El jefe militar de las Farc, 'Mono Jojoy', ordenó matar o "asustar" a varios periodistas colombianos, según revela en un libro la periodista Jineth Bedoya.La revelación sobre esas órdenes para ejecutar a los reporteros está contenida en uno de los capítulos de "Vida y muerte del Mono Jojoy", la obra de Bedoya, de 280 páginas de Editorial Planeta e Intermedio Editores, y que entrará en circulación esta semana. Para el 'Mono Jojoy' el programa Hora 20 que dirige en Caracol Néstor Morales era "su espacio favorito", recordó Bedoya, y señaló que obligaba a los guerrilleros a escucharlo y al día siguiente preguntaba por los temas tratados. Sin embargo, montó en cólera al notar cómo Morales se refirió durante muchas ocasiones a la muerte de 'Raúl Reyes' o Luis Edgar Devia, portavoz internacional de las Farc (en marzo de 2008) o a la Operación Jaque (en julio de 2008), en la que fueron liberados 15 rehenes, entre ellos la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, y ordenó el asesinato del periodista. Además de Morales, en el libro se menciona a Adriana Aristizábal, ex reportera de RCN Televisión y sobre la que pesaba "una orden, si no directa de 'Jojoy', sí de uno de sus hombres de confianza, quien señalaba que tenía una relación muy cercana con el Ejército". Bedoya agregó a Efe que las Farc "también quisieron hacer un atentado contra Astrid Legarda, igualmente de RCN Televisión, porque, decían, tenía relaciones con jefes paramilitares", y pensaron en algún momento en "poner una bomba en su apartamento". El 'Mono Jojoy', sin embargo, destacó Bedoya, "confiaba en la prensa internacional". Según la misma autora, el jefe militar de las Farc decía que los periodistas internacionales "no tenían intereses con las empresas o con el Gobierno, y por eso confiaba en ellos". Muchos guerrilleros, de los círculos más próximos de 'Jojoy', sentían "más temor que admiración", indicó Bedoya, aunque agregó que algunos destacaron que era "un ser paternal, preocupado por las familias de sus hombres, si había mercado (víveres) en sus casas, pero al que no se le podía fallar, pues se pagaba con la vida". En otro de los capítulos, la periodista alude a la holandesa Tanja Nijmeijer, enrolada en las filas de las Farc y graduada en Filología Hispánica en la Universidad de Groningen en 2002. "Hasta el ultimo día de su vida 'Jojoy' la vio como a una guerrillera rasa, normal", pese a que en algún momento, cuando abandonó sus diarios en un campamento atacado por la Fuerza Pública, "pidió para ella un consejo de guerra". En esos diarios, descubiertos por la inteligencia militar y escritos en cuadernos, Tanja criticaba internamente a las Farc por privilegios a los jefes y las condiciones de vida en la selva, entre otros asuntos. Sin embargo, fue 'Raúl Reyes' quien intervino e impidió el enjuiciamiento revolucionario y posiblemente el fusilamiento de la rebelde europea. Bedoya que es redactora del diario El Tiempo, admitió que su libro "no le va a gustar a las Farc", y descartó que se trate de una obra "oportunista" tras la muerte de 'Jojoy'. Considera que "la parte más difícil de hacer, la más complicada, fue la de hilar esos detalles que causan tanta controversia". "Teníamos versiones, pero no cómo confirmarlo. Por eso, conseguir a la gente que estuvo muy cerca de 'Jojoy', en la parte no sólo de testimonio, sino con documentos, en tiempo récord, es la parte, el valor agregado del libro", señaló su autora. Jineth Bedoya, con cuatro títulos más a cuestas, sobre trabajos especialmente sobre el conflicto armado colombiano, enfatiza que "este libro más que un oportunismo, es un documento periodístico necesario para que el país conserve la memoria histórica sobre los hechos que tanto daño le hicieron". EFE