El nombre de Rosa Elvira Cely ya no sólo servirá para enmarcar una ley que busca prevenir la violencia contra las mujeres. Ahora permitirá también proteger a la comunidad LGBTI frente a ese tipo de manifestaciones. La Corte Constitucional estableció que la legislación que recibe el nombre de esta mujer y que agrava las penas por actos de violencia contra las colombianas favorecerá en la misma medida a cualquier otra pesona que sea víctima de violencia por su condición de género. Eso significa, por ejemplo, que de probarse que un miembro de la comunidad LGBTI es agredido por odio a su condición de género, el victimario debe recibir el mismo trato severo que jueces y fiscales están obligados a darles a los agresores de las mujeres. Como es casi tradición en el Congreso cuando se conocen casos de trascendencia nacional, la violación, torturas y muerte de esta mujer dieron lugar a la presentación de un proyecto de ley que sancionara los casos de feminicidio, que es el asesinato de mujeres como una manera de agredir y afrentar esa condición de género. Así, se creó ese tipo penal, que concebía de manera especial y específica ese tipo de homicidios y establece sanciones de entre 250 y 500 meses de prisión para el responsable de las conductas. Ante la Corte Constitucional fue demandado un aparte de la norma que precisa que una de las condiciones para concebir el crimen como feminicidio es que el autor tenga antecedentes de haber cometido violencia de género contra la víctima. Al examinar los alcances de la disposición, la corporación determinó que la violencia de género que se debe tener en cuenta en esos casos no sólo se debe referir a las mujeres, sino a cualquier persona que haya sido victimizada por su orientación sexual. Unánimemente, la Sala Plena le dio respaldo a la propuesta de la magistrada Ortiz, que pone el nombre de Rosa Elvira Cely ya no sólo como un símbolo para las mujeres en su lucha contra la violencia de género, sino de toda la sociedad colombiana en contra de ese flagelo. A partir de la notificación del fallo, todo aquel que sea agredido por esa condición, desde luego incluida a la comunidad LGBTI, podrá invocar su nombre en la pelea que ellos mismos libran.