Siete años tuvieron que pasar para que por fin la justicia le diera tranquilidad a Jorge Díaz, quien adquirió un lote contiguo al hotel Irotama, para construir su proyecto hotelero, y desde ese momento empezó a ser víctima de calumnias y falsas denuncias que tenían la única intención de que fracasara en su negocio para, por esa vía, ahuyentar la competencia.

Pero como no hay deuda que no se pague, el Juez 4 Penal del Circuito de Santa Marta anunció hoy el sentido del fallo condenatorio en contra de Héctor Mario Díaz, dueño del hotel Irotama, y Margarita Perdomo, para la época de los hechos directora jurídica del hotel, como autores del delito de fraude procesal.

La decisión del juez también acogió a los exempleados del hotel, José Alfredo Noche, Rubén Sossa y Carmen Parra, como autores por el delito de falso testimonio.

Según conoció SEMANA, esta condena se produjo porque el personal del Irotama mintió ante la Fiscalía y utilizó falsas declaraciones para impugnar el otorgamiento de una licencia de construcción del señor Jorge Díaz Jacded, argumentando que nunca se fijó la valla de información.

Por su parte, el juzgado estableció que esta situación no ocurrió, y que la valla sí fue fijada y era visible para los pobladores y transeúntes.

Y es que la idea desde el propietario y los trabajadores del Irotama era poner palos en la rueda al hotel que quería construir Díaz Jacded, así que, sin medir las implicaciones de los hechos, por ejemplo, inventaron que la licencia de construcción nunca estuvo expuesta en el lugar de la obra. Además, denunciaban que la futura competencia estaba violando las normas de construcción de la zona.

Carmen Parra actuó como gerente del hotel y representante legal del conjunto Irotama; José Alfredo Noche, como jefe de seguridad del hotel, y Rubén Sosa era administrador de uno de los edificios del conjunto Irotama; todos, al parecer, obedecían al mismo guion, que tenía la única finalidad de torpedear el naciente proyecto hotelero.