Después de una década de intentos infructuosos, Bogotá tendrá finalmente una red de semáforos inteligentes. Era una necesidad para la ciudad en la que estaban de acuerdo la mayoría de sectores. Aún así, la adjudicación del contrato que permitirá dar ese salto tecnológico levantó polvo. Desde órganos de control hasta sectores políticos cuestionaron el proceso.Esta semana, el Distrito le entregó la responsabilidad de implementar la red de semáforos inteligentes al consorcio Movilidad Futura 2050, integrado por las empresas Siemens y Sutec Sucursal Colombia. Un contrato de 173.000 millones de pesos con el que se reemplazarán los semáforos de las 1.384 intersecciones que actualmente están equipadas en la ciudad, y se instalarán en 60 cruces adicionales.La gran diferencia de esta red a implementar frente a la que funciona en la ciudad es que los semáforos nuevos leerán el estado del tráfico en tiempo real y así se determinará su operación. De acuerdo con la concurrencia del tráfico en las intersecciones se dispondrá la duración de las luces.En contexto: Luz roja al secretario de movilidad: Procuraduría lo investiga por licitación de semáforosEntre otras bondades está que el sistema le dará prioridad a los peatones, ciclistas y que los semáforos seguirán operando a través de baterías cuando haya cortes de luz. Con la red, la Secretaría de Movilidad proyecta que en algunos sectores de la ciudad se ahorrará hasta un 30% del tiempo que dura recorrer un trayecto.Sin duda, el sistema, como está en el papel, será un alivio para la traumática movilidad de la ciudad. Sin embargo, el proceso de licitación de la red no estuvo libre de polémica. De hecho, la Procuraduría le abrió una investigación a Juan Pablo Bocarejo, el secretario de Movilidad, por supuestas irregularidades en la licitación.Para el Ministerio Público, se pudieron haber violado los principios de publicidad, transparencia, planeación y economía en la contratación del sistema de semáforos inteligentes de la ciudad. Una de las situaciones que indaga el ente es el hecho de que la licitación se abrió en junio, cuando la consultoría que pagaron para soportar el proceso de contratación no había terminado de entregar sus productos finales.Otra situación que está bajo la lupa es que, al parecer, los documentos de la consultoría no concuerdan con los que el Distrito ha hecho públicos. Por eso, la Procuraduría ya había advertido en septiembre de una posible "falta de planeación e improvisación" en la licitación.Puede leer: ¿Cómo ayuda la tecnología a mejorar el tráfico?Pero no solo el proceso de contratación fue cuestionado. Apenas se conoció el consorcio que se quedó con el contrato aparecieron los reparos. El exalcalde Gustavo Petro criticó la figuración de Siemens, que es el mismo proveedor de la red actual de semáforos, considerada casi como obsoleta frente a las necesidades de la ciudad. El secretario de Movilidad, por su parte, sostuvo que esa licitación tuvo una veeduría especial y que cumplió con las expectativas de su cartera.Lo concreto es difícilmente una adjudicación tiene marcha atrás, pese a que continuarán las investigaciones de la Procuraduría, que seguramente se moverán al tiempo que la implementación de la nueva red de semáforos inteligentes avanza.