Gustavo Petro ha sido el gran ausente en los debates y conversatorios que se han hecho en las últimas tres semanas en el país. El candidato del Pacto Histórico se ha dedicado a las grandes concentraciones en plaza pública y a las entrevistas en los medios de comunicación.

Esto obedece, según conoció este medio por fuentes de la campaña, a un replanteamiento que se hizo de la estrategia del candidato, quien tiene suspendida su presencia en debates y conversatorios. Petro evitará los escenarios en los que sea confrontado por los otros candidatos.

La negativa de Petro a participar en debates ha sido duramente criticada, especialmente porque parecería no solo ser un asunto de él, sino también de su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, quien no asistió a la convocatoria hecha por Noticias Caracol este domingo para las fórmulas vicepresidenciales.

“Esto es muy grave para la democracia, yo nunca dejo de asistir a un debate”, manifestó Rodrigo Lara, fórmula de Federico Gutiérrez, quien no ocultó su descontento con la situación.

Pero este no es un hecho de extrañar en las campañas, generalmente el candidato que puntea en las encuestas evita los escenarios de confrontación.

Hace cuatro años, por esta misma época, el mismo Petro era el que criticaba al hoy presidente Iván Duque de no asistir a los debates.

“No es una gripa, es sistemático, está suspendiendo el debate presidencial en Colombia y se debe a un temor a debatir conmigo a profundidad sobre la situación colombiana”, indicó Petro en ese momento.

En 2018, Petro aseguró que “la ciudadanía tiene derecho a conocer a sus candidatos a la Presidencia en debate”, pues este es “la base de la democracia”.

Lo mismo ocurrió con Juan Manuel Santos en 2014, que se excusó en labor como jefe de Estado para no asistir a los debates en primera vuelta, en la que le podían sacar los errores de su gestión de gobierno. En segunda vuelta, ya con el escenario más decantado, sí participó en los debates de medios de comunicación.

La ausencia en los debates de quienes puntean en las encuestas se debe generalmente a que, a poco tiempo de ir a las urnas, los candidatos, más que acertar, buscan no equivocarse y los debates y escenarios de confrontación son el momento ideal para los errores.

De hecho, varias de las polémicas que ha protagonizado Petro han surgido de los debates. Por ejemplo, cuando durante el debate de la gran alianza de SEMANA y El Tiempo el candidato Federico Gutiérrez lo cuestionó por supuestamente querer “expropiar” las pensiones de los colombianos.

El candidato del Pacto Histórico no logró dar una respuesta satisfactoria en ese momento y tuvo que aguantarse una lluvia de críticas.

Sin embargo, a pesar de que no asistir a debates puede ser parte de una estrategia, representa un riesgo para la democracia en la medida en que se pierde el comparativo que resulta necesario para el elector a la hora de ir a las urnas, y los ciudadanos resultan yendo a votar solo a partir de las ideas preconcebidas y de programas de gobierno en los que las propuestas no se explican en detalle. Y más cuando, según las encuestas, el número de indecisos todavía es superior al 10 %.