En los últimos días ha tomado fuerza la llamada ley interpretativa, una fórmula que busca resolver el problema jurídico-político que todavía sigue vivo a pesar de que se hundieron las objeciones a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz. La meta es ambiciosa en tiempos de honda polarización: lograr que quienes todavía consideran que hay una ventana para que los narcos se cuelen en la JEP queden tranquilos. La idea fue del senador liberal Luis Fernando Velasco y el analista Héctor Riveros. No es nueva, desde antes de la votación de las objeciones estaba dentro de las posibilidades. Sin embargo, los sectores más críticos de la JEP querían resolver sus dudas por medio de las objeciones, en vez de darle el visto bueno a una ley interpretativa que solo aclararía uno de los seis puntos que ellos querían reformar. Consulte: Objeciones: Seis meses de patria boba La propuesta es salomónica, y ahora se analiza como un camino viable tras la decisión de la corte, porque el uribismo y el presidente Duque quieren impulsar un paquete legislativo sobre todo para el punto de la extradición. Para que salga adelante se necesita voluntad política. En los partidos que hundieron las objeciones -la bancada alternativa, La U, Cambio Radical y Liberal- hay buen ambiente para impulsarla. Sabiendo de antemano que al debatirla se reabrirá la herida, porque se volvería a poner en discusión si en realidad hay un “narcomico”, como lo denunció el entonces fiscal general Néstor Humberto Martínez. Del lado de los defensores de la JEP la ley interpretativa es apenas una forma de aclarar lo que ya está claro de antemano por la Corte Constitucional. “Aunque a mi particularmente no me produce ningún temor de ver que se ponga en entredicho el instrumento de cooperación judicial de la extradición por la ley estatutaria de la JEP, debo entender que el gobierno, el señor fiscal y algunas bancadas ven ese fantasma que yo no observo, y para acabarles esos temores propongo esa ley interpretativa que mataría temores”, aseguró Velasco a SEMANA. En contexto: “Una ley interpretativa mataría los temores sobre la extradición”: Velasco Sin embargo, la idea ha sido bien recibida. Por ejemplo, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, la ve con buenos ojos. “Si nos parece que el país es mucho más que solo la polarización política. ¿Qué decir del caso Santrich que tanta energía nos ha consumido? Hay que garantizar que cumpliendo los acuerdos y no haya burla a la ley, ni impunidad. Si se logra con una ley interpretativa, bienvenida”, aseguró en Hora 20. De fondo la ley interpretativa que solo tiene dos artículos reabre la discusión sobre los terceros en la JEP. “Interpretase en forma auténtica que la expresión "otras personas" contenida en el artículo 153 de la ley estatutaria se refiere a personas naturales sometidas a la jurisdicción especial de paz, es decir, terceros, particulares o agentes del Estado, y miembros de la Fuerza Pública por conductas cometidas con anterioridad al 1 de diciembre de 2016, por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado”, se lee en el proyecto. Es decir, pone de manifiesto dentro de la ley lo que ya la Corte Constitucional dijo. Y la parte más importante, aclara que dicha “garantía de no extradición se concede a quienes estén ofreciendo verdad plena en el componente del SIVJRNR y sólo en tanto resulte necesario para garantizar el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad”. Por eso, aunque a algunos congresistas les parece “repetitiva”, otros ven ahí la posibilidad de intentar disolver la renovada división entre los del Sí y el No. Tras todo el desgaste en el Congreso por las objeciones, lograr un acuerdo alrededor de la ley interpretativa sería una bocanada de aire fresco para intentar pasar la página legislativa. En esta tarea será vital el apoyo del gobierno Duque, el cual según el comisionado para la Paz Miguel Ceballos, es un hecho. Sin embargo, en la cadena de acontecimientos que se deben dar el presidente Duque debe sancionar la ley estatutaria y también lograr un consenso al interior del Centro Democrático, de lo contrario no habrá gran mérito en convencer a los convencidos. La pregunta es si este partido inistirá en reformar la JEP, o al menos su ley estatutaria, vía legislativo, o estaría dispuesto a apoyar el discurso de la reconciliación que marcó el inicio de la gestión presidencial.