo que menos se busca es fraccionar el partido a menos de dos meses de la primera vuelta presidencial.
Pero, ¿Álex Char era el candidato presidencial que pueda atajar a Gustavo Petro? Era es la pregunta que, incluso, internamente se hicieron algunos integrantes de la coalición Equipo por Colombia. El exalcalde de Barranquilla goza de una maquinaria electoral que le puso en sus manos 2.500.000 firmas que le permitieron validar su inscripción ante la Registraduría. Su bancada estaba dispuesta a hacerse moler en las urnas por Char, pero no fue suficiente.
El barranquillero no tiene discurso, no asistió a debates, no tiene una línea comunicativa trazada. Y el país no lo conoció lo suficiente porque no logró desmarcarse de la costa Caribe. En otras palabras, su figura sigue siendo la de un político provinciano que no ha logrado trascender a la escala nacional.
No obstante, si en el hipotético caso la consulta la ganaba Federico Gutiérrez, como en efecto sucedió, es posible que Vargas Lleras se lance al ruedo. Dependerá del número de electores que obtenga el exalcalde de Medellín, porque si alcanza una votación arrolladora, el escenario podría ser complejo para Vargas, quien en la primera vuelta presidencial de 2018 obtuvo 1.853.000 votos. De hecho, quien gane en dicha coalición debe gozar del respaldo de los demás precandidatos presidenciales.
Otra de las variables que analizará Cambio Radical es cuántas curules obtendrá el partido. El objetivo es sostener los 14 escaños, pero se desconoce si la reaparición de Germán Vargas Lleras ayude a empujar aún más ese número. Lo cierto es que las cifras reacomodarán el tablero político porque Gustavo Petro y su coalición de Pacto Histórico confirmarán en las urnas si la popularidad del líder de izquierda es tal cual la que reflejan las encuestas.
Carlos Suárez, analista y CEO de Estrategia y Poder, tiene claro que la votación que obtenga Gustavo Petro será clave porque si obtiene una diferencia por encima de los 3 millones de votos frente a la coalición Equipo por Colombia, él cree que se debería pensar en un nuevo candidato que, podría ser, Vargas Lleras.
Nada está confirmado. Lo único que existe sobre el tapete son tres comerciales de televisión que lanzó Germán Vargas Lleras en horario prime en la televisión nacional donde muestra sus principales logros e impulsa las listas al Congreso. Aunque en ninguno se habla del exvicepresidente candidato, no es evidente que lo muestran como “un guerrero”, tal cual se llama la canción del salsero colombiano, Yuri Buenaventura.
Además, este viernes, cuando se venció el plazo para oficializar las candidaturas presidenciales, el presidente de Cambio Radical, Germán Córdoba, se inscribió, pero internamente está claro que él no será el escogido. Como la ley permite la modificación del nombre durante los ocho días siguientes, lo más posible es que, si Vargas Lleras ve el escenario perfecto, ocupa ese espacio y se convierte en un candidato a la presidencia que estaría dispuesto a enfrentarse a Gustavo Petro.
El problema para Vargas es que, en caso de salir al juego, tendrá que lograr consensos a futuro con otros sectores políticos de la centroderecha y la derecha para unificar la fuerza que le permita enfrentarse al candidato de izquierda. De lo contrario atomizaría más a dicho sector político. Por ahora, nada está dicho, pero, sin duda, una cosa es lo que Germán Vargas Lleras pensó en la mañana de este domingo y otra bien distinta es lo que tendrá en su cabeza cuando la Registraduría decante el nuevo panorama electoral.