Tras dos días de intensas negociaciones que se extendieron hasta altas horas de la madrugada, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, logró alcanzar un acuerdo con los representantes del sector minero para levantar las afectaciones a la movilidad que se presentaban en la región. Los bloqueos, que habían generado importantes inconvenientes para la ciudadanía y el comercio, serán levantados de inmediato.
“Los representantes de los mineros tomaron la decisión de levantar los bloqueos y permitir la movilidad para no perjudicar al resto de la ciudadanía”, afirmó la gobernadora en una rueda de prensa posterior al acuerdo. Este compromiso temporal será formalizado el 15 de noviembre en la Mesa Minera, donde se espera que se consoliden los términos de los preacuerdos alcanzados durante la jornada.
La mesa de diálogo, que se llevó a cabo en Quibdó, contó con la presencia de representantes del Gobierno Nacional, autoridades locales, entes de control, el Ministerio Público, la Diócesis de Quibdó, y las principales asociaciones del sector minero, como Asomichocó (Asociación de Mineros Agroambientales del Chocó) y la Federación Minera del Chocó, entre otros actores clave.
El acuerdo tiene como objetivo central la promoción de la formalización y titulación de la minería en el departamento del Chocó, uno de los sectores más importantes de la región, pero también uno de los que enfrenta mayores desafíos en términos de sostenibilidad y legalidad. Según la Gobernadora, los compromisos alcanzados buscan garantizar que los pequeños y medianos mineros cuenten con las condiciones legales, laborales y ambientales necesarias para su desarrollo, al tiempo que se impulsa una minería más responsable y sostenible.
La sesión del próximo 15 de noviembre será clave para consolidar los compromisos definitivos y abrir paso a la mejora de las condiciones de trabajo en el sector minero del Chocó. Se espera que en esa fecha se firmen los acuerdos finales que permitirán a los mineros contar con garantías jurídicas y sociales, contribuyendo a la construcción de un futuro más próspero y sostenible para la región.
Este acuerdo es visto como un paso crucial para la paz social en el departamento, y se espera que sirva como base para una mayor colaboración entre el gobierno, los mineros y las comunidades locales en el futuro cercano.