Hace pocos días se conoció un video que rápidamente se hizo viral en redes sociales. Las imágenes muestran un presunto caso de maltrato laboral protagonizado por Diego y Gustavo Charry, propietarios de una compañía con sede en Ibagué.
El video fue grabado, al parecer, por un empleado de la empresa en cuestión. El momento fue bastante complicado, pues los colaboradores estaban formados, como si se tratara de un escuadrón militar, mientras uno de los jefes les gritaba y los insultaba.
“Baje los brazos triple hijo de pu..., respete hijo de pu... se forma, fórmese, fórmese y baje los brazos”, gritaba Gustavo Charry, negándose a los llamados a la calma que le hacían sus empleados.
El hecho causó gran polémica e, incluso, motivó una contundente respuesta por parte del Ministerio deL Trabajo. De acuerdo con Edwin Palma, viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, se ordenó el cierre temporal de las instalaciones administrativas de las presuntas empresas involucradas en este caso, las cuales citan:
“Empresa Charry Trading (...), empresa Varchar, de acuerdo con lo anotado en la parte considerativa del presente auto y de conformidad con el art 8 y 11 de la ley 1610 de 2013, por concurrir riesgo alto e inminente para la seguridad y la salud de los trabajadores, hasta tanto se dé cumplimiento a todas las medidas descritas y se verifique su cumplimiento” (sic), dice parte del documento.
A propósito de este caso, en la plataforma TikTok se conoció otra historia de presunto maltrato laboral que también involucra a la misma compañía.
Stefhany Galindo, una contadora que comparte contenido digital, narró su caso y reavivó el debate frente a los hechos ocurridos.
“Me sorprende que Gustavo Charry esté diciendo que en la historia de sus empresas haya pasado esto, porque yo también tuve un tema cuando trabajaba con ellos en el área de recursos humanos”, dijo Galindo en la introducción de su relato.
Según detalló, no llevaba mucho tiempo trabajando en la compañía; es más, destacó que ni siquiera completó un mes. Para ese momento, aún no conocía a Diego Charry, el otro jefe, aunque dicho momento llegaría con un evento bastante desafortunado.
“Dicen ellos que yo estuve involucrada en el robo de unas cajas que ellos tenían en el área de contabilidad para solicitar una devolución de IVA ante la Dian. Diego Charry llegó un sábado, tipo 10 de la mañana, con sus guardaespaldas (...). Él llegó con un arma apuntándole a todo el mundo y diciendo que dónde estaba” (sic), recordó Galindo.
“Para ese momento, solo estábamos los empleados. No estaba Gustavo Charry papá, no estaba Gustavo Charry hijo ni estaba la señora Gladys de Charry. Llega Diego Charry, superalterado, igual que en el video viral. De repente, coge todas esas cajas y se las empieza a llevar”, agregó.
“Tienen un ego superalto”
Stefhany manifestó que ese día conservó la calma y la situación no pasó a mayores. Terminó su turno laboral y se retiró. No obstante, cuando regresó a la oficina, la llamaron a la sala de juntas para interrogarla.
“En la sala de juntas estaba Gustavo Charry papá, que ya falleció, y Gustavo Charry hijo (...). El papá (mostrándole una imagen) me preguntó: ¿conoces a esta persona? Le dije que sí, que es mi amiga”, continuó Galindo en su narración.
El caso era que su amiga trabajaba con Diego Charry. “Nosotras ya sabíamos que estábamos trabajando con la misma familia, pero nunca hablamos de nada porque sabíamos que es una familia supremamente delicada”, comentó.
Según comentó Galindo, la comenzaron a juzgar, señalando que ella les había pasado información sobre que el fin de semana solo estaban los empleados en la oficina para que Diego Charry entrara y se llevara las cajas.
“A mí me encerraron en la sala de juntas y empezaron a atacarme. Yo no entendía qué era lo que estaba pasando porque yo era inocente; es que ellos en algún momento pensaron de que yo estuviera pasando algún tipo de información. Es una familia importante (económicamente), pero es una familia que mantiene en guerra todo el tiempo”, señaló.
“Me empezaron a juzgar, a cuestionar, me empezaron a hablar ‘superfeo’, como a alzar la voz, pero yo no me dejé. Simplemente les dije que hasta hoy trabajo en la empresa, no me interesa trabajar con gente como ustedes. Ellos lo que tienen es un ego superalto y lo que me dijeron fue como ‘es que usted ya no trabaja con nosotros. Entonces, cogí mis cosas y me fui”, expuso Stefhany en su video.