El presidente Iván Duque sancionó este jueves la Ley Jacobo por medio de la cual se fijan medidas que garantizan la prestación de los servicios de salud en la oncopediatría, y además declara urgencia médica la atención a menores que padecen cáncer.  Por lo tanto, el Estado deberá garantizar la atención inmediata y el acceso a todos los tratamientos oncológicos requeridos para el tratamiento correcto de la enfermedad, y se harán fases preventivas para la detección temprana, con el objetivo de que si algún menor es diagnosticado pueda ser tratado a tiempo. Así mismo, se permitirá que los prestadores de servicios de salud de esta patología reciban sus pagos con prelación a través del mecanismo de Giro Directo, que la atención a estos menores sea integral, prioritaria y continuada en todos los servicios de salud y que la autorización sea un trámite interno entre prestadores y EPS.

Por lo tanto, las EPS serán sancionadas cuando se evidencie negligencia médica o retraso en atención de los menores de edad, por lo que el Estado deberá garantizar la constante vigilancia. Cabe recordar que esta Ley surgió como respuesta a las demoras identificadas en el acceso a los servicios de salud de los menores con sospecha o diagnóstico de cáncer. Además, se tramitó en honor a Jacobo Latorre Silva, quien falleció a los 14 años a causa de un tumor. Los autores del proyecto fueron la senadora Ema Claudia Castellanos, la representante a la Cámara Ángela Patricia Sánchez Leal y el senador Honorio Miguel Henriquez. Clara Maestre dijo en su momento en entrevista con SEMANA que un gran número de los menores que sufren de esta enfermedad (excluyendo los casos de leucemias agudas), enfrentan algún grado de incumplimiento en el proceso de diagnóstico y el inicio del tratamiento.

Entre tanto, el doctor John Marulanda también explicó que un error común es creer que el cáncer de los niños puede prevenirse de igual forma que el de los adultos. “Para entenderlo hay que tener claro que cuando hablamos de prevención generalmente hace referencia a dos cosas: La primera, son las vacunas como la del VPH o contra la hepatitis. Y la segunda es de lo que más se habla: los hábitos de vida saludable, la actividad física y la alimentación. A esto también se suma la disminución de hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol. Esas son otras formas de protección que disminuyen el riesgo de padecer cáncer en un 30 o 50 por ciento”.  Además, el galeno indicó que entre los factores que influyen en que un niño desarrolle cáncer en edades tempranas, están los valores hereditarios y otros que se consideran congénitos. De acuerdo con Marulanda, algunos dependen de factores externos a la madre cuando está en proceso de gestación, como por ejemplo, la exposición a radiaciones o pesticidas. “Por eso, con el cáncer infantil no se puede hacer campañas de prevención porque su desarrollo depende de factores genéticos y hereditarios que en la mayoría de los casos son muy difíciles de prevenir. Aún no se sabe su causa”, explicó el doctor en una entrevista que ofreció en su momento a SEMANA.